¿Captaste Toda la Historia?

Mike Cain

 

Siempre que me piden que dé una serie de pláticas apologéticas trato de dejarles claro a aquellos que me han invitado que no he ido sólo para ganar una discusión sobre la fiabilidad de la Biblia o simplemente para dejar a la gente con la impresión acerca de que la realidad del sufrimiento no necesita descartar la posibilidad filosófica de que exista un Dios.

La Lógica Detrás de "¿Captaste toda la historia?"

No quiero que la gente se aleje con la idea de que el teísmo es una hipótesis plausible; quiero confrontar a la gente con el Cristo que es Señor del Universo. Si la gente va a sentir toda la fuerza de Sus afirmaciones en sus vidas, entonces tendrán que ver cómo encaja dentro de la historia que se desprende de la salvación desde la creación hasta la nueva creación. Es tan simple como eso. No sabrán cómo dar sentido a los detalles de las afirmaciones de Cristo hasta que establezcamos esas afirmaciones dentro del contexto de la historia de la Biblia. Debido a ello mi hábito ha sido comenzar cualquier serie de discusiones de tipo apologético con esta visión general de la Biblia.

Lo hago con los siguientes objetivos:

1.     Quiero que la revelación del Señor acerca de sí mismo establezca la agenda de la discusión. Podríamos pasar a temas como la fiabilidad de la Biblia, el sufrimiento y el pluralismo, pero si empiezas con la agenda de Dios, he encontrado que la gente hace sus preguntas a la luz de lo que dice realmente la Biblia en lugar de lo que dicen algunos documentales que alguna vez vieron en televisión.

No quiero que la gente se aleje con la idea de que el teísmo es una hipótesis plausible; quiero confrontar a gente con el Cristo que es Señor del Universo.

1.     Quiero que la primera conversación establezca el contexto para las conversaciones posteriores. Y así cuando pasemos al problema del sufrimiento o la unicidad de Cristo, quiero ser capaz de mostrarle a la gente cómo darle sentido a esas cosas dentro de la historia reveladora de la Biblia. Así, por ejemplo, cuando hablemos de sufrimiento, pasemos desde la creación hacia la nueva creación a través de la cruz, de manera que se establezca firmemente el problema del sufrimiento dentro del plan de salvación y se subraye la coherencia de la visión cristiana sobre el mundo; cuando hablamos de la unicidad de Cristo, mostrar cómo es ésta la historia de desarrollo de la Biblia que plasmó a la iglesia primitiva en una esquina cuando llegaron a sus convicciones sobre quién es Jesús.

2.     Quiero mostrarle a la gente que la cosmovisión de la Biblia es coherente y que de hecho, le brinda sentido al mundo. Es fácil ser absorbido por el tipo de apologética que supone que sólo tenemos que ganar la batalla intelectual y de esta manera ocupar todo nuestro tiempo "borrando las barreras intelectuales que impiden que la gente se acerque al Evangelio" sin llegar nunca a proclamar el Evangelio mismo. Es el Evangelio el que es convincente, derrite corazones y transforma las mentes, por lo que esta conversación es un intento de hacer pasar a la gente a través de las "barreras intelectuales" y mostrarles una perspectiva desde el otro lado, mostrarles cómo se ve el mundo cuando lo miras a través de la lente del Evangelio. Por supuesto, suscita preguntas y objeciones, pero esto significa que cuando regresamos a las "barreras intelectuales" la gente conoce lo que está en juego y, cuando oramos, el poder del Evangelio se encuentra obrando en ellos porque al menos han visto la perspectiva.

3.     Quiero mostrarle a la gente que no estamos hablando sobre una pizca de espiritualidad privada que puede ser encajada en su cosmovisión existente, sino que cuando estamos hablando de las afirmaciones de Cristo, estamos hablando de aquel por quien y para quien todas las cosas fueron hechas. Llamar a la gente para que se vuelva a Cristo significa llamar a la gente a abandonar su vieja cosmovisión y abrazar otra completamente nueva que tiene a Cristo en su centro. Hacer apologética de una manera "teológica bíblica", significa que estamos hablando constantemente con la gente en el nivel de la perspectiva total del mundo y no dándoles un puñado de fragmentos espirituales para hacer de ello lo que quieran.

4.     Hacer apologética de una manera " teológica bíblica " significa que estamos fundamentando el hecho de que nuestro Dios es el Dios de la historia, que ha entrado en la historia y está llevando la historia a su clímax. Él no es el resultado de la especulación filosófica – que es la impresión que pueden dejarte algunos apologéticos.

Así, con esto de antecedente, aquí está mi conversación:

¿Captaste Toda la Historia?

De la bolsa de plástico de Sainsbury, echo sobre la mesa de tu cocina todas las piezas de un rompecabezas de mil piezas. Entonces te desafío a completar el rompecabezas antes de irte a acostar. Si lo vas a terminar, ¿qué necesitarás? ¿Una buena iluminación para ver? ¿Una taza de café y un plato de galletas digestivas de chocolate? ¿Un poco de música de fondo? Sí, todas esas cosas. Pero más que todo necesitarás la imagen de la caja. Si no te doy la imagen de la caja, estás derrotado antes de que incluso hayas comenzado porque cuando recojas una pieza azul, claro ¿Cómo sabrás si pertenece al cielo o al mar? Pero si te doy la caja y en ella hay una imagen de un prado de verano, entonces es posible que la pieza sea probablemente del cielo. Así que la colocas en algún lugar cerca de la parte superior y la presionas. La gran imagen de la caja es lo que hace posible encajar todas las piezas pequeñas.

Y es así con todas las distintas piezas de nuestras vidas. Si tengo que ordenarlas de una manera en la que tengan algún sentido, necesito una gran imagen. Sin una gran imagen no sabré dónde poner la pieza que se vea un poco a como podría ser mi profesión porque no voy a ver cómo se conecta con la pieza que se vea un poco a cómo podría ser mi relación con los amigos y la familia. Y no sabré qué hacer con la pieza que se vea como la muerte, porque realmente no he encontrado un lugar para la pieza que se vea como la vida. Sin una imagen en la caja sobre la cual trabajar, todo lo que tengo delante de mí es un montón de piezas sin conexión. Y el problema con las partes no conectadas del rompecabezas es que no es fácil decir lo que son realmente. ¿Pertenece al mar o al cielo?.

No hace mucho tiempo había una chica en una escuela secundaria americana que había quedado embarazada. Ella tuvo al bebé. Luego mató al bebé y arrojó el cuerpo al basurero antes de irse al baile de graduación de la escuela. Cuando fue arrestada no parecía entender lo que había hecho mal. Todos los comentaristas se sorprendieron y se preguntaron cómo podría haber sucedido tal cosa. Una única voz señaló exactamente cómo. "La hemos criado para creer que la vida es desechable", dijo. La imagen de la caja que le hemos dado sobre la cual trabajar es una en la que somos productos del tiempo, del azar y de la inevitabilidad química, cuyo propósito en la vida es m… ir de compras. Así que no hay ninguna sorpresa en que una niña destine un bebé no deseado al programa de las cosas por desechar. Ella no tiene ninguna razón para pensar que la vida es preciosa, ninguna razón de ver a un bebé como algo más que un producto desechable.

El problema es que, aunque esta es la imagen en la que hemos estado trabajando toda nuestra vida, hay algunas piezas a las que no podemos encontrarles lugar. Es como si la caja que te diera tuviera una escena alpina y entre las piezas has encontrado una que definitivamente tiene la imagen de una palmera en ella. Y ni siquiera puedes empezar a ver dónde encaja. En tu vida hay una pieza del rompecabezas que tu esposa ama; que siente que lo que están haciendo juntos no es sólo la propagación del ADN. Tienes piezas que ríen, que te hacen llorar, que se maravillan de las estrellas, que se ruborizan, que escriben poemas. Tienes un montón de piezas que te hacen sentir que quieres decir algo. Pero a la luz de la imagen de la caja con la que hemos crecido, de un universo que es escupido por casualidad y en última instancia sin sentido, es muy difícil ver cómo encaja cualquiera de esas piezas.

Así que tenemos una oportunidad de volver a dibujar la imagen de la caja, de tratar de explicar algunas de estas anomalías. Pero no hacemos un trabajo muy bueno. No podemos, porque cuando se trata de mirar el panorama general de la vida y del universo, soy demasiado pequeño. No puedo ver el cuadro completo. Estoy mirando el universo a través del ojillo de mi vida. Y la visión estrecha que consigues a través del ojillo puede ser muy engañosa. Tú piensas que ella está a punto de besarlo y yo creo que le está ayudando con su lente de contacto. ¿Qué es? Mirando a través del ojillo, es difícil decirlo.

No puedo ver el cuadro completo. Estoy mirando el universo a través del ojillo de mi vida.

Entonces, ¿Qué vamos a hacer? Resulta que vivimos a la luz de un marco de referencia, pero es un marco que hemos unido a la luz de la manera en la que vivimos. Hay una circularidad incómoda sobre las cosas.

La pregunta del millón es: "¿Hay alguien que pueda romper el círculo? ¿Hay alguien que no esté mirando el universo a través de un ojillo, alguien que sea lo suficientemente grande como para ver todo lo que está sucediendo?"

La afirmación cristiana es que Dios es la única persona lo suficientemente grande para ver todo lo que está sucediendo, y que en la Biblia nos ha dado la imagen de la caja que realmente tiene un sentido para todas las piezas de nuestras vidas.

Dios Nos Hizo para Él

Para empezar, no nos queda dictar significado para nosotros mismos. La Biblia comienza con Dios. Él le da significado a todo el universo. Y lo que descubrimos es que no somos un accidente. Dios nos creó y nos da un propósito en la vida. Y ese propósito no es ir de compras para nosotros mismos, sino vivir para Él. Él nos creó para disfrutar de su amor por nosotros y nos llama a crecer en nuestra relación con él viviendo a la par con lo que dice: amando las cosas que él ama, odiando las cosas que él odia, para que en la forma en la que nos tratemos los unos a los otros reflejemos su carácter.

Por supuesto que esto ya lo odiamos. Suena como si todo esto se tratara de renunciar a todas las cosas que hacen que ser humano sea tal aventura; suena como si esto se tratara de estar atado a los ‘nudos de los mandamientos’ de Dios. Pero cuando hay un creador en la caja, el cual ha creado a los seres humanos para vivir para él, los que son más plenamente humanos son los que viven más plenamente para él. Vivir para él no son grilletes, es libertad. Y es divertido. La vida con aquel que hizo las estrellas y las libélulas no es un sufrimiento prolongado y tampoco el uso de una "biblia destructiva". El cuerpo no es una prisión de la cual escapar. Él hizo nuestros cuerpos para disfrutar. Así que no nos dio combustible para mantenernos en nuestro lado del camino, nos dio comida para saborear: nos dio piñas, pescado a la parrilla, ensalada de patatas, pastel de chocolate y frambuesas.

La Biblia dice que vio Dios lo que había hecho y lo llamó "bueno en gran manera".

"Espera", tú dirás, "si la imagen de la caja es tan buena, ¿Qué pasa con todas las piezas feas del rompecabezas que se encuentran esparcidos sobre la faz de la tierra? ¿Qué pasa con las masacres, las guerras, las enfermedades? ¿Qué pasa con el tsunami del Océano Índico, sobre el terremoto en Cachemira? ¿Qué pasa con lo que ella me dijo, lo que él me hizo? eso realmente me dolió, ¿Dónde encajan esas piezas en el paraíso?"

Abandonamos a Dios

Cuando se trata de organizar esas piezas tengo que hacerlo a la luz de algo más de lo que está en la caja. La vida con Dios era buena, pero nos alejamos de Dios. Dijimos algo como: "Dios, no queremos vivir a la luz de tu estúpida imagen de tu estúpida caja". Y así, en nombre de la libertad, hemos desordenado las piezas. Las hemos roto, hemos raspado la pintura, y hemos tratado de juntarlas para hacer algo que por sí mismas no tenían la intención de hacer. Mientras que lo que Dios hizo fue bueno en gran manera, lo que nosotros hemos hecho no es bueno. De hecho, esta torcedura de la bondad de Dios es lo que llamamos maldad. Y toda la creación ha quedado atrapada en ella. Piensa en ello de esta manera. Las tijeras son herramientas excelentes para hacer cosas. Puedes divertirte bastante con ellas cortando cadenas de hombrecitos de papel y copos de nieve. Pero si pones las tijeras afiladas en las manos de un niño pequeño, necesitará la supervisión de un adulto. Sin ella, las cosas se ponen peligrosas. En una escala cósmica, nos perdamos en la creación sin una relación con Dios, y las cosas se ponen peligrosas para nosotros.

La armonía entre Dios y el hombre, entre el hombre y el hombre, y entre el hombre y la naturaleza es destruida. Un mundo que se ha apartado de Dios siempre terminará siendo una zona de guerra. Esto es porque la imagen de la caja nos muestra que Dios estaba destinado a estar en el centro de nuestras vidas. Las piezas fueron diseñadas para encajar dentro de los buenos propósitos de Dios para su mundo entero. Ahora bien, lo que ha sucedido es que cada uno de nosotros se ha puesto en el centro de la imagen, y en lugar de vivir en los buenos propósitos de Dios para su mundo, cada uno de nosotros está tratando de deslizar las piezas alrededor con la finalidad de alcanzar nuestros planes egoístas.

Estoy tratando de reorganizar las piezas para llegar a la cima. No soy particularmente sensible a las necesidades de los bosques tropicales o de los pobres o del hecho de que un niño muere cada 6 segundos de una enfermedad prevenible. No soy particularmente sensible a tus necesidades, debido a que estoy cuidando de mí. Pero las cosas se ponen feas, porque al igual que yo estoy cuidando de mí, tú estás cuidando de ti. En mi versión yo llego a la cima, en tu versión tú lo haces. Entonces ¿Qué hacemos? ¿Con qué versión nos quedamos? Así que luchamos por ello. No sólo con bombas sobre Bagdad, sino con palabras sobre los platos sucios. Cada uno de nosotros tratando de apuntalar nuestra versión de cómo creemos que las cosas deben ser.

El establecimiento posmoderno del lenguaje como juego de poder es sólo una manera francesa de hablar elegantemente acerca de lo que la humanidad ha estado haciendo durante siglos. Es lo que sucede cuando le decimos a Dios: "Dios, no queremos vivir a la luz de tu estúpida imagen."

El dolor y la brutalidad de nuestro mundo no toman a la Biblia por sorpresa. Si trabajas con la imagen de la caja que muestra la Ilustración, y te estás yendo con la idea de que la humanidad está en ascenso, esto te lleva a batallar por saber qué hacer con las piezas de violencia sin precedentes que han desordenado al siglo XX. Pero la imagen que ofrece la Biblia le da sentido a las piezas feas del rompecabezas que vemos esparcidas alrededor. Nos demuestra que no estamos en ascenso. Algo en nuestro mundo ha ido bastante mal. Esto no significa que la imagen de la caja ilustre un punto de vista deficiente sobre la humanidad. Lejos de eso. Como seres humanos creados por Dios, somos criaturas nobles. Pero usamos mal nuestra nobleza. La usamos de una manera para la cual nunca fue planeada.

Un Mundo Separado del Dios de la Vida

Entonces, ¿Qué hace Dios? Su paraíso es un lugar de paz, no para los belicistas. Así que Adán y Eva son arrojados fuera del jardín. Ellos son expulsados de la vida con Dios y hacia lo que la Biblia describe como la muerte. Oh, sus brazos y sus piernas se seguían moviendo, pero se encuentran muertos espiritualmente porque están separados del Dios de la vida.

La imagen sobria de la caja es que tú y yo nacimos al este del Edén. Todos nacemos en un mundo en el que nuestros brazos y piernas se mueven, pero estamos espiritualmente muertos. Así que, si estás leyendo la Biblia, te encuentras tan sólo en el capítulo tres y te enfrentas a la pregunta más importante que puedes hacer. ¿Cómo regresamos al motivo por el cual estamos en este planeta? ¿Cómo vuelve la humanidad a la vida con Dios?

Y todos mis intentos de tratar de suavizar mi vida cambiando de trabajos o cambiando de novios o cambiando de peinados, o uniéndome a un gimnasio, o viajando por el mundo son como aquel hombre con SIDA tratando de curarse a sí mismo poniéndose curitas en sus llagas. Esas llagas son sólo los síntomas de algo mucho más profundo que necesita ser curado. Y las llagas en mi vida hablan de un problema profundamente arraigado. Uno que necesita una cura profunda. Necesito ser restaurado a la vida con el Dios que me creó.

La Promesa de Vida Hecha por Dios

Cuando Dios expulsa a Adán y a Eva del Jardín, Él también hace una promesa. Promete que un descendiente de esta mujer vendrá a arreglar las cosas y nos restaurará nuevamente a la vida con Dios. Y la historia de la Biblia resulta ser la historia de Dios cumpliendo esa promesa.

Así que Dios toma a un hombre llamado Abraham y le promete que tendrá más descendientes que las estrellas que existen y que a través de sus descendientes bendecirá al mundo entero, llevando a todos nuevamente a la vida con Dios. Hay que decir que todo esto suena un poco improbable. Abraham y su esposa Sara son jubilados sin hijos. Así que cuando Sara escucha la promesa de Dios, ella sólo se ríe. Esto tiene que ser una broma. Pero el Dios de la Biblia es el Creador. Habló y las estrellas se situaron en su lugar. Cuando Él dice que algo pasará, eso sucederá, por imposible que nos parezca.

... el Dios de la Biblia es el Creador ... Cuando Él dice que algo pasará, eso sucederá, por imposible que nos parezca.

Así que no pasó mucho tiempo antes de que Abraham y Sara tuvieran a Isaac; Isaac tiene a Jacob; Jacob tiene a José y le da su túnica Technicolor de los sueños. La historia de José es como una de esas historias de malas noticias / buenas noticias.

Los hermanos de José están celosos de él, así que lo venden a un grupo de comerciantes de esclavos (malas noticias). Resulta bien, sin embargo, porque José termina como el esclavo principal en una de las casas más importantes de Egipto (buenas noticias). Pero la esposa de su amo lo incrimina porque no quiere dormir con ella. Así que José termina en la cárcel (malas noticias). Pero incluso esto resulta bien porque en la cárcel José conoce al copero del Faraón. Él le menciona a Faraón acerca de José; José recibe una audiencia y termina siendo Primer Ministro (buenas noticias).

Pero mientras tanto, en Canaán, hay una hambruna. Y estas son muy malas noticias. ¿Cómo es que todos los descendientes de Abraham iban a bendecir al mundo entero? Parece que iban a ser borrados de la faz de la tierra. Pero hay grano en Egipto. Así que los hermanos con humildad van a pedir un favor y ¿Quién podría estar a cargo de distribuir el grano? ¡José! (No saben si eso es una buena o una mala noticia). Cuando se reconocen unos a otros, hay un momento un poco incómodo, pero José despeja el ambiente diciendo: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien."

En otras palabras, se nos muestra que, a través del desorden de las relaciones humanas, Dios se encuentra obrando su plan para cumplir su promesa. Toda la historia humana está en sus manos. Tu vida no se está saliendo de control. Incluso en medio de los tiempos difíciles, Dios se encuentra obrando su plan.

Así que los descendientes de Abraham están seguros (buenas noticias) y todos ellos se agrupan hacia Egipto.

Después de un tiempo hay suficientes de ellos (buenas noticias) que los lugareños se ponen nerviosos y los convierten en esclavos (malas noticias). Y de esta manera el pueblo de Dios se pregunta ¿Qué pasó con la promesa de Dios acerca de restaurar todas las cosas? Hacer ladrillos de barro para los egipcios no era la idea de nadie sobre el paraíso.

El Dios que Libra

Pero Dios no ha olvidado su promesa. Y de esta manera llama a Moisés. Y nos preguntamos, ¿Moisés es, por fin, quien llevará al mundo entero al paraíso? Dios dice que por medio de Moisés él va a liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Y así es cómo lo hará: Él advierte que va a venir en juicio una noche y herirá al primogénito de cada hogar en Egipto. Esto iba a ser una demostración gráfica de que apartarse del Dios de la vida siempre conduciría a la muerte. "Pero", Dios les dijo, "tomad un cordero, matadlo y esparcid la sangre en el poste de la puerta, entonces cuando venga en juicio veré la sangre y pasaré de vuestra casa".

Te puedes imaginar al primogénito de la casa justo antes de acostarse:

"Papá, ¿mataste al cordero?"

"Sí, ahora vete a la cama."

"Pero papá, ¿has esparcido la sangre en la puerta?"

"Sí..."

"¿Y es claramente visible?"

Aquella noche hubo una muerte en cada casa. Aquellos sin sangre en la puerta sufrieron la muerte del primogénito. Dios pasó de largo de aquellos que habían tomado a Dios como su ordenamiento, de modo que habían esparcido la sangre en la puerta. Pero allí había sucedido una muerte. La muerte de un cordero. Por la mañana, el primogénito habría estado muy consciente de que se había mantenido a salvo gracias a la sangre del cordero.

Al día siguiente, Faraón ya había tenido suficiente. Él deja ir a los israelitas. El Señor los conduce a través del Mar Rojo y son libres. Pero libres no sólo para pasear por el desierto y hacer lo que quieran. Han sido restaurados por el motivo para el que fueron creados, han sido puestos en libertad para comenzar una nueva vida con Dios.

Dios les declara: "Os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí." En otras palabras, les está diciendo que los ha salvado para que tengan una relación con Él. Entonces les promete que los llevará a una tierra nueva, aquella prometida a Abraham, y que cuando se establezcan allí será una especie de paraíso.

Este rescate de Egipto es el escenario de lo que Dios promete hacer en el futuro. La Biblia ve al pueblo de Dios en Egipto como una imagen del estado de toda la humanidad. Nos gusta pensar que somos libres, y tememos que Dios vaya a venir y nos vaya a atar con cadenas. No, es cuando nos alejamos de Dios que terminamos en cadenas. Decimos cosas que desearíamos nunca haber dicho, hacemos cosas que desearíamos poder dejar de hacer. Pero no podemos. Y eso es debido a que no somos libres. Libre significa libertad para adorar a Dios tal como fuimos hechos, ser sus siervos reales, y disfrutar de la vida con Él en toda su plenitud. Como están las cosas, somos como los israelitas en Egipto: esclavos que se enfrentan a la expectativa de la muerte. De nuevo, la pregunta que estamos obligados a rememorar es: "¿Cómo podemos ser liberados de la esclavitud y ser restaurados a la relación con Dios para la cual fuimos hechos? ¿Cómo podemos volver a la vida con Dios?"

En respuesta a eso, los profetas continúan diciendo que Dios va a hacer un segundo Éxodo. Será más grande que el primero. Él no sólo sacará a los israelitas de Egipto; Él sacará a todos los pueblos de todas las naciones de la esclavitud en la que se encuentran.

Mientras tanto, Dios está guiando a los israelitas hacia la Tierra Prometida, y en el camino les da un montón de leyes. Es muy importante que entendamos el orden aquí mismo. La mayoría de la gente piensa que el trato con Dios se refiere a que él dice, "Aquí están mis leyes y si las guardas, entonces eso te calificará para la vida conmigo."

No. Si ese fuera el camino, ellos todavía estarían en Egipto haciendo ladrillos de barro. Dios no los rescata como recompensa por su buena conducta. Él los rescata tan sólo porque él es el tipo de Dios que cumple sus promesas y nunca abandonará a su pueblo. Luego, una vez que los ha rescatado, les dice: "Ahora, en la tierra a la que vamos, quiero que vivan de una manera que refleje mi carácter. Así que no mientan, porque yo soy un Dios de verdad. No roben, porque yo soy generoso, No cometan adulterio, porque yo soy fiel."

Esto significa que muy temprano en la historia vemos que la forma en que los "muertos caminantes" vuelven a la vida con Dios no es levantando sus calcetines, enfrentando las dificultades, decidiéndose a pasar una nueva página y esforzándose más para ser mejores personas. Es a través de Dios rescatándonos...

Una vez que las piezas se encuentran firmemente en su lugar conforme a la imagen de la caja, eso hace una gran diferencia en cómo organizo las piezas de mi vida. Significa que al final de día no estoy coleccionando todas las cosas buenas que he hecho, con la esperanza de que impresionen a Dios. Significa que no estoy señalándote de manera crítica, pensando: "Bueno, yo soy mejor que él, eso me tiene que poner en los primeros lugares. Si Dios no me elige, ¿A quién va a elegir?" No estoy buscando satisfacción en mis propios logros, significa que estoy buscando humildemente que Dios venga y me rescate.

Y tú te preguntas: "Pero yo no estaba en Egipto, ¿Dónde está la cuerda de salvación que me ha arrojado? ¿Dónde está el cordero, cuya sangre significa que el Señor pasará de mí?" Y es hacia este Cordero al que nos conduce el resto de la historia.

El Reino de Dios

En el Antiguo Oriente Próximo, los israelitas llegan a la tierra. Y eventualmente obtienen un rey David. ¿Es éste aquel? ¿Será éste quien acabará por destruir la maldad y establecer el paraíso? Por un tiempo las cosas parecen prometedoras. David es un buen rey. Pero entonces las ruedas de su reinado caen en cuanto juega con el asesinato y el adulterio. Pero mientras todos los demás rompen todas sus promesas, Dios continúa haciéndolas. Él promete que un descendiente de David, un rey de la línea de David, será, de hecho, aquel que el mundo está esperando.

Bajo el hijo de David, Salomón, tenemos un momento culminante del Antiguo Testamento. El pueblo de Dios está viviendo con Dios y los escritores dicen que nuevamente todo es parecido al Edén. Es maravilloso.

Un día esta mujer extremadamente rica con muchos camellos y joyería aparece y comienza a merodear alrededor del Reino. Salomón se enfrenta a ella, "¿Quién te crees que eres, la Reina de Sabá?" Resulta que realmente lo era. Ella había oído hablar de cuan maravillosa era la vida en el reino de Dios, así que había venido a dar un vistazo. Y ella se va a casa diciendo, "Ni aún se me dijo la mitad acerca de ella." La vida con Dios era mucho mejor de lo que ella esperaba.

Y así, nos preguntamos, ¿eso es todo? Las naciones del mundo en su conjunto están siendo bendecidas por los descendientes de Abraham que viven en una especie de paraíso. ¿Hemos llegado al final de la historia de Dios?

No, porque en el templo siguen sacrificando animales. Lo que suena bastante primitivo para nosotros.

¿Qué pasa con los sacrificios? Dios le está enseñando a su pueblo que su pecado sigue siendo un problema. Aún necesitan que su culpa sea quitada de ellos y sus conciencias sean limpiadas. Y el sacrificio de un carnero joven (por ejemplo) es una imagen de cómo Dios hace eso.

El sacerdote mira al pueblo y les dice: "Dios dice que tu pecado hace que merezcas la muerte." Entonces él pone sus manos sobre el carnero y le dice al pueblo: "Pero en su bondad, Dios dice, que tu pecado sea transferido sobre este carnero." Entonces el carnero es sacrificado y el sacerdote declara que el pueblo está perdonado. El carnero ha muerto para pagar por sus pecados.

Dios le dio a su pueblo un sistema de sacrificios que necesitaba hacerse una y otra vez, para recordarles que no tienen un derecho garantizado para disfrutar de la vida en su presencia. Dios todavía tiene que efectuar un poco de limpieza en sus corazones.

Y como para demostrar cómo eran, ¿qué hicieron? Al igual que tú y yo. Ellos se alejaron de Dios. Es como Adán y Eva otra vez. Ellos quieren hacer lo suyo. Ya no quieren vivir para Dios. Quieren ser como otras naciones. Así como Adán y Eva fueron expulsados del jardín, los israelitas fueron expulsados de la tierra y terminaron en Babilonia. Una vez más se convirtieron en esclavos. Todo es horriblemente familiar.

Una y otra vez vemos en la imagen de la caja que Dios no sonreirá ante el pecado. Dios los entregará a las consecuencias de su rebelión. Las personas que no quieran nada con Él tendrán su propio destino. No tendrán nada que ver con él. Ellos serán excluidos de la vida con él.

Al principio nos acobardamos por el hecho de que eso está en la caja. No queremos un Dios que juzgue. Pero cuando pensamos en ello por un tiempo nos damos cuenta de que es una muy buena noticia para nuestro universo, porque de repente lo que hago está lleno de significado. Imagina un universo cuyo veredicto final sobre nuestras vidas fue: "Haz lo que quieras, mira si me importa." Este es un Dios al que le importa. Él dice que en su universo la maldad no tendrá la última palabra. Él dice que al final pondrá en orden todo lo que está mal.

Así que cuando se trata de la forma en la que trato a mi hermano pequeño, el daño que hago con mi lengua afilada o la forma en la que utilizo a mi novia, no lo puedo ignorar. La imagen de la caja me dice que soy responsable de lo que hago. Lo cual significa que importa lo que hago; lo cual significa que, en última instancia, yo importo.

Dios Promete a Su Siervo

Mientras tanto, en los ríos de Babilonia, los israelitas no son felices. De hecho, ellos "se sentaron y lloraron cuando se acordaron de Sion." Ellos no podían entender cómo es que Dios podía haber permitido que les sucediera esto. Quizás ha estado fingiendo. Tal vez es impotente contra los dioses babilonios. Tal vez no es el único Dios verdadero.

Pero en medio de sus dudas y temores Dios les dice que este exilio no durará para siempre. Él les dice: "Cuando termine, entonces verán que yo soy Dios".

Él dice que enviará a su siervo. Y este siervo por su voluntad hará el tipo de cosas que sólo Dios puede hacer. De una vez por todas rescatará a todo el pueblo de su exilio del Dios de la vida. Él terminará el gran Éxodo y guiará a toda la gente a casa, de regreso hacia el Dios que los creó.

Lo que les desconcertó fue la forma en la que Dios les dijo que este siervo llevaría a cabo su tarea. El profeta Isaías dice que él iba a sufrir y a ser conducido como un cordero al matadero, y que el "Señor cargó en él el pecado de todos nosotros."

Bueno, sin lugar a duda, después de 70 años, el Rey de Persia conquista Babilonia y les dice a los israelitas que pueden irse a casa. Ellos regresan a Jerusalén y se preguntan: "¿Eso es todo? ¿Este es el rescate final de Dios?" Pero los ancianos se echaron a llorar. Por supuesto que esto no es todo. Este no es el paraíso restaurado que fue prometido. Esto incluso no es tan bueno como lo era antes.

Así que los profetas comienzan a dar explicaciones. Sí, físicamente estamos de vuelta en Jerusalén. Pero espiritualmente aún estamos muy lejos de casa. Y así, al final del Antiguo Testamento, el pueblo de Dios todavía está esperando que Dios cumpla su promesa de regresar y arreglar las cosas. Así que esperan. Y esperan.

La Llegada del Rey

Durante casi 400 años nada. Entonces un tipo llamado Juan con una chaqueta de pelo de camello y una línea excéntrica de bocadillos, se para en el desierto y grita, "¿Saben cómo es que Dios enviará a su siervo para acabar con el exilio? Bien, ¡prepárense! Prepárense para aquel que hemos estado esperando, para aquel cuyas sandalias no soy digno de desatar." Por fin, Dios viene a nuestro rescate. Todos están emocionados. Y luego sube este hijo de carpintero de Nazaret. Y debe decirse, fue una gran decepción.

Pero este Jesús se levanta en la sinagoga y lee un poco del profeta Isaías, en la parte donde Dios dice que un día vendrá, acabará con el exilio, liberará a la gente y restaurará las cosas de la manera en la que se suponía que las cosas debían ser.

Y Jesús guarda el rollo y con calma, dice: "Hoy se cumple esa promesa." Ellos están indignados. ¿Quién se cree que es? Restaurar todas las cosas era algo que Dios vendría a hacer.

Entonces Jesús sana a los enfermos; con una palabra calma una tormenta; alimenta a 5000 personas con el almuerzo de un niño pequeño; resucita a un hombre muerto. Y sus discípulos se preguntan, "¿Quién es este tipo?"

La gente suele preguntar: "¿Por qué Dios no viene y se da a conocer?" La afirmación del Nuevo Testamento es que él ya lo ha hecho.

Y todo el tiempo Jesús les está diciendo: "¿Lo que he estado haciendo les recuerda algo? ¿A quién conocen que tenga poder sobre el mar, que famosamente haya alimentado a la gente en el desierto, que tenga el tipo de poder para resucitar a los muertos?" Entonces un día lo dice directamente. Los discípulos le dicen: "Muéstranos el Padre." Y Jesús responde: "No lo entienden, el que me ha visto a mí, ha visto al Padre."

La gente suele preguntar: "¿Por qué Dios no viene y se da a conocer?" La afirmación del Nuevo Testamento es que él ya lo ha hecho. Si hubieras estado allí hace 2000 años podrías haber visto a Dios, caminando por las calles de Palestina. Podrías haberlo tocado. Podrías haberle besado la cara.

El Rey en la Cruz

De esta manera, el Hijo de Dios se dirige a Jerusalén y los discípulos le dicen: "¡No vayas, ellos te matarán!" Y él les dice: "Sí, eso es exactamente por lo que he venido, he venido a morir." Él les explica que ha venido a dar su vida como un pago de rescate. Así es como nos va a liberar de la esclavitud en la que estamos.

La crucifixión de Jesús es un poco como la historia de José. Desde la distancia, parece que los acontecimientos de la vida de Jesús se han salido de control, y que una carrera prometedora es brutalmente interrumpida durante su apogeo. Pero resulta que mientras estamos haciendo las peores cosas, Dios está llevando a cabo lo mejor. Incluso a través de los momentos más feos de la historia de la humanidad, Él está trabajando en sus propósitos buenos. Y no puede ponerse más feo que lo ocurrido en la cruz.

¿Recuerdas lo que Jesús grita desde la cruz? "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

La imagen de la caja ha dejado claro que el abandono de Dios es para aquellos que se han alejado de Dios. ¿Por qué la única persona inocente en la historia del universo está siendo abandonada por Dios?

Mira la cruz a través del lente de nuestra propia cultura y no hay forma de que alguna vez lo entendamos. Pero mírala a la luz de la historia que se desarrolla y observa cómo esto es el clímax del plan de Dios para rescatar a la humanidad.

Piensa en la Pascua. La sangre del cordero los salvó del juicio de Dios. Piensa en los sacrificios del templo. El animal murió en lugar del pueblo, para que sus pecados pudieran ser perdonados. Piensa en el siervo que iba a venir y a morir como un cordero, llevando sobre sus hombros la culpa del mundo. Y así comienzas a entender la Cruz.

Por su muerte hemos sido salvos del juicio de Dios y liberados de la esclavitud. Es por su muerte que Jesús ha terminado con el gran Éxodo. Es por su muerte que Dios nos llama a casa.

Muchas personas con las que hablo piensan que puede existir un Dios. Pero no pueden ver por qué vale la pena prestarle atención. Hasta donde ellos puedan decir, si él está allí, se sienta en la seguridad de su cielo, cortándose las uñas de sus manos, mirándonos hacia abajo con indiferencia. Si a Él le importara, podrías pensar que Él pudiera hacer algo. Si él quisiera que le prestáramos atención, podrías pensar que él nos podría prestar atención a nosotros.

Mira hacia la cruz y allí es donde ves que el Dios de la Biblia nos ha prestado atención. Se ha arremangado y se ha ensuciado las manos para llevar a cabo su plan de rescatarnos. Es un plan que significaba, en su clímax, enviar al hijo que amaba a tomar sobre sus propios hombros las consecuencias del lío que hicimos cuando nos alejamos de él. Y todo lo hizo para que pudiéramos ser liberados de ser hombres y mujeres caminando en muerte, y así entrar a la vida con él, la vida en toda su plenitud.

La imagen de la caja es muy diferente de aquella en la que piensan las personas que hacen programas de televisión religiosos. Ellos piensan que la religión se trata de la búsqueda de Dios por parte de la humanidad, como si Dios se hiciera del rogar. Pero en la Biblia no hay una parábola acerca del pastor perdido que es perseguido por las ovejas diligentes. La Biblia dibuja un cuadro sobre nosotros en donde, al igual que las ovejas, nos hemos perdido desesperadamente. Estamos muy lejos de él, lejos de casa. Y en su amor Él ha venido a buscarnos. Y eso le costó todo. Él es el buen pastor que da su vida por nosotros las ovejas.

El Rey de la Nueva Creación

Mientras tanto, los discípulos no lo entienden. Ellos se habían atrevido a tener la esperanza de que Jesús fuera el Mesías enviado por Dios para acabar con el mal de una vez por todas y restaurar las cosas de la manera en la que se suponía que debían ser. Pero el Mesías iba a tener poder sobre la vida y la muerte, no a terminar asesinado. El Mesías iba a ser instalado como juez del universo, no a terminar condenado en un tribunal informal. Todo lo que les quedaba era regresar a su pesca.

El domingo algunos de ellos van a visitar la tumba. Y su cuerpo ha desaparecido.

Mientras tanto, un par de discípulos quebrantados de corazón se dirigen hacia Emaús, y en el camino se encuentran con un compañero de viaje que los desafía. "Si tan solo hubieran entendido las Escrituras, entonces no estarían tan confundidos por la muerte del Mesías." Así que, comenzando por el Génesis, él les cuenta toda la historia de la Biblia. Y luego se dan cuenta de que el compañero de viaje es Jesús. Él está vivo. la tumba vacía; las apariciones de Jesús a sus seguidores y la historia que la Biblia contó acerca del plan eterno de Dios se juntaron para convencer a los primeros cristianos de que Jesús había resucitado de entre los muertos. Y eso lo cambia todo.

Para empezar, esto significa que la muerte no tiene la última palabra. Los judíos esperaban un día de resurrección cuando todas las personas serían levantadas y se haría justicia. Ese día Dios se ocuparía de todo lo que está mal y comenzaría a hacer nuevas todas las cosas. La resurrección de Jesús es como las primicias de la cosecha. Muestra que habrá aún más. Muestra que, así como Jesús ha sido resucitado, un día todos seremos resucitados y Dios se ocupará ciertamente de todo lo que está mal y pondrá todas las cosas en orden. La resurrección muestra que un día Dios hará que todo el mundo sea nuevo.

Los judíos no sólo esperaban ansiosamente ese día, sino que buscaban a aquel que estaría en el centro de ese día. La expectativa era que en el corazón de ese día habría alguien a quien Dios le daría toda la autoridad para ejecutar la justicia, alguien que tendría el poder para ocuparse de todo lo que está mal y poner todas las cosas en orden. Bien, el primer sermón que los primeros cristianos predicaron, sólo unas semanas después de la muerte y resurrección de Jesús fue: "Jesús es el Señor." En otras palabras, su resurrección muestra que él es el designado por Dios para tener toda autoridad sobre la nueva Creación de Dios.

Si eso está en la caja, tengo que reorganizar las piezas de mi vida rápidamente. La pieza que yo pensé que mostraba a Jesús sólo como un buen maestro, lo hizo muy fácil de ignorar. Resulta que él es el único que tiene mi destino eterno en sus manos. El gran cuadro me muestra que no puedo permitirme ignorarlo.

En Génesis, Dios prometió bendecir al mundo a través de un descendiente de Abraham. Resulta que Jesús es ese descendiente. Es a través de él que todos los pueblos de todas las naciones son llamados nuevamente a la bendición de la vida con Dios.

Pablo reflexiona acerca de todo al hablar sobre la manera en la que Adán era la cabeza de la raza humana. Pero Adán lo arruinó y nos sacó a todos fuera del paraíso hacia el exilio. Cristo viene como el segundo Adán, un nuevo comienzo, una nueva cabeza de la raza humana. Y nos saca del exilio hacia el paraíso.

Abandonados a nuestros propios medios, nos encontramos al este del Edén, atados a Adán, siguiendo su camino lejos de Dios. Un cristiano es alguien que reconoce que alguna vez estuvo atado a Adán. Pero ahora está atado a Cristo. A través de él hemos sido restaurados a aquello que significa ser humano, porque nos ha regresado a la vida con Dios. Fiel a lo que había prometido en el Antiguo Testamento, nos da su Espíritu para empezar a hacernos nuevos desde el interior para que comencemos a amar las cosas que él ama, odiar las cosas que él odia y nos tratemos de una manera que refleje su carácter.

Esta relación con Dios es aquella que comienza ahora, pero espera el día en que disfrutemos de la vida con Dios por siempre en un mundo hecho nuevo. Y ese mundo hecho nuevo no es una "vida adicional" como si fuera alguna " idea adicional". Es el evento principal. Es el lugar hacia donde se ha dirigido el plan de rescate de Dios. Y la nueva creación no es un mundo afelpado de nubes y ángeles en camisones. Este mundo actual es el mundo frágil donde las cosas se pudren, se oxidan, se desvanecen y mueren. El mundo por venir es el mundo del gozo incondicional y los placeres duraderos. Dios dice que cuando él haga todas las cosas nuevas, estaremos con él, y él estará con nosotros y "enjugará Dios toda lágrima de nuestros ojos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron."

Si la perspectiva de una nueva creación está en la imagen de la caja, reorganizarás las piezas de tu vida de una manera totalmente diferente. Te libra de vivir para ti mismo. Te libra para vivir por los demás. Cuando todo lo que el futuro aguarda son 80 años y luego pereces, te ves obligado a ver de todo, probar de todo y obtener todo lo que este mundo tiene que ofrecer. Y cualquiera que se interponga en tu camino es susceptible a ser pisoteado. Pero si terminas un grado de estudios en Balham, y tomas tus vacaciones en Bognor, si estás atado a Cristo y has dado tu vida para servirle y reflejar sus caminos en la forma en la que tratas a los demás, no te has perdido. Lo mejor está por venir.

Al final, la imagen de la caja que narra la historia del universo es una imagen de una persona, Jesucristo. Él dice: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia." Él no promete una vida fácil donde todos tus problemas hacen la maleta y se van, donde pases todos tus exámenes y donde nunca te enfermes. Él está afirmando ser el único que le da sentido a la vida y el único que es la fuente de la vida tal como está destinada a ser, porque él es el único que ha venido a restaurarnos al motivo por el cual estamos en este planeta: él ha venido para darnos vida en una relación con el Dios que nos creó, vida que comienza ahora y que dura para siempre.

 


Última modificación: martes, 18 de octubre de 2022, 12:18