Leer: Calificado para Dirigir (Diapositivas)

Calificado para Dirigir 

por David Feddes

Todo cristiano es un líder.

"Vosotros sois la luz del mundo." (Mateo 5:14).

•     Dirigir es influir en los demás.

•     Los nuevos creyentes tienen influencia, y están en vías de lograr hacer un mayor y mejor impacto.

•     Los cónyuges, familiares y otros parientes se influyen mutuamente.

•     Todos los miembros de la iglesia se afectan mutuamente y se "estimulan el uno al otro." (Hebreos 10:24).

•     Los amigos, los vecinos y los compañeros de trabajo se influyen mutuamente.

Dirigir atrayendo

Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. (1 Pedro 3:1-2)

Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. (Tito 2:9-10).

Los alumnos siempre están dirigiendo; los líderes siempre están aprendiendo.

Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe… Ejercítate para la piedad… Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes… Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (1 Tim. 4:6-16)

Líderes de líderes

• Todos los cristianos son líderes en el sentido en que podemos influir en los demás. Sigue creciendo hacia una mejor y mayor influencia.

• Algunos cristianos se han convertido en líderes de líderes, influyendo en una red de personas.

• Unos pocos se han convertido en líderes de líderes y otro poco, y supervisan toda una congregación.

•       Evangelizan, instruyen, oran, evalúan, equipan, movilizan, coordinan y cuidan.

Una tarea noble (y espeluznante)

Si alguno anhela obispado, buena obra desea. (1 Tim. 3:1).

No os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. (Santiago 3:1-2)

¿Por qué aprender calificaciones para dirigir como supervisor?

•     Saber qué buscar en un líder de la iglesia.

•     Saber a qué aspirar para calificar.

Calificaciones: reproducibilidad

•    ¿Qué creencias y qué caminar con Dios necesitamos más?

•    ¿Qué carácter y patrones relacionales necesitamos más?

•    ¿Qué vida familiar necesitamos más?

•     ¿Qué reputación con extraños necesitamos más?

•     ¡Los líderes deben ser dignos de ser reproducibles!

¿Qué creencias y qué caminar con Dios necesitamos más?

•     Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (1 Timoteo 4:16).

•     … Hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros" (2 Timoteo 2:2).

•     Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. (Tito 1:9).

¿Qué carácter y patrones relacionales necesitamos más?

•     Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro. (1 Tim. 3:2-3)

•     Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo. (Tito 1:7-8).

¿Qué vida familiar necesitamos más?

•     Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? (1 Timoteo 3:4-5).

•     Establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. (Tito 1:5-6).

•     Más respetados por quienes le conocen mejor.

•     No necesita ser soltero (como lo exigen los Católicos Romanos)

Representaciones de las expectativas de la forma de la iglesia para el liderazgo

•     Ganar títulos académicos: iglesia como escuela

•     Iniciar y administrar programas: iglesia como negocio

•     Atraer y fascinar a multitudes: iglesia como teatro

•     Proporcionar terapia: iglesia como grupo de apoyo

•     Regular comportamiento: iglesia como gobierno

•     Liderazgo familiar: Iglesia como familia

La Iglesia como familia de Dios

•      El que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?… sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente" (1 Tim. 3:15).

•      miembros de la familia de la fe (Gálatas 6:10).

•      miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19)

•      la familia de Dios (Hebreos 10:21; 1 Pedro 4:17). 

¿Qué reputación con extraños necesitamos más?

•     No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo… Y éstos también sean sometidos a prueba primero (1 Timoteo 3:6-7, 10)

•     No impongas con ligereza las manos a ninguno (1 Tim. 5:22).

•     Los líderes de la Iglesia debe ser probados en la piedad.

Calificaciones: reproducibilidad

•    ¿Qué creencias y qué caminar con Dios necesitamos más?

•    ¿Qué carácter y patrones relacionales necesitamos más?

•    ¿Qué vida familiar necesitamos más?

•     ¿Qué reputación con extraños necesitamos más?

•     ¡Los líderes deben ser dignos de ser reproducibles!

¿Quién es competente?

Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? (2 Corintios 2:15-16)

No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto. (2 Cor. 3:5-6).