Introducción

 

 

 

A l 

Apocalipsis

A Juan

 

 

Autor y Título

Apocalipsis 1:1 anuncia tanto el título del libro (es una "revelación") como su autor divino ("Jesucristo"). El libro es una "revelación" de fuerzas espirituales invisibles operando tras bambalinas en la historia y controlando sus eventos y resultados. Esta información es transmitida en una serie de visiones simbólicas que exhiben la influencia de las profecías del Antiguo Testamento, especialmente las recibidas por Daniel, Ezequiel y Zacarías. Asimismo, el libro es "profecía" (Ap. 1:3; 22:7), no sólo como la divina predicción de eventos futuros, sino también como el diagnóstico divino de los acontecimientos de la situación actual.

El autor divino identificó en el versículo de apertura que Jesús, el Mesías, tiene la autoridad de Dios para describir acontecimientos próximos a su siervo Juan (ver también 1:4, 9; 22:8) para comunicarlos a la iglesia.

Sin negar su propio papel en la composición del libro, Juan se presenta más como un receptor y registrador de visiones que como el autor del mensaje de Apocalipsis. Aunque Juan no se llame a sí mismo un apóstol y él mismo no se considere entre los profetas (22:9), los primeros Padres de la Iglesia—especialmente Justino Mártir (escribiendo entre los años c. 135-150 d.C.), Melitón de Sardes (mediados del siglo 2ª) e Ireneo de Lyon (escribiendo en el año c. 185)—lo identificaron consistentemente como Juan el hijo de Zebedeo, el discípulo amado, quien fue el autor del cuarto evangelio y de tres epístolas del NT. Debido a que el estilo griego del apocalipsis difiere notablemente de otra literatura joánica y sus énfasis teológicos son distintivos, un número de eruditos contemporáneos piensan que fue escrito por otro Juan, llamado "Juan el anciano", o de lo contrario alguien desconocido (quién también escribió 2 y 3 Juan). Estos estudiosos dan peso a otra tradición temprana (comenzando con Dionisio de Alejandría en el siglo III) que atribuye el apocalipsis a "Juan el anciano." Sin embargo, vínculos temáticos (por ejemplo, Jesús como cordero y la Palabra de Dios [Juan 1:1, 14, 29; Apocalipsis 5:6; 19:13]) y la tradición más temprana de la iglesia, ambas están a favor de la tradicional atribución del Apocalipsis a Juan, el "discípulo amado", quien junto a Pedro y Santiago perteneció al círculo íntimo de Jesús (Juan 21:20, 24).

 

Fecha

Ireneo informa, sobre la base de fuentes más antiguas, que "Juan recibió la revelación casi en nuestra propia época, hacia el final del reinado de Domiciano" (Contra las Herejías 5.30.3). Debido a que el reinado de Domiciano terminó en el año 96 d.C., la mayoría de los estudiosos datan el apocalipsis a mediados de los años 90. Sin embargo, algunos han argumentado una fecha durante el reinado de Nerón (54-68 D.C.) y antes de la caída de Jerusalén en el año 70, basando su conclusión en parte en la creencia de que Apocalipsis 11:1-2 es una predicción profética del asedio Romano y de la destrucción de la Jerusalén terrenal durante la guerra judía. Sin embargo, las condiciones de las iglesias en los caps. 2-3, y sus ciudades prueban una fecha alrededor de los años 95-96 D.C., y en el Apocalipsis, "la ciudad santa" no parece referirse a la Jerusalén terrenal (ver la nota sobre 11:1-2). Suponiendo esta fecha posterior, los acontecimientos relativos al reinado de Nerón y a la destrucción de Jerusalén, que ahora han estado en el pasado, se tejen en las visiones de Juan como presagios y prototipos de las presiones actuales y de los próximos traumas de la agresión del mundo en la iglesia de Cristo.

 

Género

El libro del Apocalipsis se identifica sí mismo tanto como "apocalipsis" (o "revelación", 1:1) y como profecía (1:3; 22:7, 10, 18, 19; ver también 10:11; 22:9).

"Apocalipsis" se deriva del sustantivo griego apokalypsis, que significa "revelación, divulgación, descubrimiento"—es decir, la revelación de realidades futuras invisibles o celestiales. La literatura Apocalíptica judía floreció en los siglos que siguieron a la finalización del canon del AT, quizás en parte para ayudar al pueblo de Dios oprimido a encontrar un propósito en sus sufrimientos y una esperanza para su futuro en ausencia de palabras proféticas genuinas de parte de Dios. La literatura apocalíptica heredó y magnificó rasgos que aparecen en libros del Antiguo Testamento como Ezequiel, Daniel y Zacarías. Estas características incluyen visiones que dramatizan la admisión del profeta al concilio celestial de Dios y que transmiten significado a través del simbolismo, prometiendo una intervención de Dios en el tiempo del fin para revertir las injusticias presentes.

Sin embargo, la literatura apocalíptica judía del período comprendido entre el AT y el NT difiere de la profecía del Antiguo Testamento en aspectos importantes. Los autores apocalípticos permanecieron en el anonimato y atribuyeron sus obras a figuras prominentes del pasado distante (por ejemplo, Enoc, Abraham, Moisés, Baruc, Esdras), usando este recurso literario ("pseudoepigrafía") para investir su mensaje con el peso de la antigüedad y sugerir que esos antiguos predijeron eventos en el pasado y el presente de los lectores. Mientras que la profecía del Antiguo Testamento fue principalmente predicada oralmente y solo secundariamente conservada por escrito, las obras apocalípticas fueron piezas literarias creadas desde su inicio. La profecía del Antiguo Testamento no solo consoló a un remanente justo, sino que también llamó al infiel Israel a arrepentirse y anticipó la apacible reunión de los gentiles. La literatura apocalíptica, por otro lado, dividió a la humanidad en dos campos inmutables: (1) la santa minoría que aguarda la liberación de Dios, y (2) sus perseguidores, destinados a la ira y más allá del alcance de la redención. Finalmente, aunque los profetas del Antiguo Testamento señalaron el futuro venidero del Señor, también enfatizaron su participación actual con su pueblo en sus pecados y pruebas; pero la literatura apocalíptica vio el presente tan impregnado por la corrupción que no se podía esperar ninguna obra salvadora de Dios antes de su intervención cataclísmica al final.

Al igual que la literatura apocalíptica judía y algunas profecías del Antiguo Testamento, el Apocalipsis a Juan es impartido en visiones simbólicas y es transmitido no en la predicación oral, sino en forma literaria. A diferencia de los autores apocalípticos extra bíblicos, sin embargo, Juan escribe en su propio nombre, no el de un santo antiguo, y trae un mensaje equilibrado de consuelo, advertencia y reprensión. Debido a que la muerte de Cristo ya ha obtenido la victoria decisiva sobre el mal, Apocalipsis no comparte el pesimismo de la literatura apocalíptica judía con respecto a la era presente (aunque transitoria e infectada por el pecado). Más bien, Apocalipsis ve a los creyentes como conquistadores incluso ahora a través de la resistencia bajo el sufrimiento y la fidelidad al testimonio de Jesús, a través de lo cual incluso sus perseguidores son llamados a la salvación por medio del arrepentimiento y de la fe.

Por lo tanto, Apocalipsis permanece en el "ala" apocalíptica de la auténtica profecía divinamente inspirada (enfatizando la experiencia visionaria, el simbolismo y el arte literario), junto con textos del NT como el Sermón de los Olivos de Jesús (Marcos 13) y la discusión de Pablo sobre el hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2).

 

Tema

El Apocalipsis revela la guerra espiritual invisible en la cual la iglesia está envuelta: el conflicto cósmico entre Dios y su Cristo por un lado, y Satanás y sus aliados malvados (ambos demoníacos y humanos) por el otro. En este conflicto, Jesús el Cordero ya ha obtenido la victoria decisiva a través de su muerte sacrificial, pero su iglesia continúa siendo agredida por el dragón, en su agonía, a través de la persecución, la enseñanza falsa y el atractivo de la riqueza material y de la aprobación cultural. Al revelar las realidades espirituales que subyacen a las pruebas y tentaciones de la iglesia durante el periodo entre la primera y segunda venida de Cristo, y afirmando dramáticamente la certeza del triunfo de Cristo en el cielo y la tierra nuevos, las visiones otorgadas a Juan advierten a la iglesia y la fortalecen para soportar el sufrimiento y para mantenerse pura de las seducciones profanas del orden mundial actual.

 

 

Objetivo, Ocasión, y Contexto

El Apocalipsis está dirigido a las iglesias del primer siglo en siete ciudades de la provincia romana de Asia (ahora el oeste de Turquía, ver mapa, p. *****) (1:4, 11) como representantes de todas las iglesias de Cristo (cf. "todas las iglesias," 2:23 y "a las iglesias", 2:7, etc.). Estas iglesias fueron amenazadas por falsas enseñanzas (como la de los Nicolaítas, 2:6, 15), por persecución (2:10, 13), por compromiso con el paganismo circundante a través de la idolatría y de la inmoralidad (2:14, 20-21) y por la complacencia espiritual (3:1-3, 15-17). Jesús envió su revelación a Juan para fortificar a sus iglesias para resistir las artimañas del diablo, ya sea en forma de violencia intimidatoria (la bestia), herejía engañosa (el falso profeta) o afluencia seductora (la prostituta).

 

  Resumen de la Historia de la Salvación

Los cristianos están llamados a ser fieles a Cristo en medio de la guerra espiritual contra Satanás y contra el pecado (ver la nota de Mt. 12:28) mientras esperan la segunda venida de Cristo. (Para una explicación de la "Historia de salvación", consulta la descripción de la Biblia, pp. ****-****).

 

Línea de Tiempo

.D.     30       35       40       45       50       55       60       65       70       75       80       90       95

Juan se convierte en discípulo de Jesús (28/30 d.C.)

La muerte, la resurrección de Jesús (33 [o 30])

El reinado de Nerón (54-68)

La destrucción del templo de Jerusalén (70)

El reinado de Domiciano (81-96)

Juanen el exilio en Patmosescribe el Apocalipsis (95-96*)

* Indica la fecha aproximada/ significa ya sea/o† Ver la fecha de la crucifixión de Jesúspp****-****

 

Temas Clave

 

1A través de su muerte sacrificial, Jesucristo ha vencido a Satanás, el acusador, y ha rescatado a pueblos de todas las naciones para convertirlos en un reino de sacerdotes, sirviendo alegremente en la presencia de Dios.

 

1:5,18; 5:5-10; 12:1-11

2. Jesucristo está presente entre sus iglesias en la tierra a través de su Espíritu Santo, y conoce sus pruebas, triunfos y fracasos.

 

1:12-3:22

3La historia mundial, incluyendo sus males y desastres, está firmemente bajo el control de Jesús, el Cordero victorioso.

 

5:1-8:1

4Dios actualmente está conteniendo su propia ira y los esfuerzos de sus enemigos para destruir a la iglesia mientras reúne a su pueblo redimido pacientemente a través del testimonio que su pueblo sufriente proclama acerca de Jesús.

 

6:5-11; 7:1-3; 8:6-12; 9:4 6, 18, 11:3-7; 12:6,

13-17.

5Los desastres actuales (guerra, sequía, hambre, enfermedad epidémica), aunque limitados en su alcance por la moderación de Dios, son señales y advertencias de los juicios crecientes por venir.

 

6:3-16; 8:6-13; 11:13; 16:1-21; 20:11-15

6Al mantener su testimonio fiel hasta la muerte, los creyentes en Jesús vencerán tanto al dragón como a la bestia. La victoria de los mártires, ahora oculta, se manifestará en su vindicación al regreso de Cristo.

 

2:10-11, 26-29; 3:11-13; 6:9-11; 7:9-17;

11:7-12, 17-18; 12:10-11; 14:1-5; 15:2-4; 20:4-6

7Satanás ataca la perseverancia y la pureza de la iglesia a través de la persecución violenta, de enseñanzas engañosas, de la opulencia y del placer sensual.

 

2:1-3:22; 13:1-18; 17:1-18:24

8Al final de la era, los oponentes de la iglesia intensificarán la persecución, pero Jesús, la triunfante Palabra de Dios, vencerá y destruirá a todos sus enemigos; el cielo y la tierra viejos, manchados por el pecado y por el sufrimiento, serán reemplazados por el cielo y la tierra nuevos; y la iglesia será presentada como una esposa en luminosa pureza para su esposo, el Cordero.

 

 

16:12-16; 19:11-21; 20:7-22:5


 

Características Literarias

Numerosos géneros literarios convergen en el libro de Apocalipsis, uno de los libros más complejos de la Biblia. El género general es la profecía (22:19). Al igual que la profecía bíblica en general, el medio real es la escritura visionaria; el libro se desarrolla como un desfile de visiones, al igual que los efectos cinematográficos modernos. Además, la manera en que son retratadas realmente las personas y los eventos reales es por medio de la imaginación, con detalles indiferentes. El título del libro indica además que pertenece al género de la escritura apocalíptica. Además, en cada esquina el autor usa los recursos de la poesía—simbolismo, metáfora, símil y alusión. El libro comienza y termina con las características estándares de las epístolas del NT. La forma general del libro, siguiendo las cartas introductorias de Cristo a las iglesias, es narrativa o historia, con los ingredientes habituales de ambientación, personajes y trama (incluyendo el conflicto, la progresión y la resolución de la trama). El drama griego también fue una influencia, visto en la atención que John presta a la escenificación de los eventos, el posicionamiento de los personajes en los escenarios, las escenas de multitudes y el vestuario de los personajes.

Lo más importante que se debe saber sobre la forma literaria del libro de Apocalipsis es que utiliza la técnica del simbolismo de principio a fin. En lugar de retratar personajes y eventos directamente, la mayoría de las veces el autor los retrata indirectamente mediante símbolos. Por ejemplo, Jesús es retratado como un cordero, las iglesias son representadas como lámparas en candeleros, y Satanás es representado como un dragón con siete cabezas y 10 cuernos. Los símbolos a veces son familiares, y algunas veces originales y extraños. Cada vez que una obra de literatura presenta una preponderancia de símbolos en lugar de detalles realistas, los lectores deben reconocer la técnica de la realidad simbólica, lo que significa que a medida que registran la obra en su imaginación, la información es presentada principalmente a través de símbolos. El libro de Apocalipsis es uno de los ejemplos más sostenidos de la realidad simbólica en existencia.

La principal pregunta interpretativa es a qué se refieren los símbolos. En muchos casos, los estudios de antecedentes históricos pueden ayudar a comprender la forma en que los símbolos eran comprensibles para los contemporáneos de Juan, pero en cualquier caso uno no puede equivocarse simplemente relacionando los detalles simbólicos extraños con las imágenes familiares del NT del fin de los tiempos (con el discurso de los Olivos de Jesús como un buen marco de referencia), incluyendo los siguientes: degeneración moral; catástrofes naturales y desastres militares; tribulación (incluyendo la persecución de los creyentes); la parusía (la "llegada" o segunda venida de Cristo); el milenio; el juicio intermedio y el juicio final; la disolución final de la realidad terrenal; y la glorificación de los creyentes en el cielo. Con una conciencia de estas realidades escatológicas, generalmente es fácil ver que los símbolos del Apocalipsis se están refiriendo a uno u otro de éstos.

 

Las Escuelas de Interpretación

Cuatro enfoques para interpretar el Apocalipsis han sido distinguidos por su comprensión de la relación de las visiones entre sí y la relación de las visiones con los eventos de la historia:

1. El historicismo entiende el orden literario de las visiones, especialmente en 4:1-20:6, para simbolizar el orden cronológico de sucesos históricos sucesivos que abarcan toda la era, desde la iglesia apostólica hasta el regreso de Cristo y el cielo y la tierra nuevos.

 

Caps. 1-3:

Cartas a 7 iglesias

 

Caps4-19selloscopastestigosmujer y dragónbestiascopasrameraArmagedón

 

20:1-6:

Milenio

20:7-22:5dragón destruidotodos en sepulcros resucitantrono blanco nuevas todas las cosas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escuela Historicista
Visiones del Apocalipsis

 

 

 

 

 

 

Las iglesias del siglo 1º

 

Era de la iglesia moderna Patrística, medieval, de Reforma

Segunda venida, resurrección general, el juicio final, cielo y tierra nuevos

Referencias y Eventos Históricas

 

2. El futurismo también trata el orden de las visiones como si reflejaran el orden de eventos históricos particulares (con algunas excepciones). Los futuristas, sin embargo, típicamente ven las visiones de los capítulos. 4-22 como si representaran eventos aún futuros para los lectores del siglo veintiuno, por lo tanto, en un futuro distante desde el punto de vista de Juan y de las iglesias de Asia. Para muchos futuristas, estos eventos incluyen un discreto período de siete años de intensa tribulación (capítulos 6-19), seguido de un milenio (20:1-6) en el que Cristo gobernará en la tierra antes de la resurrección general y de la inauguración del cielo y la tierra nuevos (20:7-22:5).

 

Caps4-19: sellos, copas, testigosmujer y dragónbestias, copas, rameraArmagedón

 

20:1-6:

Milenio

20:7-22:5dragón destruidotodos en sepulcros resucitados, trono blanconuevas todas las cosas

 

 

 

 

 

 

 

 

Futurista (Premilenialismo Histórico)
Visiones del Apocalipsis

Cap. 1-3:

Cartas a 7 iglesias

 

 

 

 

Las iglesias del siglo 1º

Era de la iglesia moderna patrística, medieval, de Reforma

 

Tribulación

Segunda venida, creyentes resucitados, Armagedón

Cristo reina 1,000 años en la tierra

Resurrección general, el juicio final, cielo y tierra nuevos

Referencias y Eventos Históricos

Futuristas (Premilenialismo Dispensacional)

 

Caps4-19sellos, copas, testigos, mujer y dragón, bestias, copas, ramera, Armagedón

 

20:1-6:

Milenio

20:7-22:5 dragón destruido, todos en sepulcros resucitados, trono blanco, nuevas todas las cosas

 

 

 

 

 

 

 

Caps. 1-3:

Cartas a 7 iglesias

Visiones del Apocalipsis

 

 

 

 

 


Las iglesias del siglo 1º

Era de la iglesia moderna patrística, medieval, de Reforma

Arrebatamiento, creyentes resucitados

 

Tribulación

 

Segunda venida, Armagedón

Cristo reina 1,000 años en la tierra

Resurrección general, el juicio final, cielo y tierra nuevos

Referencias y Eventos Históricos

 

* Algunos intérpretes dispensacionales piensan que las iglesias de los caps. 2-3 predicen diferentes períodos en la historia de la iglesia.

3. El preterismo (del latín praeteritum, "lo que es pasado") piensa que el cumplimiento de la mayoría de las visiones del Apocalipsis ya ocurrió en el pasado distante, durante los primeros años de la iglesia cristiana. Los preteristas piensan que estos eventos—ya sea la destrucción de Jerusalén o el declive y la caída del Imperio Romano, o ambos—"pronto tendrían lugar" solo desde el punto de vista de Juan y las iglesias de Asia. Algunos preteristas interpretan el orden de las visiones como refleja la sucesión cronológica de los eventos que implican, pero otros reconocen la presencia de la recapitulación (es decir, que diferentes, visiones sucesivas veces simbolizan los mismos acontecimientos históricos o de las fuerzas de perspectivas complementarias, ver Estructura y Esquema). El Preterismo completo—que insiste en que cada profecía y promesa del NT fue cumplida para el año 70 d.C.—no es una opción evangélica legítima, porque niega el regreso corporal futuro de Jesús, niega la resurrección física de los creyentes al final de la historia, y niega la renovación física/re-creación de los cielos y de la tierra (o su sustitución por un "cielo y tierra nuevos"). Sin embargo, los preteristas que (con razón) insisten en que estos eventos son aún futuros son llamados "preteristas parciales".

 

 

 

 

 

 

Escuela(s) de los Preteristas Parciales

Caps. 1-3:

Cartas a 7 iglesias

 

Caps. 4-11: sellos, copas, testigos

Caps12-19mujer/dragónbestias, copas,

ramera, Armagedón*

 

20:1-6: Milenio

20:7-22:5dragón destruido, todos en sepulcros resucitados, trono blanco, nuevas todas las cosas

 

 

 

 

 

 

 

Visiones del Apocalipsis

 

 

 

 

 

Las iglesias del siglo 1º

 

Caída de Jerusalén70 d.C.

 

Caída de Romasiglo IV*

Era de la iglesia moderna del resto de Patrístico, medieval, de Reforma

Segunda venida, resurrección general, el juicio final, cielo y tierra nuevos

Referencias y Eventos Históricos

 

* Los preteristas parciales difieren en aquello que (desde el punto de vista de los receptores originales) precipitaría el milenio. Esta tabla representa el punto de vista que ve a la antigua Roma como el principal enemigo de la iglesia. Otros entenderían el judaísmo del segundo templo como el principal enemigo de la iglesia.

 

4. El idealismo concuerda con el historicismo en que las visiones de Apocalipsis simbolizan el conflicto entre Cristo y su iglesia por un lado, y Satanás y sus conspiradores malvados por el otro, desde la era apostólica hasta la segunda venida de Cristo. Sin embargo, los intérpretes idealistas creen que la presencia de la recapitulación (ver Estructura y Esquema) significa que el orden literario de las visiones no necesita reflejar el orden temporal de eventos históricos particulares. Las fuerzas y conflictos simbolizados en los ciclos de visión del Apocalipsis se manifiestan en eventos que iban a ocurrir "pronto" desde la perspectiva de las iglesias del primer siglo (como sostienen los preteristas), pero también encuentran expresión en la lucha continua de la iglesia de fe perseverante en el presente y pronostican una escalada de persecución y de ira divina aún futura, que conduce al regreso de Cristo y al cielo y tierra nuevos.

 

La Escuela Idealista

 

Caps. 1-3:

Cartas a 7 iglesias

Caps4-19sellos, copas, testigosmujer y dragónbestias, copas, rameraArmagedón

20:1-6: Millenio

20:7-22:5dragón destruidotodos en sepulcros resucitadostrono blanconuevas todas las cosas

 

 

 

 

 

 

 

 

Visiones del Apocalipsis

 

 

 

 

 

 

Las iglesias del siglo 1º

 

Era de la Iglesia moderna patrística, medieval, de Reforma

Segunda venida, resurrección general, el juicio final, cielo y tierra nuevos

Referencias y Eventos Históricos

 

 

5. Finalmente, algunos intérpretes tienen un punto de vista mixto, combinando características de estas varias posiciones, como decir que muchos eventos tienen cumplimientos presentes y futuros, o que muchos eventos tienen cumplimientos pasados, pero que aún puede haber un Anticristo personal futuro.

 

 

 

 

 

Puntos de Vista Milenarios

Los cristianos no están de acuerdo con la cuestión de si la Biblia en general y los "mil años" de 20:1-6 específicamente predicen un futuro reinado interino en el cual el Señor Jesús regresará corporalmente a la tierra para reinar con los creyentes resucitados durante una era de paz, justicia y bienestar físico, antes de la consumación de la historia en el cielo y tierra nuevos. Se han sostenido tres puntos de vista.

1. El Premilenialismo, generalmente asociado con una lectura futurista del Apocalipsis (ver Escuelas de interpretación), enseña que Cristo regresará corporalmente en poder y gloria antes de (pre) los "mil años" (milenio) para derrotar y destruir a la bestia y al falso profeta en la batalla del "gran día del Dios Todopoderoso" en Armagedón (16:14-16; 19:11-21). Esta batalla ocurrirá en la atadura (mas no en la destrucción) del diablo, impidiéndole engañar a las naciones durante mil años (interpretado literalmente por muchos premilenialistas, pero simbólicamente por otros) (20:1-3). Durante ese periodo, los santos de Cristo, habiendo recibido sus cuerpos inmortales ya sea por resurrección de entre los muertos o por la transformación de los vivos (1 Tesalonicenses 4:13-18) en la "primera resurrección", reinarán con Cristo en la tierra presente, aún infectada por el pecado y por la tristeza pero aliviados en un grado significativo de las consecuencias sociales y físicas del pecado. Aunque el pecado, el dolor y la muerte no serán eliminados hasta que el cielo y la tierra nuevos desplacen al primer cielo y tierra (Apocalipsis 21:1-4, 22:3), los descendientes de aquellos que sobrevivan a la batalla del Armagedón permanecerán en la tierra, gobernada por los santos resucitados, y vivirán hasta edades extraordinarias (Isaías 65:20-25). Muchos premilenialistas, especialmente los dispensacionalistas de diversos énfasis, creen que las profecías del Antiguo Testamento acerca de la restauración de Israel a la fidelidad y a la bendición política y material se cumplirán en este reino milenario. Aunque existe diversidad entre los premilenialistas con respecto al grado en que las visiones del Apocalipsis y de otras profecías bíblicas deben ser interpretadas "literalmente" o simbólicamente, muchos consideran más seguro interpretar tanto a los destinatarios como el contenido de las bendiciones profetizadas tan literalmente como sea posible, en lugar de arriesgar un simbolismo injustificadamente.

Al final de este idílico anticipo del "paraíso restaurado", una segunda rebelión mundial contra el reinado de Jesús provocará otra guerra, en la cual el dragón mismo será derrotado y finalmente destruido. En ese punto, los impíos serán resucitados corporalmente para enfrentar el juicio final de Dios y la ira eterna en el lago de fuego, la "segunda muerte" (Apocalipsis 20:6, 11-14). Dios reemplazará el cielo y la tierra antiguos, infectados por la maldición, con el cielo y la tierra nuevos, donde no habrá maldición, pecado, sufrimiento, tristeza o muerte, el hogar eterno de aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero (capítulos 21-22)

El premilenialismo clásico espera un reinado futuro de mil años de Cristo en la tierra (el milenio), con los creyentes y los incrédulos presentes, antes del juicio final. Por lo tanto, espera que Cristo regrese antes del (pre) milenio. También espera que los creyentes atraviesen un tiempo de "gran tribulación" antes de que regrese Cristo.

El premilenialismo pretribulacional también espera un reino futuro de Cristo de mil años en la tierra, pero espera que Cristo primero venga en secreto para llevarse a los creyentes de la tierra antes de que ocurra una "gran tribulación" de siete años. Después de la tribulación, espera que Cristo regrese públicamente para reinar en la tierra, y que él traerá a los creyentes de regreso con él en ese momento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Premilenialismo clásico

(Cristo viene antes del milenio pero después de la tribulación; la silla, en esta y las siguientes ilustraciones, representa el asiento del juicio de Cristo).

Cristo

“Arrebatamiento” de creyentes para estar con Cristo de inmediato

Creyentes

Creyentes

Cristo

Creyentes

Era de la Iglesia / Tribulación

Milenio

Estado Eterno

Resurrección de los creyentes (Tierra renovada)

Resurrección de no creyentes; Juicio (Tierra renovada)*

*Los Premilenialistas clásicos difieren sobre si la tierra renovada comenzará en el milenio o en el estado eterno

 

Cristo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Premilenialismo Pretribulacional

(Cristo viene antes del milenio y antes de la tribulación)

 

Cristo

“Arrebatamiento” de creyentes para estar con Cristo

7 años

Creyentes

Creyentes

Cristo

Creyentes

Era de la Iglesia

Milenio

Estado Eterno

Resurrección de los creyentes

Resurrección de no creyentes; Juicio;

Cielo nuevo, tierra nueva

Tribulación

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


2. El postmilenialismo, a menudo asociado hoy con el preterismo pero también compatible con el historicismo (ver Escuelas de Interpretación), enseña que Cristo regresará después de (post) los "mil años" en los que el dragón estará atado. El postmilenialismo clásico sostiene que los "mil años" todavía es un tiempo futuro, una edad venidera maravillosa en la cual el evangelio triunfará tanto como para transformar a fondo las sociedades y a las culturas del mundo. Sin embargo, algunos postmilenialistas creen que los "mil años" representan simbólicamente la época histórica que comenzó con la ascensión de Cristo y que las condiciones en este largo período mejorarán continuamente hasta que concluyan con su gloriosa segunda venida. En el punto de vista postmilenialista, durante el milenio, Cristo está en el cielo, no en la tierra; pero él ejerce su reinado a través de su Espíritu y la predicación del evangelio por parte de la iglesia. La "primera resurrección" es la transición espiritual de los creyentes de la muerte a la vida a través de la unión con el Cristo resucitado (Efesios 2:4-6). Debido a que Satanás no puede "engañar más a las naciones" (Apocalipsis 20:3), la misión de la iglesia resultará en la conversión de todas las naciones y pueblos, hasta que la tierra esté "llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Hab. 2:14). Este fruto de la victoria de Jesús será claro para todos, ya que los sistemas políticos y legales se conforman a la justicia de Dios, las actividades culturales como el trabajo y las artes se redimen, y la creciente calidad y duración de la vida se muestran como la bendición de Dios.

 

 

Después de este "milenio", sin embargo, durante un breve intervalo antes del regreso de Jesús, Dios liberará su restricción sobre Satanás y la humanidad perversa convergerá en un ataque desafiante a la iglesia de Cristo. Pero Jesús regresará corporalmente del cielo en poder y gloria para derrotar y destruir a sus enemigos, administrar el último juicio e introducir el cielo y la tierra nuevos, sin contaminarse por el pecado y por sus subproductos tóxicos, en el estado eterno.

 

Post-milenialismo

(Cristo viene después del milenio)

Cristo

Era de la Iglesia

Milenio

Estado Eterno

Resurrección de creyentes;

Resurrección de no creyentes; Juicio; Cielo nuevo, tierra nueva

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


3. El amilenialismo, típicamente defendido por los idealistas pero consistente con algunas expresiones del preterismo o el historicismo (ver Escuelas de Interpretación), coincide con el postmilenialismo en que Cristo regresará después de la época simbolizada como "mil años" (20:1-6) y que las profecías del AT y las visiones del Apocalipsis, por lo general deben entenderse como símbolos de las bendiciones y pruebas de la iglesia del NT, compuesta de creyentes en Cristo de todas las naciones. Sin embargo, los amilenialistas creen que la evidencia bíblica indica que ya hay y no habrá (un) milenio en el sentido anticipado por el premilenialismo o por el postmilenialismo antes de la consumación de la historia, cuando el pecado y la maldición son completamente desterrados en los "cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pedro 3:13). A través de la muerte y resurrección de Cristo, Satanás fue atado y, por lo tanto, no puede mantener a los gentiles en la ignorancia o reunir una coalición mundial contra la iglesia. Por lo tanto, el evangelio ahora avanza por el poder del Espíritu a través del testimonio de la iglesia, pero siempre en medio de la oposición y el sufrimiento. Así como Jesús el Cordero venció al ser inmolado, así la victoria de su iglesia consiste en la fidelidad "hasta la muerte" (Apocalipsis 5:9; 12:11). La "primera resurrección" es, paradójicamente, la muerte de los mártires, que los lleva a los tronos celestiales desde los cuales ahora reinan con Cristo (20:4-5). La visión de "mil años" prepara a la iglesia para una era larga de testimonio y de sufrimiento entre la primera venida de Cristo para atar a Satanás (Marcos 3: 26-27) y su regreso para destruir a Satanás. No promete alivio de la persecución, ni una mejora general de las condiciones de vida en la "primera tierra" infectada por el pecado, antes del prístino cielo y la tierra nuevos. Por el contrario, la visión promete que el dragón, que ya es un enemigo derrotado, no puede frustrar el plan de Dios para reunir a personas de todas las naciones en el ejército redimido del Cordero.

Invocando la recapitulación, los amilenialistas ven Apocalipsis 19:17-21 y 20:9-10 como perspectivas complementarias sobre la misma batalla final al término de los "mil años", cuando Cristo vendrá corporal y gloriosamente para rescatar a su iglesia sufriente y destruir a sus enemigos: bestias, dragón, sus seguidores engañados y desafiantes, y—en la resurrección general de los justos e injustos—la muerte misma (20:14; ver 1 Corintios 15:26, 54-55). La "manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" es la "esperanza bienaventurada" por la cual los creyentes esperan (Tito 2:13).

 

 

 

 

 

 

 

El amilenarismo

(Ningún futuro milenio)

Apocalipsis 20:1-6 es ahora

Era de la Iglesia

Estado Eterno

Resurrección de creyentes;

Resurrección de no creyentes; Juicio; Cielo nuevo, tierra nueva

Cristo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Cada uno de estos tres puntos de vista milenarios primarios cae dentro del marco de la ortodoxia cristiana histórica. Aunque difieren en formas significativas con respecto a la interpretación del libro de Apocalipsis y de otros pasajes relacionados con la escatología, cada punto de vista está bien representado entre los cristianos ortodoxos creyentes en la Biblia.

 

El Contexto del Apocalipsis

C. .D. 95
Juan dirigió el libro de Apocalipsis "a las siete iglesias que están en Asia", a saber, Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea, aunque indudablemente había otras iglesias en otras partes de la provincia de Asia (p. Ej., Mileto y Colosas, ver Hechos 20:17; Col. 1: 2). Al parecer, Juan había sido exiliado de Éfeso a la isla de Patmos, al suroeste de Éfeso, y es allí donde registró sus visiones.


 

Estructura y Esquema

El Apocalipsis se compone de un prólogo (1:1-8), de un cuerpo (1:9-22:5) y de un epílogo (22:6-21). El prólogo y el epílogo están vinculados por temas repetidos: un ángel enviado para mostrar a los siervos de Dios lo que debe suceder pronto (1:1, 22:6, 16), bendiciones para los que guardan la profecía (1:3; 22:7, 9), la auto identificación de Juan (1:1, 4, 22:8) y la designación de Dios como Alfa y Omega (1:8, 22:13). El cuerpo contiene cuatro series enumeradas de siete mensajes o visiones: cartas a las iglesias (capítulos 2-3), sellos en un pergamino (4:1-8:1), trompetas (8:2-11:19) y copas de ira (capítulos 15-16). Ver tabla, p. ****.

El movimiento general del libro proviene de "las cosas que son"—la situación actual de las iglesias del primer siglo (capítulos 2-3)—a "las cosas que sucederán después de estas", culminando con la destrucción de los enemigos de Dios y de su iglesia y la presentación de la iglesia como la novia del Cordero en un cielo y tierra nuevos (1:19; 4:1). Dentro de este movimiento temporal general, sin embargo, las visiones "retroceden" para presentar perspectivas distintas y complementarias sobre el mismo evento o fase del conflicto cósmico entre Cristo y Satanás. Por ejemplo, 12:1-6 describe la derrota del dragón en su deseo de destruir al hijo de la mujer celestial (vv. 1-5), seguido de su huida hacia el desierto en busca de seguridad (v. 6); luego 12:7-17 nuevamente muestra la derrota del dragón, ahora en su deseo de acusar a los creyentes (vv. 7-12), seguido de la huida de la mujer celestial en busca de seguridad en el desierto (v. 13-17). Las visiones anteriores a veces retratan los eventos posteriores, y las visiones posteriores retratan las condiciones anteriores. Por ejemplo, 6:12-17 muestra la sacudida de la tierra y el cielo, de modo que las estrellas son arrojadas a la tierra como por un gran viento; luego 7:1-8 muestra ángeles que retienen los vientos de aflicción hasta que el pueblo de Dios es sellado; y aún más tarde, Juan ve el sol, la luna y las estrellas aún en el cielo y solo parcialmente oscurecido (8:12). Este principio de repetición o de recapitulación para elaborar los propósitos de Dios y confirmar su certeza se observa en las Escrituras anteriores (ver Génesis 1:1-2: 25; 37:5-11; 41:1-32; Dn. 2:1-45). [con Daniel 7:1-28], Hechos 10:10-16). En Apocalipsis, la recapitulación significa que el orden en que Juan recibió las visiones no necesariamente indica el orden de los eventos que simbolizan. Estas observaciones con respecto a la estructura intrínseca del Apocalipsis se reflejan en este esquema:

 

I.        Prólogo (1:1-8)

A.       Título, transmisión, promesa de bendición (1:1-3)

B.      Apertura del epistolario (1:4-6)

C.      Anuncio del Rey venidero (1:7-8)

II. Cuerpo (1:9-22:5).

A.       "Las cosas que son": la presencia de Cristo y el conocimiento de sus iglesias (1:9-3:22).

1.    El Hijo del hombre entre sus iglesias (1:9-20).

2.    Edicto de Cristo—cartas a las siete iglesias (2:1-3:22).

a.     A Éfeso (2:1-7)

b.    A Esmirna (2:8-11).

c.     A Pérgamo (2:12-17)

d.    A Tiatira (2:18-29)

e.     A Sardis (3:1-6)

f.      A Filadelfia (3:7-13)

g.     A Laodicea (3:14-22).

B.      "Las cosas que sucederán después": la defensa de Cristo de su iglesia y la destrucción de sus enemigos (4:1-22:5).

1.    El Cordero y el rollo: aflicciones actuales y próximas, precursoras de la final (4:1-8:1).

a.     Cielos Abiertos: el cordero recibe el rollo (4:1-5:14).

b.    El Cordero abre los siete sellos del rollo (6:1-8:1) (Interludio: el sellado internacional de Dios de Israel, 7:1-17)

2.    Los Ángeles y las trompetas: advertencias de la ira venidera (8:2-11:18).

a.     Altar de incienso del cielo: las oraciones de los santos, y el lanzamiento de fuego a la tierra (8:2-5)

b.    Los ángeles hacen sonar las siete trompetas (8:6-11:18).

(Interludio: la seguridad y el sufrimiento de Dios en su ciudad-santuario, su Iglesia como testigo, 10:1-11:14).

3.    La mujer, su hijo, el dragón y las bestias: el conflicto cósmico entre Cristo y Satanás (11:19-14:20)

a.     El Templo de los Cielos abiertos (11:19)

b.    El hijo de la mujer vence al dragón (12:1-6)

c.     Miguel y los ejércitos del cielo derrotan al dragón (12:7-17)

d.    La bestia del mar (13:1-10)

e.     El falso profeta de la tierra (13:11-18)

f.      El Cordero y sus vencedores sellados (14:1-5)

g.     Anuncios angelicales del juicio (14:6-13)

h.    Las cosechas de la tierra y de la vid (14:14-20).

4.    Las copas de la ira final de Dios (15:1-16:21)

a.     El santuario del cielo lleno de gloria (15:1-8)

b.    Los ángeles derraman las siete copas (16:1-21)

5.    La prostituta Babilonia (17:1-19:10)

a.     El poder y la lujuria de Babilonia (17:1-15).

b.    La caída lamentada y celebrada de Babilonia (17:16-19:10)

6.    La derrota y la destrucción de las bestias, del dragón y de la muerte (19:11 a 20:15)

a.     Cristo vence y destruye a la bestia, al falso profeta y a sus ejércitos reunidos (19:11-21)

Interludio: los mil años de la atadura del dragón y el reinado de los mártires (20:1-6)

b.    Dios vence y destruye al dragón y a sus ejércitos reunidos (20:7-10)

c.     El juicio final y la destrucción de la muerte, el enemigo final (20:11-15) 7. "Todas las cosas nuevas" (21:1-22:5).

a.     El cielo nuevo y la tierra nueva, el hogar de la novia del Cordero (21:1-8)

b.    La nueva Jerusalén, la novia pura del Cordero (21:9-22:5).

III.    Epílogo (22:6-21)

A.       La transmisión y la fiabilidad del Apocalipsis, la promesa de que Jesús viene pronto, la promesa de bendición (22:6-9)

B.      La prohibición de sellar el libro, la promesa de que Jesús viene pronto, la promesa de bendición (22:10-15).

C.      La transmisión del Apocalipsis (22:16-17)

D.      La prohibición de alterar el libro, la promesa de que Jesús viene pronto, y el pronunciamiento final de bendición (22:18-21)


Última modificación: jueves, 11 de octubre de 2018, 08:24