El Escogido y el Endurecido

Romanos 9:1-23

Por David Feddes


La Carga De Un Misionero

Romanos 9:1 Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 2 que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3 Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 4 que son israelitas.

Convicción: salvación solamente en Cristo

Compasión: dolor por las personas que perecen


Una herencia bendecida

De los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.


¿Ha fallado el evangelio de Dios? 
No, no todos en la familia escogida son escogidos.

No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.


Hijos según la promesa

8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. 9 Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.


Elección Incondicional

10 Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor. 13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí".


¿Dios es injusto?

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

• "Aunque la justicia sea tu súplica, considera esto, que en el curso de la justicia, ninguno de nosotros debería ver la salvación." (Shakespeare)


Endurecimiento

17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.


¿Cómo puede culparnos Dios?

19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 

•La primera palabra le pertenece a Dios, el Creador.

•La última palabra le pertenece a Dios el Juez.


Ira y misericordia

22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?


Respuestas directas

•           ¿La incredulidad de algunos significa que el evangelio de Dios ha fallado?   No, el evangelio salva a aquellos a quienes Dios ha elegido.

•           ¿Dios es injusto? No, según la ley, todos estamos condenados. Dios elige libremente mostrar ira o misericordia; cualquiera de las opciones es justa.

•           ¿Puede culpar Dios al endurecido? Sí, el Creador es supremo; nosotros no. Dios nos juzga por nuestras elecciones; nosotros no podemos juzgarlo por sus elecciones.


Imagen más completa (Romanos 10-11)

• Responsable de aceptar el evangelio

• Responsable de difundir el evangelio

• Israel no es totalmente rechazado

• Un remanente judío elegido por gracia

• Una era de conversión Gentil

• Una gran conversión futura de judíos

• Ningún grupo puede reclamar superioridad: solo a través de la fe humilde somos salvos

• Adora el misterio y la majestad de Dios


Misterio y majestad

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!

¡Cuán insondables son sus juicios,

e inescrutables sus caminos! 

Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?

¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Romanos 11:33-36)

Última modificación: martes, 4 de septiembre de 2018, 12:47