Los Decretos Divinos (Louis Berkhof)
Los Decretos Divinos por Louis
Berkhof
1. Los Decretos Divinos en General
El decreto de Dios es su plan o propósito eterno, en el cual Él pre ordenó todas las cosas que suceden. Dado que incluye muchos detalles, a menudo hablamos de los decretos divinos en plural, aunque en realidad no hay más que un solo decreto. Cubre todas las obras de Dios en la creación y en la redención, y también abarca las acciones de los hombres, sin excluir sus actos pecaminosos. Pero aunque hizo segura la entrada del pecado al mundo, no hace a Dios responsable de nuestras acciones pecaminosas. Su decreto con respecto al pecado es un decreto permisivo.
a. Características del decreto. El decreto de Dios está basado en sabiduría, Ef. 3:9-11, aunque no siempre lo entendemos. Se formó en las profundidades de la eternidad, y por lo tanto es eterno en el sentido más estricto de la palabra, Ef. 3:11. Además, es eficaz, de modo que todo lo que está incluido en él ciertamente se cumple, Is. 46:10. El plan de Dios también es inmutable, porque Él es fiel y verdadero, Job 28:13, 14; Is. 46:10; Lucas 22:22. Es incondicional, es decir, su ejecución no depende de ninguna acción del hombre, sino que incluso hace que tal acción sea verdadera, Hechos 2:23; Ef. 2:8. Además, es completamente inclusivo, abarcando las acciones buenas y perversas de los hombres, Ef. 2:10; Hechos 2:28, los eventos contingentes, Gn. 50:20, la duración de la vida del hombre, Job 14:5; Sal. 39:4, y el lugar de su morada, Hechos 17:26. Con respecto al pecado, es permisivo.
b. Objeciones a la doctrina de los decretos. Muchos no creen en la doctrina de los decretos, y plantean especialmente tres objeciones.
(1) Es inconsistente con la libertad moral del hombre. Pero la Biblia claramente enseña no solo que Dios ha decretado los actos libres del hombre, sino también que el hombre no es menos libre y responsable de sus actos, Génesis 50:19, 20; Hechos 2:23; 4:27-29. Puede que no podamos armonizar a ambos por completo, pero es evidente por las Escrituras que uno no cancela al otro.
(2) Hace que las personas sean perezosas en la búsqueda de la salvación. Ellas sienten que, si Dios ha determinado si se salvarán o no, no importa lo que hagan. Pero esto no es correcto, porque el hombre no sabe lo que Dios ha decretado con respecto a él. Además, Dios ha decretado no solo el destino final del hombre, sino también el medio por el cual dará cuentas. Y viendo que el fin es decretado solo como el resultado de los medios designados, alienta más su uso de lo que lo desalienta. (3) Hace que Dios sea el autor del pecado. Se puede decir, sin embargo, que el decreto simplemente hace que Dios sea el autor de seres libres y morales, quienes son ellos mismos los autores del pecado. El pecado está asegurado por el decreto, pero Dios mismo no lo produce por su acción directa. Al mismo tiempo, debe admitirse que el problema de la relación de Dios con el pecado sigue siendo un misterio que no podemos resolver por completo.
2. Predestinación
La predestinación es el plan o el propósito de Dios con respecto a Sus criaturas morales. Pertenece a los hombres, tanto buenos como malos, a los ángeles y demonios, y a Cristo como Mediador.
La predestinación incluye dos partes, a saber, elección y reprobación.
a. Elección. La Biblia habla de elección en más de un sentido, como (1) la elección de Israel como el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, Dt. 4:37; 7:6-8; 10:15; Os. 13:5; (2) la elección de las personas para algún oficio o servicio especial, Dt. 18:5; 1 Sam.10:24; Sal. 78:70; y (3) la elección de individuos para la salvación, Mat. 22:14; Ro. 11:6; Ef. 1:4. La última es la elección a la que nos referimos a este respecto. Puede ser definido como el propósito eterno de Dios para salvar a algunos de la raza humana en y por Jesucristo.
b. Reprobación. La doctrina de la elección naturalmente implica que Dios no tuvo la intención de salvar a todos. Si se ha propuesto salvar a algunos, naturalmente también se ha propuesto no salvar a otros. Esto también está en armonía con las enseñanzas de las Escrituras, Mt.11:25, 26; Ro. 9:13, 17, 18, 21, 22; 11:7, 8; 2 Pe. 2:9; Judas 4. La reprobación puede ser definida como el propósito eterno de Dios de pasar por alto a algunos hombres con la operación de Su gracia especial, y castigarlos por su pecado. Realmente encarna un doble propósito, por lo tanto: (1) pasarlos por alto en el otorgamiento de la gracia salvadora; y (2) castigarlos por sus pecados.
A veces se dice que la doctrina de la predestinación expone a Dios a la acusación de injusticia. Pero esto no es correcto. Podríamos hablar de injusticia solo si el hombre tuviera un derecho sobre Dios, y Dios le debiera al hombre la salvación eterna. Pero la situación es completamente diferente si todos los hombres han perdido las bendiciones de Dios, como lo han hecho. Nadie tiene el derecho de llamar a Dios para que responda por elegir a algunos y rechazar a otros. Él hubiera sido perfectamente justo si no hubiese salvado a ninguno, Mt. 20:14, 15; Ro. 9:14, 15).
Para memorizar. Pasajes relacionados con:
a. El decreto de Dios en general:
Ef. 1:11. "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad".
Sal. 33:11. "El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones".
Is. 46:10. "Anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero".
b. Predestinación:
Ef. 1:11, cf. arriba, debajo a.
Sal. 2:7. "Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy".
Ef. 1:4, 5. "Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad".
Ro. 11:5. "Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia".
Ro. 9:13. "Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí".
Ro. 9:18. "De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece".
Para Estudio Adicional:
a. ¿El conocimiento previo es lo mismo que la preordenación o que la predestinación? Hechos 2:23; Ro. 8:29; 11:2; 1 Pe. 1:2.
b. ¿Cómo indica la Biblia que Cristo también fue un objeto de predestinación? Sal. 2:7; Is. 42:1; 1 Pe. 1:20; 2:4. ¿En qué sentido se debe entender esto?
c. ¿Qué indicaciones tenemos de que los ángeles también fueron objetos de la predestinación? 1 Tim. 5:21. ¿Cómo deberíamos concebir esto?
Preguntas para Revisión:
1. ¿Qué es el decreto divino?
2. ¿Por qué a veces hablamos de 'decretos' en plural?
3. ¿Cuáles son las características del decreto?
4. ¿Cuál es la naturaleza del decreto de Dios con respecto al pecado?
5. ¿Qué objeciones se oponen a la doctrina de los Decretos?
6. ¿Qué se puede decir en respuesta a esto?
7. ¿Cómo se relaciona la predestinación con el decreto en general?
8. ¿Quiénes son los objetos de la predestinación?
9. ¿Cómo debemos concebir la predestinación de los ángeles y de Cristo?
10. ¿En qué sentidos diferentes habla la Biblia de la elección?
11. ¿Qué incluye la reprobación y qué pruebas hay para ello?
12. ¿La doctrina de la predestinación implica injusticia por parte de Dios? ¿Si no, porque no?