La Cena del Señor (Louis Berkhof)
La Cena del Señor por Louis Berkhof
La Cena del Señor se instituyó en el momento de la pascua poco antes de la muerte de Jesús, Mt. 26:26-29; Marcos 14:22-25; Lucas 22:19-20; 1 Cor. 11:23-25. El nuevo sacramento estaba vinculado con el elemento central de la comida pascual. El pan que se comía con el cordero fue consagrado a un nuevo uso, y también fue así con el vino de la tercera copa, "la copa de la bendición". El pan partido y el vino simbolizan el cuerpo quebrantado del Señor y la sangre derramada; comer y beber físicamente de ellos apunta a una apropiación espiritual de los frutos del sacrificio de Cristo; y todo el sacramento es un recordatorio constante de su muerte redentora.
1. La Cena del Señor, como Señal y Sello
Al igual que todos los demás sacramentos, la Cena del Señor es en primer lugar una señal. La señal no solo incluye los elementos visibles del pan y el vino, sino también su comer y beber. Es una representación simbólica de la muerte del Señor, 1 Cor. 11:26, y simboliza la participación del creyente en el Cristo crucificado y en la vida y fortaleza del Señor resucitado. Además de esto, también es un acto de profesión por parte de quienes participan de ello. Ellos profesan la fe en Cristo como su Salvador, y la lealtad hacia Él como su Rey. Pero la Cena del Señor es más que una señal; también es un sello, el cual está unido a lo que significa y es una promesa de su realización. Les da a los participantes creyentes la seguridad de que son objeto del gran amor de Cristo revelado en Su entrega a una muerte amarga y vergonzosa; que todas las promesas del pacto y todas las riquezas del evangelio son suyas; e incluso que las bendiciones de la salvación son suyas bajo una posesión real.
2. La Presencia de Cristo en la Cena del Señor.
La pregunta sobre la naturaleza de la presencia de Cristo en la Cena del Señor ha sido largamente debatida, y aún existe una considerable diferencia de opinión. Cuatro puntos de vista entran en consideración aquí.
a. El punto de vista de Roma. La Iglesia de Roma concibe la presencia de Cristo en la Cena del Señor en un sentido físico. Sobre la base de la declaración de Jesús, "este es mi cuerpo", sostiene que el pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre de Cristo, aunque siguen viéndose y sabiendo a pan y a vino. Este punto de vista está abierto a varias objeciones:
(1) Jesús, puesto delante de los discípulos en carne, no podía decir muy bien que Él tenía Su cuerpo en Su mano;
(2) Las Escrituras hablan del pan como pan incluso después de que el supuesto cambio haya tenido lugar, 1 Cor.10; 17; 11: 26-28; y
(3) Es contrario al sentido común creer que lo que se ve, huele y sabe a pan y a vino es de hecho carne y hueso.
b. El punto de vista luterano. Los luteranos sostienen que, si bien el pan y el vino siguen siendo lo que son, la persona completa de Cristo, cuerpo y sangre, está presente bajo, y junto con los elementos. Cuando Cristo tenía el pan en su mano, sostenía su cuerpo junto con él, y por lo tanto podía decir: "este es mi cuerpo". Todo el que recibe el pan también recibe el cuerpo, sea creyente o no. Esta no es una gran mejora a la doctrina católica romana. Atribuye a las palabras de Jesús el sentido antinatural de que "esto acompaña a mi cuerpo". Además, está cargado con la noción imposible de que el cuerpo de Cristo es omnipresente.
c. El punto de vista Zwingliano. Zwinglio negaba la presencia corporal de Cristo en la Cena del Señor, al tiempo que admitía que Él estaba espiritualmente presente en la fe de los creyentes. Para él, la Cena del Señor era principalmente una mera señal o símbolo, un memorial de la muerte de Cristo y un acto de profesión por parte de los creyentes. Algunas de sus declaraciones, sin embargo, parecen indicar que también la consideraba como un sello o garantía de lo que Dios hace por el creyente en Cristo.
d. El punto de vista de Calvino. Calvino tomó una posición intermedia. En lugar de lo físico y de lo local, enseñaba la presencia espiritual de Cristo en la Cena del Señor. A diferencia de Zwinglio, hacía hincapié en el significado más profundo de la Santa Cena. Veía en ella un sello y una promesa de lo que Dios hace por los creyentes en lugar de una promesa de su consagración a Dios. Las virtudes y los efectos del sacrificio de Cristo en la cruz están presentes y realmente son transmitidos a los creyentes por el poder del Espíritu Santo.
3. Las Personas para Quienes es Instituida la Cena del Señor
La Cena del Señor no fue instituida para todos indiscriminadamente, sino solo para los creyentes que entienden su significado espiritual. Los niños que aún no han llegado a años de discreción, no son aptos para participar de ella. Incluso los verdaderos creyentes pueden estar en una condición espiritual tal que no pueden ocupar su lugar dignamente en la mesa del Señor, y por lo tanto deben examinarse cuidadosamente, 1 Cor. 11: 28-32. Los incrédulos son naturalmente excluidos de la Cena del Señor. La gracia que se recibe en el sacramento no difiere en tipo de lo que se recibe a través de la instrumentalidad de la Palabra. El sacramento simplemente se suma a la efectividad de la Palabra y a la medida de la gracia recibida. El disfrute de sus beneficios espirituales depende de la fe del participante.
Para Memorizar. Pasajes relacionados a:
a. La institución de la Cena del Señor:
1 Cor. 11:23-27. "Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor".
b. La Cena del Señor como una señal y sello:
Mt. 26:26-28. "Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados".
1 Cor. 10:16. "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?".
c. La Cena del Señor como un acto de profesión:
1 Cor. 11:26. "Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga".
d. Participación digna y autoexamen:
1 Cor. 11:27-29. "De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí".
Para Estudio Adicional:
a ¿Las palabras de Jesús en Juan 6:48-58 tienen referencia a la Cena del Señor?
b. ¿La expresión "partir el pan" se refiere necesariamente a la Cena del Señor? Hch. 2:42; 20;7, 11; 27:35; 1 Cor. 10:16.
c. ¿Puedes mencionar otros casos en los que el verbo "ser" no puede ser tomado literalmente? Juan 10:7; 11:25; 14:6; 15:1.
Preguntas para Repaso:
1. ¿Qué le pertenece a la señal en la Cena del Señor?
2. ¿Qué significa el sacramento y qué sella?
3. ¿Cuál es el punto de vista católico de la presencia de Cristo en la Cena del Señor?
4. ¿Cómo la conciben los luteranos?
5. ¿Qué objeciones hay a estas opiniones?
6. ¿Cuál es la concepción zwingliana de la Cena del Señor?
7. ¿En qué difiere la concepción de Calvino?
8. ¿Cómo concibe Calvino la presencia del Señor en ella?
9. ¿Cómo difiere la gracia recibida en el sacramento de la recibida a través de la Palabra?
10. ¿Para quién fue instituida la Cena del Señor?
11. ¿Quién debería ser excluido de la mesa del Señor?