Credo de Nicea

Creo en un solo Dios, el Padre todopoderoso, Creador del cielo y la tierra y de todo lo visible y lo invisible.

Y en un solo Señor Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios, engendrado del Padre antes de todos los mundos; Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios, engendrado, no creado, siendo de una sustancia con el Padre, por quien todo fue hecho.

Que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y se encarnó por obra del Espíritu Santo de la Virgen María y se hizo hombre; y fue crucificado también por nosotros bajo Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y al tercer día resucitó, de acuerdo a las Escrituras; y ascendió a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre; y vendrá otra vez, con gloria, para juzgar a los vivos y a los muertos; cuyo reino no tendrá fin.

Y yo creo en el Espíritu Santo, el Señor y dador de vida, que procede del Padre [y el Hijo]; que con el Padre y el Hijo junto es adorado y glorificado; que habló por los profetas.

Y creo en una, santa, Iglesia católica y apostólica. Confieso un solo bautismo para el perdón de los pecados; y espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

El Concilio de Nicea se reunió en el año 325 para abordar las opiniones de un hereje llamado Arrio. El negaba que Jesús fuera plenamente Dios. El Consejo afirmó una fe bíblica en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 

Последнее изменение: вторник, 6 марта 2018, 07:22