Lectura #10

LECCIÓN 10

LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL SUFRIMIENTO, LA AFFLICCIÓN Y LA PERSECUCIÓN

Introducción

La Biblia nos cuenta que en la vida venidera los creyentes verdaderos tendrán gozo sin fin y paz perfecta.  Sin embargo, en nuestra vida actual solemos experimentar lágrimas y aflicciones, enfermedad y tristeza, sufrimiento y dolor.  A veces sufrimos simplemente porque vivimos en una tierra maldecida por el pecado.  En otras ocasiones nuestro sufrimiento llega porque somos seguidores fieles de Jesucristo.  Sin embargo, pase lo que pase, tenemos la confianza y seguridad de que Cristo nunca nos dejará ni nos desamparará. 

1.  ¿Qué enseña la Biblia acerca del sufrimiento y las aflicciones que los creyentes puedan experimentar?

Jesús les dijo a sus discípulos que ellos enfrentarían sufrimiento y aflicciones si fielmente buscaban el vivir para él y seguir su ejemplo.  Pablo y otros escritores también acentuaron que los creyentes fieles frecuentemente sufrirían persecución por su fe.  El ser cristiano en un ambiente hostil no sería fácil.  Pero la persecución también sería una indicación que las personas perseguidas fueron seguidores verdaderos y fieles  de Cristo. 

Referencias Bíblicas

Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33

Jesús dijo,  “Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. . . . El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán.”  Juan 15:19-20

Pablo escribió: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.” 2 Timoteo 3:12

Vea también: Mateo 24:9; Lucas 21:12, 16-18; Juan 17:14; Hechos 14:22; Romanos 5:3-5; 8:35-37;              

1 Tesalonicenses 3:2-4; 2 Timoteo 1:8-9; 1 Pedro 2:21; Apocalipsis 2:10. 

2.  ¿Hay algunos ejemplos de persecución en el Nuevo Testamento?

Sí, hay muchos.  Líderes de iglesias y miembros ordinarios de iglesias frecuentemente fueron perseguidos.  Algunos fueron muertos y otros fueron golpeados o encarcelados.   Pablo sufría persecución en la mayoría de los lugares donde él predicaba el evangelio, pero él seguía fiel.  Y, junto con otros creyentes, él seguía regocijándose en el Señor y se mantenía fuerte en su fe en Jesús. 

Referencias Bíblicas

“En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén.” Hechos 8:1

“Nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos . . . como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos.” 2 Corintios 6:4, 5, 9, 10

Vea también:  Hechos 4:3; 5:40; 9:29; 13:50; 14:5; 14:19; 2 Corintios 4:7-11; 2 Timoteo 2:9; 3:11. 

3.  ¿A Dios no le importa que sus hijos sufran persecución?

Seguro que sí.  Sin embargo, él promete que si aguantamos sufrimiento con paciencia por el nombre de Cristo, nosotros recibiremos bendiciones especiales en esta vida y recibiremos una gran recompensa en el cielo cuando esta vida se acaba. 

Referencias Bíblicas

Jesús dijo, “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.  Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.” Mateo 5:11-12

“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.” 2 Corintios 4:16-17

Vea también: Salmo 34:9; Isaías 43:2; Juan 12:26; Romanos 8:17-18, 28; Filipenses 3:21; Colosenses 3:4;                2 Timoteo 2:12; Hebreos 10:34; 11:26; 1 Pedro 1:6-7; 4:12-13. 

4.  ¿Cuáles son algunas de las maneras en que las persecuciones y aflicciones pueden ser una fuente de bendición en nuestras vidas actuales?

Las aflicciones y sufrimientos por la causa de Cristo pueden ayudar a fortalecer nuestro carácter, multiplicar nuestro gozo, confirmar nuestro compromiso de seguir a Jesús, aumentar nuestra paciencia, probar la sinceridad de nuestra fe, enseñarnos a depender del Señor y no de nuestros propios recursos, confirmar nuestro testimonio, y facilitar nuestro servir como ejemplo para otros.  Las persecuciones y aflicciones pueden causarnos tristeza, dolor, y sufrimiento, pero también pueden producir fruto espiritual precioso en nuestras vidas. 

Referencias Bíblicas

“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los… que han creído . . . en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido.” 1 Tesalonicenses 1:6-8

“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio. . . . Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.” Filipenses 1:12, 14

“Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino… pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.  Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios… en quien esperamos que aún nos librará.” 2 Corintios 1:8-10

Vea también: Hechos 5:34; Romanos 5:3-4; 2 Corintios 4:11; 16-17; 6:10; 12:9; Hebreos 10:34; 12:11; Santiago 1:2-4. 

5.  ¿Qué aliento les da la Biblia a quienes sufren persecuciones?

Dios nunca dejará o desamparará a los que sufren por la causa de Cristo.  Finalmente él obrará en todas las cosas para el beneficio de los que le aman.  Los que perseveran hasta el fin heredarán una corona de gloria.

Referencias Bíblicas

“Porque [Dios] dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Hebreos 13:5-6

“Yo [Pablo] fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” 2 Timoteo 1:11-12

“Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.”Hebreos 10:34

Vea también: Mateo 5:4, 11-12; Romanos 8:28; 8:35-39; 2 Timoteo 2:12; Hebreos 11:26; 12:3; 1 Pedro 4:13-14; 5:10; Apocalipsis 14:13. 

6.  ¿Qué debemos de hacer si sufrimos aflicciones o persecuciones por causa de nuestra fe?

Debemos de entregar nuestras vidas al Señor, seguir viviendo una vida cristiana, y enfocarnos en la gloria venidera.  Aunque las aflicciones actuales pueden ser severas, debemos de recordar que no se pueden comparar con la gloria que será nuestra cuando estamos con Cristo. 

Referencias Bíblicas

“De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.” 1 Pedro 4:19

“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.  Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;  no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” 2 Corintios 4:16-18

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” Romanos 8:18

Vea también: Hechos 5:41; 7:55; Romanos 8:17; 2 Timoteo 1:8-12; 2:10; Hebreos 11:10; 1 Pedro 2:19-21; 5:10; Apocalipsis 3:21; 20:1-4; 21:4. 

7.  ¿Qué actitud debemos de tener con aquellos que nos persiguen?

No debemos buscar el “hacérselo pagar” sino dejarle la venganza a Dios, confiando que él hará lo justo y correcto.  Aunque pueda ser muy difícil, debemos amar  en Cristo a todos aquellos que nos persiguen, orar por ellos y buscar hacerles bien.  Jesús mismo es nuestro ejemplo de cómo debemos de vivir entre las personas quienes nos oponen, nos oprimen, o nos persiguen.  Es algo que no podemos hacer un nuestra propia fuerza, pero algo que podemos hacer a través del poder de Cristo dentro de nosotros.  Es su amor que gana la victoria—aunque tengamos que morir por nuestra fe. 

Referencias Bíblicas

“También Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. . . quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.”  1 Pedro 2:21, 23

“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.  Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber. . . . No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:19-21

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos. . . y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:44-45

Vea también: Proverbios 20:22; 25:21-22; Mateo 5:39; Lucas 6:27, 35; Romanos 12:17, 1 Corintios 4:12-13;           1 Tesalonicenses 1:5-10; 1 Pedro 2:19-24; 3:9. 

8.  ¿Promete Dios que siempre protegerá a los creyentes de cualquier enfermedad o herida?  ¿Promete Dios que siempre los sanará milagrosamente si están enfermos, heridos, sufriendo, o perseguidos?

No.  Es cierto que los creyentes a veces son sanados milagrosamente cuando están enfermos o heridos y que a veces son salvados de herida o enfermedad por la gracia especial de Dios.  Sin embargo, no pasa siempre así.  Tantos creyentes como no creyentes sufren y mueren de las mismas enfermedades y aflicciones.  Tantos creyentes como no creyentes sufren y mueren en accidentes o diluvios o huracanes o desastres naturales.  Es más, en muchas partes del mundo los creyentes también enfrentan persecuciones por su fe.  Dios de verdad ama y protege y cuida a sus hijos en maneras muy especiales, pero él no promete que ellos escaparán todo el sufrimiento y aflicción que otros experimentan. 

Sin embargo, como creyentes tenemos la seguridad que nada nos puede pasar fuera de la voluntad de Dios.  Nosotros también tenemos la promesa y seguridad que todo lo que toma lugar en nuestras vidas finalmente resultará en alguna manera para nuestro bien. 

Entonces debemos de seguir orando que Dios nos protege de cualquier herida, accidente y enfermedad con la confianza que nuestras oraciones muchas veces serán contestadas como nosotros deseamos.  Sin embargo, si no somos salvos de estas cosas o si no nos sanamos inmediatamente, tenemos la confianza que Dios usará estas situaciones desagradables o dolorosos para ayudarnos a llegar a ser la clase de personas que él quiere que seamos.  Y si nuestra enfermedad o accidente o herida termina en la muerte, sabemos que estaremos llevados a la presencia gloriosa de nuestro Salvador donde para siempre seremos librados de enfermedad, sufrimiento, dolor y desilusión.

Referencias Bíblicas

“Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. . . Conozco, oh Jehová. . . que conforme a tu fidelidad me afligiste.” Salmo 119:71, 75

“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Hebreos 12:11

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee. . . respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Corintios 12:7-10

Vea también: Job 5:17; Salmo 94:12; 119:6-7; Proverbios 3:12; Juan 15:2; Hechos 14:22; Romanos 5:3-5; 1 Corintios 11:32; 2 Corintios 4:17; Santiago 1:2-3. 

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