Una Relación con Dios - El Verdadero Sueño Espiritual 

He hecho esta pregunta cientos de veces en diferentes partes del mundo: "¿Cuál es tu sueño espiritual?"

¿Cómo respondería usted a la pregunta? Tómese un momento para dejar de leer y pensar en esta interrogante. Obtenga una hoja de papel y tome tres o cuatro minutos para anotar algunas ideas.

Hay algo poderoso acerca de esta cuestión, porque muchas personas piensan en su estado espiritual en términos de un “sí” o un “no” cuando se les cuestiona sobre éste tema: ¿O soy religiosa o irreverente?,  ¿O yo estoy tratando de buscar a Dios o realmente no creo en él?, ¿O yo estoy en el reino de Dios, o en el reino terrenal?. El ser capaz de tener un sueño espiritual significa, que usted tiene un propósito y/o dirección, que conviene buscar y por qué vivir.

"¿Qué quieres decir con espiritual?" ( la mayoría de la gente pregunta), y yo les respondo con una invitación a que lo definan como quieran. Por ejemplo: ¿Cuáles son las esperanzas, ambiciones, metas y sueños que tienen para su vida y que desearían verlas cumplirse en su nivel más profundo?

Por ahora la mayoría de la gente tiene una idea de lo que estoy buscando, pero están perplejos por cómo responder. No muy a menudo somos instruidos y/o estimulados  para soñar en un sentido espiritual. Además, si definimos para nosotros mismos un sueño, entonces tenemos una cierta obligación de cumplirlo. A veces las personas tienen miedo de hablar de un sueño en voz alta, porque muchas veces ellos saben que no han hecho nada para conseguirlo.

¿Qué de usted? ¿Ha pensado en un sueño ya? ¿Es algo que realmente ha considerado con anterioridad? ¿Suena desalentador ponerlo en papel?

"Cualquier cosa", les digo a aquellos que necesitan más orientación. "Si pudieras tener cualquier cosa en el mundo". Una vez que la gente empieza a hablar, me resulta increíble cómo la gente da respuestas muy similares a esta pregunta. La mayoría de las respuestas se dividen en dos categorías:

Algunos dan una respuesta sobre su comprensión de Dios. He oído respuestas como: "Quiero estar cerca de Dios" o "Quiero ser lleno del Espíritu Santo aún más". Algunos dirán cosas como: "Quiero ser uno con las ballenas". Aunque esto no es estrictamente una respuesta que se trata de Dios, una persona que responde de esta manera, es alguien que todavía tiene un impulso interno hacia adorar algo más allá de sí mismo.

Algunos dan respuestas relativas a sus relaciones con la gente. He oído respuestas como: "Yo sólo quiero que mis hijos conozcan a Dios" o "Yo quiero luchar por mi causa". Una persona me dijo que quería darle a los huérfanos paseos en barcos pagados por el gobierno . Estas respuestas casi siempre se tratan de beneficiar a una persona específica o un grupo amplio de personas.

La mayoría de los sueños espirituales están de alguna manera relacionados a la adoración de un ser superior y mostrar amor a otras personas. Es interesante porque la forma en que la mayoría de las personas realmente viven sus vidas es a beneficio propio y para enriquecer su propia vida, pero en el momento en que se les pide prestar atención a su lado espiritual, gravitan buscando fuera de sí mismos. Me gusta empezar con esta pregunta sobre los sueños espirituales porque pone sobre la mesa dos deseos importantes que la persona no ha cumplido: la conexión con Dios y la conexión con la gente. No necesito convencer a una persona de que él o ella necesitan tener una vida espiritual; porque me lo han dicho en sus propias palabras. De pronto, el coche bonito y la casa cómoda no son más la zona de confort en la que estan seguros y confiados; sino que se abre paso en sus vidas la necesidad de “algo mas”; un salvaguarda mayor y más efectivo.

Jesús de Nazaret enseñó que la verdadera satisfacción viene a través de una relación con Dios su creador y amando a la gente de este mundo. Eso es lo que la vida cristiana es, y sobre todo la vivencia de nuestros sueños espirituales de adorar al Dios del universo y dar de nosotros mismos a nuestros amigos y vecinos:

Uno de los escribas, que había estado presente en la discusión y que vio lo bien que Jesús les había respondido, le preguntó: «De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?» Jesús le respondió: «El más importante es: “Oye, Israel: el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno.” Y “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” El segundo en importancia es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más importante que éstos.» (Marcos 12:28-31 RVC)

Dios infundió en nosotros nuestros sueños espirituales, y él nos enseñó a perseguirlos revelándose a sí mismo como el único y verdadero Dios, que merece nuestra adoración y al revelar que cada persona que conocemos es un vecino que merece nuestra atencion y amor. Muchos han rechazado este llamado porque es muy difícil. Seria mas fácil escuchar un CD de las ballenas llamándose entre si, o tirar el dinero en un programa social y pretender que se está cumpliendo con una conexión más profunda. De alguna manera, estos actos hacen creer al ser humano que tienen el control de la situación y pasan por alto que lo que Dios pide, es que le cedamos el control de nuestras vidas y el sometimiento a la ley de su amor, para que seamos capaces de perseguir nuestros sueños a través de la dirección de Dios y no de la nuestra, encontrando que el resultado final sera una satisfacción verdadera.

El Problema

El hecho de que cada uno de nosotros tengamos un deseo de adorar y amar no significa que somos capaces de amar realmente a Dios y al prójimo. El problema es que usted y yo fuimos concebidos en la rebelión y el pecado (Salmo 51:5). Queremos hacer las cosas a nuestra manera, estar en control. Este problema ha plagado a la humanidad desde que nuestros primeros padres cayeron en el pecado (Génesis 3), y tú y yo no somos diferentes en nuestra naturaleza. El apóstol Pablo escribió en Romanos 3:9-12:

"Entonces qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? De ninguna manera; porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están todos bajo pecado; como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;
no hay quien entienda,
no hay quien busque a Dios;
todos se han desviado, a una se hicieron inutiles;
no hay quien haga lo bueno,
no hay ni siquiera uno."

Para complicar las cosas, nuestra lucha no es sólo una lucha interna en contra de nuestra propia rebelión y el pecado. Satanás, o el diablo, todavía tiene algo de poder para engañar y cegar a los humanos. Pablo escribió:

El dios de este siglo [Satanás] cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, quien es la imagen de Dios (2 Corintios 4: 4).

Dejado a nosotros mismos, usted y yo estamos perdidos! Sí, tienes un sueño espiritual. Pero el pecado ha envenenado nuestra naturaleza contra Dios y los demás, y Satanás ha cegado nuestros ojos para que no veamos a Dios. A pesar de que tu y yo podemos "soñar" con amar a Dios, dejados a nuestro propio poder, tú y yo nunca podremos relacionarnos con el amor a Dios.

La buena noticia, el Evangelio de Cristo, es que Dios busca tener una relación de paz a pesar de nuestra naturaleza malvada. Dios revierte lo que Satanás ha hecho.

Esto es lo que es tan sorprendente: ¡Dios trae el perdón real! Lo único que nos puede liberar de nuestros deseos egoístas, nuestras formas de control, y nuestra falta de amor; es el perdón de Dios. No podemos tirar de nosotros mismos con nuestros propios esfuerzos y hacernos mejores; tenemos que tener absuelta la maldad en nuestras vidas para experimentar el resplandor del amor de Dios y  dejarnos llenar, como un recipiente, de este amor y de esta manera poderlo llevar al mundo. No somos capaces de generar el amor debido a nuestra humanidad caida, ni tampoco podemos aprender a amar por  nuestras propias capacidades; pero lo que si podemos hacer es someternos (con su ayuda) voluntariamente a Dios para poder experimentar y transmitir el amor desbordante de Dios.

Tal vez usted esta pasando por un tiempo difícil para creer que Dios le puede perdonar por lo que ha pensado y hecho. Tal vez sus transgresiones son más profundos que una simple naturaleza egoísta o una actitud fariseica. O tal vez han pasado por su mente pensamientos muy malos contra Dios y los demás. Incluso ha obrado mal. Pero Dios le perdonará y cambiará su vida. Él ha prometido que nadie está fuera del alcance de su poder redentor.

Esto es lo que es tan sorprendente: ¡Dios trae bondad real! Tal vez usted es de un hogar cristiano, pero no está siguiendo a Dios como lo hicieron sus padres. Usted se considera una persona "buena"; usted fue criado para ser bueno. Pero en el fondo sabe que no ha transferido el control de su vida a Dios. Vive conforme a la ley, pero no de acuerdo a la norma del amor. Pero Dios le dará el amor; entonces la ley tendrá sentido.

Dios le llevará de dónde está al momento, y le cambiará y restaurará o renovará su sueño espiritual. Usted será vital en su caminar con Dios. La gente en su vida va a ver el cambio, y tambien notaran que esta involucrado en una relación eterna. ¡Usted tiene autoridad en Cristo sobre Satanás para ser parte de la construcción del reino de Dios! Usted es salvo del pecado por la gracia infinita de Dios.

¿Cómo es Posible la Gracia?

Dios es un ser absolutamente perfecto. Él no puede tolerar el pecado. Cuando nos hacemos daño unos a otros, cuando damos la espalda a lo que es digno, justo y amoroso no puede, posiblemente, invitarnos a su presencia. Hay una pared que nos separa. Pero a pesar de que usted y yo no lo merecemos, Dios derribó la barrera de la gracia inmerecida  y pura. Cuando el Hijo de Dios, Jesús, murió en la cruz, tomó sobre sí todo nuestro pecado. Jesús vivió una vida perfecta , y aun así sufrió el castigo por crímenes que no cometió. Rompió el poder de Satanás sobre nosotros. Debido a que Jesús era plenamente Dios y plenamente humano, el derramamiento de su sangre significaba perdón total de las culpas de los creyentes y la restauración en la nueva relación. No más culpa, no más ceguera. Usted y yo estamos reconciliados con Dios. Tome nota de estas Escrituras:

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, cuánto más seremos salvos de la ira de Dios por medio de él." (Romanos 5:8-9)

Aquí es digno de crédito y merece ser aceptado: "que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores de los cuales yo soy el primero." (1 Timoteo 1:15)

"También todos nosotros vivíamos como ellos antes, satisfaciendo los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa y siguiendo sus deseos y pensamientos. Como los demás, éramos por naturaleza hijos de ira. Pero a causa de su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en misericordia, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados por gracia sois salvos." (Efesios 2:3-5)

"Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros." (Santiago 4:7)

¿Seguirá la lucha con el pecado y la tentación? Sí. ¿Va a desear conducir su propia vida en vez de someterse al plan de Dios para usted? Sí. El pecado no está ausente, pero cada vez más el poder de de Dios que obra cambiando los corazones, hará el pecado menos deseable. En su lugar, creceremos con una mayor atracción por amar y adorar a nuestro Dios y amar al prójimo. Este proceso de toda la vida se llama santificación. Nuestro viejo hombre muere y Dios nos concede un nuevo espíritu, El Espíritu Santo que obra en nosotros para llevar a cabo este proceso nos perfecciona con su amor y el pecado no se interpone más entre Dios y nosotros.

Su Sueño Espiritual Realizado

El que Dios ha hecho posible esta gracia y nos la ofrece libre y gratuitamente, no significa que todos la tengamos en nuestras vidas. Debemos aceptar su invitación a cultivar una relación con él y estar dispuesto a recibir el don de un corazón renovado que ama a la humanidad. No existe una fórmula mágica para hacer que estas cosas sucedan, no hay palabras que abran una puerta secreta. “ Sólo existe la entrega del corazón”. No es el giro de nuestros caminos egoístas a la voluntad de Dios. No es el arrepentimiento de nuestros caminos pecaminosos y la aceptación del perdón  hecha posible por la muerte y resurrección de Jesucristo. “Solo existe el morir a nosotros mismos”.

Volvemos a nacer a través del Espíritu Santo de Dios

A pesar de que Dios mira el corazón y no las palabras que recitamos, puede ser útil caminar (paso a paso) a través del proceso de la salvación y ver sugerencias para lo que uno podría orar a Dios para recibir su gracia. Esto podría ser muy básico si usted ha sido cristiano por mucho tiempo, pero seria muy útil leer las siguientes secciones en el espíritu de un renacimiento de su vida. Leer también con el objetivo de ayudar a un amigo y/o vecino para que llege a conocer a Cristo. Este proceso no será tan simple para un recién llegado a la fe. No apresure las cosas insistiendo en un compromise de inmediato.  A menudo, una persona tendrá que caminar con Dios un tiempo antes de decidirse a comprometer su vida a Dios. Simplemente compartir los pasos y animar a la persona a orar una vez que su corazón está realmente detrás de las palabras. Las familias cristianas tienen los niños que caminan la caminata durante muchos años antes de hacer su profesión de fe, y la evangelización de conexión lleva el mismo enfoque: Explicar el proceso de la salvación, la práctica de caminar con Dios, y luego entregarse a Dios cuando Dios llama.

Gran parte de este libro se ocupará de los aspectos prácticos de un paseo reproducible diario con Dios. También debes saber esto: Un paseo diario sale de una relación que Jesús ganó para nosotros. Esta relación es un regalo de Dios que no merecemos. Puede ser que tengamos un sueño espiritual, pero el sueño no tendría ningún sentido sin reconocer que Dios es quien hace posible el que se establezca una relación con usted y yo, y que tambien hace posible toda conexión, tales como el discipulado de inicio, las siete conexiones, la lectura de la Biblia, la oración, la adoración del domingo, el reino de Dios. Nada de esto valdria la pena sin el reconocimiento fundamental, por parte nuestra, de que Dios nos salva de la paga del pecado y nos da vida nueva en el Espíritu.

Paso uno: Arrepentirse

Arrepentirse es una conversión a Dios y confesión de que eres un pecador y que necesitas a Dios en tu vida. El arrepentimiento no es algo que se hace a la ligera. Esto es algo que va a seguir haciendose a lo largo de tu caminar cristiano. Incluso cuando se llega a la Cena del Señor, usted debe ir con una actitud de arrepentimiento. La Biblia dice:

Arrepentíos, pues, y convertios a Dios, para que sus pecados sean borrados; para que los tiempos de refrigerio vengan de parte del Señor. (Hechos 3:19)

Una oración de arrepentimiento: "Querido Dios en el cielo, yo confieso mi rebelión voluntaria contra usted. He estado en control de mi propia vida. Yo libremente deseo rendir mi voluntad. Pido estas cosas en el nombre de Jesús. Amén ".

Paso dos: Confesar su Fe

En la Biblia, la palabra fe es una palabra relacional. Cuando usted se convierte en un creyente, confesar su fe es como un novio diciendo sus votos a su novia. Expresar su fe, es un acto audaz de la promesa en su nueva relación con Dios. La Biblia dice:

"Que si confiesas con tu boca que "Jesús es el Señor", y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Como dice la Escritura: "Todo el que confíe en él no será jamás defraudado." Porque no hay diferencia entre Judio y griego, pues el mismo es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan, porque "Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." (Romanos 10:9-13).

Esta confesión no debe ser tomada a la ligera. Usted ahora está prometiendo confiar totalmente en Dios. Usted está entrando en una relación eterna. ¡Ya no hay vuelta atrás!

Una oración de fe: "Dios mío, confío en ti como mi Señor y mi Salvador. Recibo de tu gracia de la salvación eterna, una relación de paz,  ganada para mí por Jesucristo, cuando sufrió un infierno por mí en la cruz y cuando resucitó de entre los muertos. He vuelto a nacer espiritualmente como su hijo ahora. Yo deseo servirle. Yo pertenezco a ti en cuerpo y alma. En el nombre de Jesús. Amén ".

Cuando usted haga esta oración por primera vez, debe saber que acaba de hacer algo muy audaz. Usted ha pasado de la muerte a la vida. Ni siquiera podremos sentir que hemos realizado un acto tan fundamental y definitivo y si estas oraciones fueron derivadas de un corazón verdaderamente arrepentido, su centro espiritual, usted puede estar seguro de que ha sido salvo. Bienvenido al cuerpo de los creyentes.

Una cosa más sobre el paso dos: Romanos 10:9 dice: "que si confiesas con tu boca ...". En un sentido, lo hizo hoy. Ha confesado un voto entre Dios y usted. Ahora tiene que confesar en publico su fe en Jesus; del mismo modo que los votos matrimoniales se hacen públicamente. Tal vez usted ha sido criado en un hogar cristiano. ¿No recuerda un momento en que no haya confíado en el Señor. Pues tal vez es hora de declarar públicamente su fe en su iglesia. 2 Corintios 4:13-15 dice de esta manera:

"Está escrito: "Creí; Por tanto, he hablado." Con ese mismo espíritu de fe también creemos, por lo tanto hablamos, porque sabemos que el que resucitó al Señor Jesús de entre los muertos también nos resucitará con Jesús, y nos presentará en su presencia. Todo esto es para nuestro beneficio, por lo que la gracia que está alcanzando cada vez más personas haga que se desborde el agradecimiento para la gloria de Dios."

Hable con el pastor de su iglesia acerca de ser bautizado o confirmado antes de la congregación entera. El bautismo es el reconocimiento público de que usted acepta el regalo de la salvación de Dios y va a vivir una nueva vida en él.

Paso tres: El Caminar en una Relación Vital

Durante una de las encuestas mas recientes que se llevaron a cabo en los Estados Unidos de Norteamerica, se encontró que más del 80% de los estadounidenses dicen creer en Dios. Un gran porcentaje incluso, asevera que la Biblia es la Palabra de Dios. Muchos han confesado la oración del pecador, una variante de lo que posiblemente acaba de leer en los pasos uno y dos. Sin embargo, la triste realidad, es que muchos de los que han profesado su fe en Jesús no caminan diariamente con Dios en una relación de transformación continua. Muchos asisten a la iglesia, pero no comprenden la magnitud de la relación que implica la fe en Cristo. Llegan a la conclusión de que la religión/iglesia es un evento social, una brújula moral, una guía para padres y  matrimonios, o inclusive lo consideran como parte de un activismo social, y no alcanzan ni siquiera a vislumbrar que estas cosas son sólo un subproducto natural de una relación vital con Jesús, así como tampoco disciernen que no son los frutos esenciales del caminar con Dios, servirlo y amarlo.

En la realización de su sueño espiritual de amar a Dios, lo que necesita saber, básicamente, es quién es Dios. Él se ha revelado en la historia, y podemos llegar a conocerlo a través de su principal herramienta de comunicación, la Biblia. Llamamos a la Biblia la Palabra de Dios. Usted también necesita saber que se está relacionando con un ser espiritual en forma de la trinidad. La Biblia señala a un sólo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En cierto modo, la relación con un Dios espiritual es diferente a relacionarse con otros seres humanos. A Través de la historia humana, vemos que un pequeño número de personas se han visto físicamente con alguno de lo miembros de la Trinidad, es decir, Dios. Adán y Eva (por ejemplo) caminaron con Dios el Padre en el Jardín del Edén (Génesis 2-3). Moisés vio una visión de Dios el Padre en el Monte Sinaí:

"Y el Señor le dijo: "Yo hare pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamare el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia.” Pero ", dijo," usted no puede ver mi rostro, porque nadie puede verme y vivir. "Entonces el Señor dijo:" Hay un lugar cerca de mí, y tú estarás sobre una roca. Cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano y verás mis espaldas; pero mi cara no debe ser vista." (Éxodo 33: 19-23)

La venida de Jesús, el hijo de Dios, pone a Dios a la vista. Jesús era plenamente Dios y plenamente humano. Al creer en Jesús, usted está relacionandose con Dios, a través de los ojos de la fe, que ahora "ve" a Dios. Hebreos 1:3 dice:

"El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con su palabra poderosa. Después de la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en los cielos."

Cuando Jesús estuvo en la tierra, a menudo hablaba del Espíritu Santo. Cuando Jesús se preparaba a morir en la cruz, Él prometió el Espíritu Santo:

"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:26)

El libro de los Hechos de la Biblia debe ser llamado los Hechos del Espíritu Santo. El libro de Hechos muestra cómo el Espíritu Santo ha sido derramado sobre los creyentes. Este libro muestra que el Espíritu Santo habita en los creyentes. La persona del Espíritu Santo da poder a la gente para predicar, para sanar, para discernir, para tener autoridad sobre el mal, y de recibir regalos especiales para promover el Reino de Dios.

Un credo muy importante en la iglesia primitiva fue el Credo de Nicea. Este credo llama al Espíritu Santo "Señor y dador de vida; que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria; que habló por los profetas. El Espíritu Santo nos ayuda a "ver "a Dios.

Cuándo profesó su fe en Cristo, ha venido a estar con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Ahora ha aprendido algo muy importante sobre el con quien esta usted relacionándose. No se está convirtiendo en uno con las ballenas. No se está convirtiendo en uno con la fuerza. Se conecta directamente a Dios. Usted no necesita un mediador humano. Jesús es el mediador:

"Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5)

Se está conectado al Dios del universo revelado en la Biblia. Esto es muy diferente de la correspondiente a otra humano. Este ser espiritual, Dios, es distinto de su creación y las criaturas, sin embargo, la comunión con Dios es una relación de amor eterno. Al mismo tiempo, la relación a Dios es similar en muchos aspectos a la relación con otros seres humanos. Una relación con Dios incluye la confianza, el amor, el servicio, la lealtad, el conocimiento, etc. Así como las relaciones humanas tienen un efecto clave en nuestras vidas, una relación con Dios tiene un efecto importante en nuestras vidas. Piensa en alguien que se casó; podemos decir que una mujer realmente trae lo mejor a su marido o igual que el saca lo mejor de ella. Esa misma dinámica ocurre cuando nosotros nos relacionamos con Dios. En relación con Dios nos transforma, cambiando la forma en que estamos en nuestros matrimonios, nuestras familias, nuestros círculos de amistad, nuestro trabajo, nuestras comunidades y nuestro mundo. El hecho es que Dios es bueno para nosotros. Él saca lo mejor de usted y de mí. Si usted es enseñable y abierto en esta relación, se le cambiará. Dios le va a cambiar a través de su herramienta de comunicación, la Biblia, y por medio de su Espíritu Santo, que ahora mora en usted como un creyente.


Modifié le: mardi 22 octobre 2024, 15:53