Lectura obligatoria: Reconstruyendo Babel (Dr. Feddes)
Reconstruyendo Babel
por David Feddes
Soy un Pequeño Frostie es un cuento para niños que es literalmente escalofriante. La historia comienza con un refrigerador de cocina. El héroe, el Pequeño Frostie, menciona que él pasó mucho tiempo en un refrigerador muy especial mucho más frío que un refrigerador ordinario. También había ahí otros frosties. ¿Por qué estos frosties viven en un lugar tan frío? Debido a que algunas personas no tienen bebés a quien amar y les piden a los médicos que les hagan un bebé. Así que los médicos hicieron embriones en un tubo de ensayo y los almacenaron en frío extremo. Allí el Pequeño Frostie y sus amigos permanecieron "muy callados, muy quietos y muy fríos" durante mucho tiempo. A medida que la historia se desarrolla, los médicos deshielan al Pequeño Frostie y lo ponen en "la pancita de mamá". Nace un bebé, haciendo una familia tan feliz que hasta su computadora sonríe.
Este libro es recomendado a niños de 3 a 6 años. No es exactamente la Madre Ganso o el Dr. Seuss. Es una nueva forma de responder a la vieja pregunta de los niños, "¿De dónde vienen los bebés?" Soy un Pequeño Frostie fue escrito para ayudar a los niños que fueron concebidos in vitro y estuvieron congelados por un tiempo para entender su origen.
La historia no menciona que muchos embriones humanos perecen durante el proceso de congelación. No menciona que a menudo embriones extra son desechados si los padres no los quieren, o bien que los embriones pueden ser llevados a través de experimentos auspiciados por el gobierno antes de ser destruidos. Si hay algún problema moral en el tratamiento de los embriones humanos como productos que se pueden fabricar, congelar, implantar o destruir a voluntad, la historia no dice nada al respecto. En la historia, los padres quieren un bebé, los médicos les dan uno, y todos viven felices para siempre. ¿No es eso lo que importa?
Bebes de Diseño
El pequeño Frostie es sólo la punta del iceberg. Las nuevas tecnologías reproductivas están abriendo posibilidades asombrosas y preguntas inquietantes. El biólogo Molecular Lee Silver de la Universidad de Princeton piensa que la clonación humana podría ser buena. Silver predice que en el futuro una mujer puede llevar a su propia hermana gemela idéntica, su clon, en su propio vientre. Él dice que los hombres podrán quedar embarazados y tener bebés. Él dice que dos mujeres lesbianas serán capaces de combinar sus genes y verdaderamente tener su propio bebé. Silver también piensa que puede ser posible y beneficioso hacer que algunos seres humanos no tengan un cerebro anterior y desmembrarlos para refacciones.
Silver no ve ningún límite moral en tales cosas. "Nos guste o no", dice, "el mercado global reinará supremo". El único límite para alterar la reproducción y la genética humana será si la gente la quiere y puede pagarla. Él predice que dentro de los próximos 20 años "los padres serán capaces de elegir cuál de sus características pasar a sus hijos (ojos azules, por ejemplo) y cuáles retener (barbilla chica, la calvicie). Y para ese momento avanzaremos al siguiente paso en la reprogenética - en realidad añadiendo nuevos genes sintéticos a los embriones ... Los padres podrían ir a un catálogo y elegir cuál de estos rasgos añadir a sus hijos. Sé que esto suena como ciencia ficción ", él añade, "¡pero no hay nada que impida que esto suceda basado en la ciencia que ya conocemos!"
Silver cree que en el pasado los seres humanos evolucionaron de los animales por accidente, pero cree que la evolución futura será intencional a medida que más personas tengan bebés de diseño. "Hoy,” él menciona, “podemos controlar nuestra propia evolución. Podemos decidir qué genes dar a nuestros hijos ... Eso ya se está haciendo en forma limitada con la selección de embriones en clínicas de fertilidad. Incluso con abortos selectivos, usted está eligiendo no poner ciertos genes en su niño... Así que usted está controlando la evolución ahí."
Silver no es el único que piensa de esta manera. Su punto de vista básico es compartido por científicos ganadores de premios Nobel, líderes empresariales de biotecnología, teóricos sociales y periodistas. Algunos no quieren llevar las cosas tan lejos como lo sugiere Silver, pero comparten su creencia de que estamos en el proceso de hacernos cargo de la evolución humana. El biólogo de Harvard, Edward O. Wilson, dice: "Poseyendo el conocimiento exacto de sus genes, la humanidad colectiva en unas pocas décadas puede, si así lo desea, seleccionar una nueva dirección en la evolución y moverse ahí rápidamente... la humanidad se posicionará divinamente para tomar el control de su propio destino final.
¿Rehaciendo el Eden o Reconstruyendo Babel?
Cuando Lee Silver escribió sobre el futuro de la reproducción humana y la ingeniería genética, tituló el libro Rehaciendo el Eden. En el relato bíblico del Edén, Dios creó a los humanos y los puso en un hermoso paraíso. Pero en Rehaciendo el Eden, los científicos crean una nueva humanidad y hacen del mundo más que un paraíso. La fe en Dios es un obstáculo para el progreso; la fe en la tecnología nos salvará. Algunos ven esto como rehacer el Eden, pero es más como reconstruir Babel.
Babel era un lugar donde la gente intentaba usar la organización y la tecnología para elevarse al nivel de Dios. En Génesis 11 la Biblia cuenta lo que sucedió. Al principio de la historia, "Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras." (11: 1). La gente encontró una llanura que parecía un buen lugar para instalarse, pero había un problema: la zona no tenía materiales de construcción naturales, como piedras. ¿Cómo podrían construir en un lugar sin piedras? Bueno, ellos descubrieron cómo hacer sus propias piedras. "Se dijeron unos a otros, 'Venga, vamos a hacer ladrillos y hornearlos a fondo.' Utilizaban ladrillo en vez de piedra y alquitrán de mortero.”
Ese era un logro tecnológico. Convertir barro en ladrillos no es tan complejo como la ingeniería genética o la tecnología informática, pero el mismo espíritu de inovación está ahí. La gente se las arregla para dar nuevas formas a los materiales de manera creativa. Ese es el fundamento de toda tecnología.
La tecnología es buena. Está arraigada en nuestro intelecto dado por Dios y nuestro deseo dado por Dios de administrar el mundo que nos rodea. La tecnología no es mala en sí misma, se puede utilizar con malas actitudes y para malos objetivos. Eso fue lo que ocurrió en Babel. La tecnología de fabricación de ladrillos no era mala en sí misma, pero la gente usaba su tecnología de fabricación de ladrillos como una forma de asemejarse a Dios. El pueblo dijo: "Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra." (11: 4). Querían centralizar el poder y controlar su propio destino. Querían un monumento para su propia grandeza. Pensaron que podían construir su propia escalera al cielo y alcanzar el nivel de Dios mismo.
Hoy, cuando la gente quiere jugar el papel de Dios, no tratan de construir una torre al cielo. No quieren construir Babel; quieren construir bebés. Afirman que "la humanidad se posicionará como Dios para tomar el control de su propio destino final". La tecnología ha cambiado desde Babel, pero la actitud es la misma: el orgullo. Y el objetivo es el mismo: ponernos al mismo nivel que Dios.
Estamos en territorio peligroso cuando actuamos como si Dios no importara y somos dueños de nuestro propio destino. Dios creó a la humanidad para gobernar ciertos aspectos de la creación, pero eso no nos hace dioses responsables de nadie más que de nosotros mismos. La idea de hacer ladrillos o construir una torre no era necesariamente equivocada en sí misma, pero era incorrecto rechazar a Dios y tratar de subir a su nivel. Así también, fabricar computadoras o realizar investigaciones genéticas no es necesariamente equivocado, pero es erróneo pensar que podemos semejarnos a Dios e ignorar su diseño y sus órdenes. Para usar nuestros talentos de una manera que sea buena y no malvada, útil y no dañina, necesitamos una visión de vida que venga de Dios.
Al escribir en la revista Time sobre el cambio tecnológico, William Henry dice:
El impulso subyacente de todo este cambio es el aumento del control humano: sobre el medio ambiente, sobre otros organismos vivos, sobre montañas de datos, mayormente sobre la psicología, la genética y el destino. La batalla intelectual más grande del futuro es probable que ocurra entre aquellos que creen que este impulso puede ser gobernado por la humanidad sola y aquellos que afirman que debe estar sujeto a las restricciones de la naturaleza y lo divino. La forma de las cosas por venir dependerá en gran medida de quién prevalezca en este debate.
Cada vez que los seres humanos tratan de tomar el control total de su propio futuro, están, en efecto, tratando de reconstruir Babel.
Pecadores Espléndidos
Babel estuvo mal, pero no se puede negar que había algo espléndido acerca de los constructores de Babel, y no se puede negar que hay algo espléndido acerca de aquellos que están tratando de reconstruir Babel en nuestro propio tiempo.
La fuerza motriz detrás de Babel era un hombre llamado Nimrod. Génesis dice que Nimrod "se convirtió en el primer gran conquistador del mundo" (10:8 TEV). Nimrod era hombre de hombres. Era un poderoso cazador. De hecho, mucho después del tiempo de Nimrod, cuando la gente quería describir a un cazador hábil y sin miedo, decían que aquella persona era "como Nimrod, un poderoso cazador a la vista del Señor" (10:9 NLB). Nimrod no se apartó de nadie ni de nada. Se atrevió a enfrentarse a los animales más feroces y a los enemigos humanos más peligrosos. Era audaz y brillante, capaz de conquistar a cualquier enemigo y organizar cualquier proyecto. Su principal ciudad fue Babel, también llamada Babilonia (10:10). El coraje, el poder y la ambición de Nimrod lo hicieron temido y admirado.
Hoy en día, también hay líderes en política, tecnología y negocios que tienen las fortalezas del cazador. Ellos apuntan a grandes cosas. Cuanto mayor sea el desafío, más les gusta. Les encanta la emoción de conquistar un nuevo territorio. Les gusta hacer cosas que nunca antes se han hecho. Esas personas dejan su huella en el mundo, para bien o para mal. Esas personas son espléndidas en muchos sentidos. El mundo sería un lugar más pobre si todos fueran tímidos, cuidadosos, temerosos de perseguir un sueño. El visionario que inicia un nuevo negocio desde cero, el científico que persigue nuevos descubrimientos, el inventor que crea nuevas tecnologías, el político que aspira a cambiar a las personas y a las naciones - esas personas obtienen sus talentos de Dios y hacen contribuciones vitales a la humanidad.
Pero también pueden dañar a la humanidad si se rebelan contra Dios y tratan de hacerse como Dios. Si los humanos descubrieran cómo controlar las futuras generaciones de humanos a través de la ingeniería genética o la manipulación de la química del cerebro, ¿sería un gran triunfo de la humanidad? No, destruiría aquello que es verdaderamente humano. C. S. Lewis hace este señalamiento en su libro La Abolición del Hombre. Si algunas personas ignoran a Dios y pretenden que no hay normas morales absolutas para la conducta humana y no hay límite en lo que los seres humanos pueden hacer para redefinirse a sí mismos o a otros, reducen a los seres humanos a máquinas para ser controladas y manipuladas. Los controladores pueden ser inteligentes y fuertes, pero también son dañinos y pueden estar equivocados.
Nimrod era inteligente y fuerte. Incluso en su pecado, había algo heroico en él. La Escritura dice que fue poderoso delante del Señor. A Dios le pudo haber gustado esa energía y habilidad, ya que éstos eran regalos de Dios. Pero a Dios no le gustó la actitud de Nimrod, porque Nimrod dominaba a los demás y estaba más ansioso de honrarse a sí mismo que a Dios. Un significado del nombre de Nimrod es "nos rebelaremos". Eso es lo que él y el pueblo de Babel hicieron: se rebelaron contra Dios.
Un Proyecto Condenado
¿Qué fue de su orgullosa rebelión? Nimrod y la gente de Babel querían construir su camino al nivel de Dios, hacerse un nombre por sí mismos, y centralizar su poder. "Y," dice Génesis, "descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres." (11: 5). Ahora, Dios conoce todas las cosas y está presente en todos los lugares, así que no tiene que salir literalmente de un lugar para comprobar lo que está sucediendo en otro lugar. Pero Génesis se burla de Babel diciendo que Dios "bajó" para ver su torre. Como los constructores de Babel trabajaron en su torre, pudieron haber pensado que estaban subiendo muy alto, pero todavía estaban muy por debajo del nivel de Dios que fue un largo viaje desde el nivel de Dios hasta el nivel de ellos. Algunos de nuestros modernos rascacielos pueden parecer impresionantes desde el suelo, pero si vuelas sobre ellos en un avión, parecen insignificantes. Así también, la torre de Babel pudo haber impresionado a sus constructores, pero ellos y su torre permanecían insignificantes ante los ojos de Dios.
Cuando el Señor vio la torre, no estaba preocupado por perder su propia posición suprema, sino que vio problemas en la elaboración. Él vio que no habría límite a la rebelión pecaminosa contra Dios y ningún límite al daño hecho a la humanidad si la gente de Babel seguía tratando de asemejarse a Dios. Si se les permitiera continuar con su actitud de "el cielo es el límite" y siguieran adelante con sus planes para un gobierno mundial, una religión hecha por el hombre y un sistema centralizado de información y tecnología, serían capaces de cualquier cosa, no importa cuan terrible. "El Señor dijo: 'He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer'"(11: 6).
La organización ("un pueblo") y la información ("un idioma") son las claves del poder humano. El Señor sabía que para limitar el poder humano, simplemente tenía que confundir su información y romper su organización. El Señor dijo,
“Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra (11:7-9).
El proyecto de la torre no terminó con una explosión sino con un gemido. Los constructores hablaban pero no podían entenderse. No podían intercambiar información. Perdieron su organización. Incluso Nimrod mismo no podía remediar el balbuceo en distintos idiomas o detener la dispersión por todo el mundo. La torre de Babel permaneció inconclusa, un monumento a la locura humana y al gobierno de Dios.
Desde entonces, Dios ha mantenido a la gente dividida en tribus y naciones, haciendo difícil para ellos organizarse como un imperio mundial unido. Ha mantenido a la gente hablando diferentes idiomas, lo que hace difícil para las personas a comunicarse o trabajar juntos. Incluso aquellos que hablan el mismo idioma a menudo tienen malentendidos que dificultan su trabajo. Esta dificultad en la comunicación está enraizada en la decisión de Dios de confundir el lenguaje humano en Babel.
Un Obstáculo Saludable
En muchos sentidos, esta confusión ha sido un obstáculo para el progreso y la organización humana, pero ese es precisamente el punto. Dios conoce el poder de la mente humana y conoce la maldad del alma humana que la separa de Dios. Limita el progreso para limitar el daño. El progreso tecnológico es muy peligroso cuando se produce sin progreso a la obediencia a Dios. Desde Babel, el conocimiento y la tecnología han avanzado en adaptarse y ponerse en marcha. Los gobiernos se han levantado y luego han caído. A veces podemos desear que todo salga bien, que podamos dominar toda la información necesaria para garantizar nuestro futuro y desarrollar un sistema único de gobierno para unir a todo el mundo. Pero en nuestra condición pecaminosa, un sistema mundial unido y tecnología ilimitada significaría desastre, no salvación.
En Babel Dios frustró las metas orgullosas de la humanidad, pero la Biblia nos advierte que Babel, o Babilonia, es un problema recurrente. Babilonia representa la cultura humana en su pasión por centralizar, dominar y controlar todo, para crear nuestro propio futuro independiente de Dios.
Según el libro del Apocalipsis, Babilonia alcanzará su última forma cerca del final de la historia. El Señor frustró a la Babel original y continúa manteniendo el poder humano dentro de ciertos límites, pero cerca del final, permitirá que el poder humano y el mal humano sigan su curso. Un líder aún más ambicioso y despiadado que Nimrod surgirá, alguien a quien la Biblia llama "la bestia" o "el anticristo". El Apocalipsis describe la última Babilonia como una concentración de conocimiento, riqueza y poder en oposición a Dios, unidos bajo un solo poder central. En esta Babilonia, todo está a la venta, incluso los cuerpos humanos y las almas. Cuando la Biblia habla de cuerpos y almas en venta, no puedo dejar de pensar en experimentos con embriones y en aquellos científicos quienes dicen que en la tecnología reproductiva "el mercado global reinará supremo". En la última Babilonia, cualquiera que se oponga a la agenda del anticristo será despreciado. Pero este sistema mundial, tan avanzado en tecnología, economía y poder político, se derrumbará bajo su propio pecado y bajo el juicio de Dios.
Una Ciudad Duradera
Sólo Jesucristo puede salvarnos de esto. Él puede rescatarnos de nosotros mismos y de las cosas que hemos hecho. Pero debemos arrepentirnos de nuestro orgullo y autosuficiencia y no ser absorbidos por la mentalidad de Babel. Debemos someternos a la Palabra de Dios. Todas las cosas fueron creadas por medio de Jesucristo. Todas las cosas se mantienen unidas en él. Al venir a este mundo como hombre, ya ha comenzado una nueva creación, y la completará cuando vuelva. Babilonia se derrumbará, pero el reino de Jesucristo florecerá por la eternidad.
Algunos científicos pueden soñar con dar forma al futuro tomando el control de la evolución humana. Pero nuestro origen no es la evolución, sino la creación, y nuestra única esperanza de transformación está en la fe en Cristo, no en la ingeniería genética o cualquier otro esfuerzo humano. Los esfuerzos humanos, usados sabiamente, pueden mejorar algunas cosas por un tiempo, pero sólo la gracia de Dios puede salvar el mundo o transformar un alma humana para siempre.
Algunas de las cuestiones morales de la tecnología moderna son complejas y requieren mucho estudio y discusión. Pero antes de tratar de obtener los detalles correctos, primero debemos obtener la imagen completa al honrar a Dios como nuestro gobernador supremo y a la Biblia como nuestro reglamento para vivir bien. En lugar de reconstruir Babel, necesitamos arrepentirnos delante de Dios. En lugar de usar métodos inmorales para diseñar o descartar bebés, necesitamos nacer de nuevo a través de la fe en Jesucristo.
La gente de Babel quería dar forma a su propio futuro y construir su propia ciudad eterna. Pero cuando confiamos en el Señor, estamos esperando "la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” Somos "extranjeros y peregrinos sobre la tierra", rechazando los males de este mundo y sabiendo que incluso las cosas buenas de este mundo no durarán para siempre. "porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir" (Hebreos 11:10,13; 13:14).
Esa ciudad no estará dispersa. Es una ciudad y un reino que atrae a la gente a Cristo. Después de la muerte y resurrección de Jesús, Dios envió su Espíritu Santo en el día de Pentecostés y comenzó una revolución espiritual en Babel. Ese día Dios dio un milagro de comunicación donde los apóstoles de Cristo predicaron el evangelio a personas de muchas naciones, y esas personas fueron capaces de oír las maravillas de Dios en su propio idioma. Desde el derramamiento del Espíritu Santo, el reino de Dios ha seguido avanzando, uniendo a las personas bajo el gobierno de Jesús. Un día Dios removerá completamente las divisiones de lenguaje y nación. Cada tribu y nación volverán a estar unidas en el habla. El pueblo de Dios se convertirá en seres humanos perfectos en un mundo perfecto. Pero será obra de Dios, no nuestra, y la gloria será solo suya.
ORACION
Señor Jesús, Fuente de toda sabiduría, evita que tratemos de crear nuestro propio futuro apartados de ti. Perdona nuestra rebelión pecaminosa a través de tu preciosa sangre. Llénanos con la vida divina de tu Espíritu Santo. Ayúdanos a aplicar la verdad de la Biblia a los problemas complejos que enfrentamos hoy y pon nuestros corazones en tu ciudad eterna, donde Cristo es el Rey y Dios es todo en todos. Amén.
Lectura adicional: C. S. Lewis, La Abolición del Hombre y Aquella Fuerza Oculta.