El Libro de Dios (Dr. Feddes)
El Libro de Dios
Por David Feddes
Si tomáramos en serio el hecho de que la Biblia es el libro de Dios, nos aseguraríamos de leerla todos los días para escuchar a Dios y cultivar una relación con él. Sin embargo, con demasiada frecuencia, incluso las personas de la iglesia rara vez leen la Biblia y no saben lo que dice. Estamos viviendo en medio de un excedente de Biblias y una escasez de conocimiento bíblico. Incluso aquellos que dicen creer en la Biblia a menudo no saben lo que dice. Un profesor de la Universidad de Yale con una larga carrera dice: "Cuando llegué por primera vez a Yale, incluso aquellos que provenían de entornos no religiosos conocían la Biblia mejor que la mayoría de los que ahora provienen de familias que asisten a la iglesia". ¡Los incrédulos de antes conocían más de la Biblia que los congregantes de hoy!
Nuestro mayor problema no es que la gente piense que la Biblia es un libro malo. Siempre hay personas que odian la Biblia y rechazan categóricamente a Dios, pero si eres como la mayoría de las personas, no odias la Biblia. Piensas sobre ésta como el buen libro. ¿Pero realmente la abordas como el libro de Dios? ¿La lees? ¿Sabes lo que dice? ¿Basas tu vida en sus enseñanzas?
Tal vez pienses en la Biblia de la manera en la que piensas sobre Guerra y Paz de Leo Tolstoy. Sabes que se supone que es un clásico, y no tienes nada en contra. Pero es demasiado largo, y no es lo tuyo. Bueno, podría estar bien pasar por alto Guerra y Paz, pero la Biblia no es solo otro clásico. Es el único libro que no puedes permitirte ignorar.
Para aquellos que rechazan totalmente la Biblia, es urgente que la vean desde una nueva perspectiva, pero es igualmente urgente para aquellos de nosotros que decimos que la Biblia es el Libro de Dios comenzar a actuar como si en verdad creyéramos eso. Después de todo, si las personas de la iglesia son fieles a la Biblia, siempre hay esperanza de que los que están fuera de la iglesia sean atraídos a la verdad. Pero si incluso las personas de la iglesia no viven bajo la autoridad de la Biblia, ¿por qué esperar que los incrédulos acudan a la Biblia o al Dios de la Biblia?
Centrémonos en cuatro hechos sobre el libro de Dios. Primero, la Biblia es dada por Dios. Segundo, la Biblia es verdadera. Tercero, la Biblia es comprensible. Y cuarto, la Biblia es útil.
Dada por Dios
Comencemos con el hecho de que la Biblia es dada por Dios. Los escritores humanos de la Biblia no escribieron sus propias ideas inventadas. Escribieron lo que Dios les había mostrado. Como lo dijo el apóstol Pedro: "No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad... Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:16-21).
Dios usó a varios escritores para producir los 66 libros de la Biblia. Pedro fue uno; Pablo fue otro. Pablo dijo: "El evangelio anunciado por mí, no es según hombre... pues… lo recibí… por revelación de Jesucristo" (Gálatas 1:11-12). Pablo sabía que las verdades que enseñaba provenían directamente de Dios, y sabía que este era el caso con todos los escritos bíblicos. Él dijo: "Toda la Escritura es inspirada por Dios" (2 Timoteo 3:16).
Ahora, si toda la Biblia es inspirada por Dios, ¿cómo deberíamos responder a lo que Dios dice en ella? Muchos de nosotros pensamos que la Biblia es un buen libro, pero tendemos a manejarla de la manera en que manejamos los consejos de nuestro abuelo. Claro, el abuelo es un buen viejo, y él dice muchas cosas buenas, pero el viejo puede ser un poco aburrido a veces. No queremos quedarnos estancados escuchándolo durante mucho tiempo. Además, su memoria no siempre es tan buena, y a veces se equivoca. Además de todo eso, los tiempos cambian. Algunas de las ideas del abuelo son viejas y desactualizadas; simplemente no funcionan en el mundo moderno.
Bueno, aparte de decir que los abuelos merecen más respeto que eso, tengo noticias para ti: Dios no es tu abuelo. Él es el Señor del universo. Él es Dios hoy tanto como lo fue Dios hace miles de años; Sus ideas no se quedan obsoletas. Él sabe todas las cosas; no comete errores ni tiene fallas de memoria. Dios es eterno, omnisciente y todopoderoso, y cuando habla en la Biblia, habla con autoridad absoluta y definitiva. No podemos ignorar ni evitar nada de lo que dice la Biblia, porque no es solo algo que las personas inventaron por su cuenta. La Biblia es dada por Dios.
Verdadera
Aquí hay un segundo hecho básico sobre las Escrituras: la Biblia es verdadera. ¿Cómo podría ser otra cosa que no sea verdad, ya que proviene de Dios? "Es imposible que Dios mienta" (Hebreos 6:18). Algunas personas religiosas dicen que creen que la Biblia es la Palabra de Dios de una manera general, pero piensan que contiene errores. Pero eso no es lo que dijo Jesús. Jesús declaró: "La Escritura no puede ser quebrantada" (Juan 10:35). Un escritor bíblico inspirado dijo: "La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia" (Salmos 119:160).
La biblia es verdadera. Tú y yo no estamos en posición de decir que estamos en lo cierto y que Dios está equivocado en algún asunto. La verdad de la Biblia no depende de si tú o yo la creemos. Algunos críticos insisten en que la Biblia no es confiable, que está equivocada en muchas cosas, pero ¿significa esto que la Biblia está equivocada? No, significa que los críticos están equivocados.
Sin embargo, si eres como mucha gente, no atacas la Biblia ni dices que es falsa. Simplemente no hablas de algo verdadero o falso cuando se trata de asuntos de religión. Piensas que todos debemos elegir nuestras creencias religiosas sobre la base de lo que funciona para nosotros. Y así eliges tus creencias, no sobre la base de si las creencias encajan con los hechos, sino de cómo te hacen sentir.
El profesor y autor Gene Edward Veith señala que cada vez más personas hablan en términos, no de verdad, sino de gusto.
En lugar de decir: "Estoy de acuerdo con lo que enseña la iglesia", la gente dice: "Me gusta esa iglesia". En lugar de decir: "Creo en Jesús", la gente dice: "Me gusta Jesús". Por supuesto, generalmente a ellos no les "gusta" la enseñanza bíblica sobre el pecado, sobre el infierno y sobre el juicio. Lo que no les gusta, no lo creen.
Cuando las personas excluyen la verdad, basando su fe en lo que disfrutan y en lo que desean, pueden creer literalmente en cualquier cosa. Es por eso que las personas ricas y bien educadas son tan abiertas a las líneas directas psíquicas, a los vendedores de cristal, a los canalizadores de extraterrestres, y a lo que parecen ser obvios gurús fraudulentos de la Nueva Era. ¿Cómo podría alguien creer en tales cosas? La respuesta, por supuesto, es que la verdad no tiene nada que ver con las creencias religiosas posmodernas. Los devotos dicen cosas como: "El Maharishi es realmente genial". O "Me gusta mucho el budismo". O "La cienciología realmente me ayuda a estar en contacto con mis sentimientos".
El mayor enemigo de la verdad bíblica en estos días no es ningún ataque directo que niegue que la Biblia es verdadera. El mayor enemigo es la actitud de que no importa mucho si una creencia es verdadera; lo que importa es cómo te hace sentir una creencia. Buscas una iglesia que pueda darte la mejor charla en pensamientos positivos y te haga sentir bien contigo mismo, sin preocuparte por cuán veraces son sus enseñanzas. Buscas un predicador que sea divertido, entretenido y agradable, sin preguntar si está predicando la Biblia y no solo su propia inteligencia. Te unes a una iglesia porque te sientes como en casa con el estilo de la música sin preocuparte por la precisión con que sus doctrinas reflejan la verdad de la Biblia.
Cuando haces esto, niegas la verdad de Dios con la misma seguridad que alguien que insiste abiertamente en que la Biblia es falsa. El hecho de que la Biblia sea verdadera significa no solo que nunca debemos negar directamente su confiabilidad, sino también que nunca debemos basar nuestras creencias en el gusto y no en la verdad, en cómo nos sentimos más que en lo que Dios dice. La verdad de Dios nos pone en contacto con quién es él, no solo con lo que imaginamos que es.
Comprensible
Un tercer hecho básico sobre el libro de Dios es que es comprensible. Dios otorga verdad bíblica para iluminarnos, no para confundirnos. Como lo dice el Salmo 119:130, "La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples".
Ha habido momentos en la historia en que la elite religiosa desalentó la lectura de la Biblia para las personas comunes. Afirmaban que tenías que ser un experto para saber aquello a lo que realmente se refería la Biblia. Pero la Biblia no solo les habla a eruditos y a expertos. La Biblia es comprensible. Dios habla a través de leyes e historias, de poemas y cartas que pueden ser entendidos por la gente común. La Biblia "hace entender a los simples".
Esto no significa que siempre podamos entender cada oración de la Biblia la primera vez que la leemos, o que nunca nos queden preguntas sin respuesta, o que los eruditos y predicadores son inútiles. Pero sí significa que las personas simples y corrientes pueden leer la Biblia por sí mismas y entender las grandes verdades que Dios quiere que comprendan.
La Biblia "hace entender a los simples". ¿Significa eso que la Biblia trata a las personas como simples? No, los autores bíblicos tratan a las personas con respeto, como pensadores, como personas responsables. No tienes que ser un genio o un experto para usar la Biblia, pero debes leer con cuidado, pensar mucho y responder a la verdad que confronta tu mente.
¿Qué significa esto para los predicadores y para las iglesias en una época de vendedores? Por un lado, significa que nunca debemos tratar de eludir al cerebro, como lo hacen algunos anunciantes. Muchos anuncios de televisión tienen imágenes coloridas, música pegadiza y humor inteligente, pero no presentan información objetiva sobre el producto que se vende. Algunas iglesias adoptan este mismo enfoque. Ofrecen una religión colorida, pegadiza e inteligente sin mucho contenido real. Ellos entretienen sin comprometer la mente. Eso es una traición a la Biblia y un insulto a las personas a las que intentan llegar.
Luego está la estrategia publicitaria de presentar solo aquellos hechos que el comprador encontrará atractivos. Probablemente has visto ofertas de un regalo gratis o una ganga fabulosa. La oferta puede ser cierta, pero con demasiada frecuencia la oferta aparece en letras grandes, mientras que los costos adicionales están ocultos en letras pequeñas que casi no se pueden leer. El objetivo es inscribirte en algo sin avisarte en qué te estás metiendo.
De la misma manera, algunas iglesias y predicadores se ven tentados a presentar solo los aspectos de la verdad de Dios que les gustan a las personas y a ocultar el resto. Pero Jesús nunca hizo eso, y tampoco lo hicieron los profetas y los apóstoles de la Biblia. Las Escrituras hablan de paz y gozo y de otras maravillosas promesas, pero también son honestas y directas sobre el pecado, el arrepentimiento, el juicio y otros hechos que a las personas no les gusta escuchar. La Biblia muestra las bendiciones de ser cristiano, pero también afirma claramente que debes abandonar ciertas cosas para seguir a Jesús.
El apóstol Pablo dijo: "Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios... Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor" (2 Corintios 4:2,5). Entonces, no tratemos de hacer que la verdad bíblica sea tan complicada que solo los expertos puedan comprender sus pensamientos principales, y no hagamos de la iglesia un trabajo de ventas que manipule a las personas para que compren un evangelio que no entienden. La Biblia es comprensible. Dios quiere que entendamos su verdad en Cristo para que podamos brindar una respuesta informada y significativa.
Útil
El cuarto y último hecho que quiero tratar aquí es que la Biblia es útil. Sus dos áreas principales de utilidad son mostrarnos cómo ser salvos y mostrarnos cómo convertirnos en las personas que Dios quiere que seamos. La Biblia dice: "Las Sagradas Escrituras... te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17).
A menudo pensamos en la utilidad en términos de las necesidades que sentimos. Pero nuestras necesidades sentidas no son siempre nuestras mayores necesidades. Digamos que vas al médico porque tienes dolor de garganta y quieres una receta para algunos antibióticos. Pero tu médico descubre un crecimiento canceroso en tu garganta y dice que la cirugía inmediata es lo único que puede salvar tu vida. En ese momento, será mejor que te olvides de lo que pensabas que necesitabas. No necesitas una prescripción rápida. Necesitas cirugía. Tienes que aceptar el diagnóstico del médico y someterte a su cura.
De la misma manera, puedes ir a la iglesia buscando ayuda con tus finanzas o un impulso emocional, pero las Escrituras dicen que tienes problemas más grandes que eso, y Dios tiene algo mucho más maravilloso que darte. Es por eso que los predicadores verdaderamente bíblicos no solo ofrecen tranquilidad; llaman al arrepentimiento. No solo ofrecen un impulso emocional; anuncian vida eterna.
La Biblia nos hace sabios para la salvación: ese es su primer y mayor utilidad. Lo hace a través de dos líneas principales de Escrituras: la ley y el evangelio. La ley, como se resume en los Diez Mandamientos, nos proporciona un diagnóstico de nuestro problema: nos muestra nuestro pecado al mostrar lo que un Dios santo espera de nosotros. La ley muestra que nos quedamos cortos, y que nuestra mayor necesidad es ser rescatados del pecado y del infierno. Luego, una vez que reconocemos nuestro pecado al escuchar la ley de Dios, el evangelio nos muestra el camino de la salvación. El evangelio nos muestra que la muerte de Jesús es el único pago por nuestros pecados, que la resurrección de Jesús es nuestro vínculo con la inmortalidad, y que la fe en Jesús es la única manera de estar bien con Dios y de recibir la vida eterna. La primera utilidad principal de la Biblia, entonces, es hacernos sabios para la salvación a través de la fe en Jesús.
La segunda gran utilidad de la Biblia es enseñar a las personas que han sido salvas y guiarlas en los caminos de Dios. Como dice la Biblia, es "útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia". Desafortunadamente, este uso de las Escrituras es bastante extraño con relación a la forma en la que muchos de nosotros pensamos hoy en día.
El profesor Veith, a quien cité anteriormente, habla sobre una conversación entre un pastor y un joven en su iglesia. Este joven dijo que creía firmemente en Cristo y en la Biblia. Pero también creía en la reencarnación. Pensaba que sería genial regresar en varias vidas distintas.
Después de discutir con él pero sin llegar a ninguna parte, el pastor finalmente decidió aclararle las cosas. "Crees en la Biblia, ¿verdad?" le preguntó.
"Claro", respondió el joven.
El pastor se sentó con él, sacó una Biblia y le pidió que buscara Hebreos 9:27: "Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio".
"Para que puedan ver", dijo el pastor, "que la Biblia enseña claramente que no reencarnamos. Morimos una vez, y luego somos juzgados. Los muertos no regresan, sino que son enviados al Cielo o al Infierno. Eso es lo que dice, ¿verdad? El hombre está destinado a morir una vez, y luego a enfrentar el juicio".
El joven se detuvo un minuto. Luego dijo: "Bueno, esa es su interpretación".
¿Fue solo la interpretación del pastor? No, es lo que la Biblia dice sin rodeos. Es una oración dada por Dios, verdadera y comprensible que es útil para enseñar, reprender y corregir un error común. Entonces, ¿cómo es que la mayoría de las personas en América del Norte dicen que la Biblia es inspirada y, sin embargo, muchos creen en la reencarnación? Muchos simplemente no saben lo que dice la Biblia, y cuando se les comunica lo que dice, no quieren permitir que la Biblia les enseñe, les redarguya y corrija sus errores. Cuando alguien nos muestra un versículo de la Biblia que claramente contradice nuestros errores, decimos obstinadamente: "Bueno, esa es tu interpretación".
Es hora de que todos dejemos de ser tan tercos y esquivos. Es hora de humillarnos ante Dios de y someternos a su Palabra. Debemos someter nuestras creencias y nuestro comportamiento a la Biblia. Las iglesias deben fundamentar su mensaje y su ministerio en la Biblia, de modo que los que están fuera de la iglesia escuchen el mensaje salvador y transformador de vidas de las Escrituras.
No te limites a llamar a la Biblia "el buen libro". Es el libro de Dios: es dado por Dios, es verdadero, es comprensible y es útil. Así que léelo. Ora por éste. Piensa sobre éste. Aprende el camino de salvación de Dios en éste. Descubre a Jesucristo a través de éste. Y abandona cualquier creencia o comportamiento tuyo que contradiga lo que enseña y, en cambio, vive según la Palabra de Dios. Dondequiera que la Biblia sea leída, creída y obedecida, seguramente se producirá un gran avivamiento de la vida espiritual. Dondequiera que la Biblia sea rechazada o descuidada, seguramente proseguirá un desastre espiritual. Las palabras del libro de Dios no son solo palabras ociosas, ¡son tu vida! (Deuteronomio 32:47)