Lectura: Capítulo 5 del libro El Ministerio Juvenil Efectivo
Capítulo 5 La Promoción de la Gran Meta y los Cuatro Propósitos “Sabiendo dónde estamos y a dónde tenemos que ir, entonces podemos juzgar sabiamente qué debemos hacer y cómo hacerlo” Abraham Lincoln Muchos líderes fallan porque a pesar de que tienen una filosofía correcta de lo que se proponen, no logran que otros los acompañen con entusiasmo. Al conocer cientos de líderes con diferentes estilos de ministerio a través de los años me he dado cuenta que una nota saliente de los líderes efectivos es que la mayor parte de los involucrados en sus ministerios saben qué es lo que estos líderes se proponen. Los buenos líderes saben que no solo se trata de “conocer” la gran meta del ministerio juvenil y los propósitos de Dios para la lglesia sino de asegurarse que todos lo involucrados también los sepan. Estos líderes saben que la gente atrapa la misión del ministerio de diferentes formas y por eso se aseguran de diversas maneras que la mayor parte posible de involucrados tenga claro a dónde se dirigen. Es un hecho que algunas personas tenemos tendencia a ser movilizados por lo visual, otros por lo auditivo y otros definitivamente por lo afectivo. Por eso es necesario usar diversos métodos para promocionar la dirección de nuestros ministerios. Hay un código moderno que es casi imposible evitar y que personalmente no creo que debamos. Se trata de la promoción o la publicidad. Más adelante vamos a conversar de los tiempos que vivimos y de ciertos códigos que no podemos ignorar para usar a nuestro favor o contrarrestar. Uno que podemos usar a nuestro favor es la publicidad. Hoy todos sabemos lo importante de la imagen y del cuidadoso uso de las palabras para comunicar los beneficios de algo que uno quiere ofrecer. Quizás algunos se esté asustando de la palabra publicidad pero tenemos que recordar que estamos hablando de entusiasmar a otros con la misión que Dios nos entregó como líderes juveniles. Me encanta el aporte de los estudios de “Mi experiencia con Dios,” de Henry Blackaby. En ellos el autor nos refresca que la vida cristiana no se trata de deliberar y planear nosotros para después poner esos planes en la mesa de trabajo de Dios, sino que al contrario, nosotros debemos meditar en qué es lo que Dios está haciendo o tratando de hacer y sumarnos a SU tarea.17 Por eso es que en este capítulo no estamos hablando de lanzar una campaña publicitaria de nuestras propias propuestas. Estamos hablando del blanco que el mismo Dios nos puso en frente, de nuestro compromiso de hacer conocer este plan y del beneficio estratégico que nos trae promocionarlo. Para desarrollar un ministerio efectivo es necesario que todos los involucrados entiendan el gran por qué de lo que hacemos y que sepan qué es lo que queremos lograr en nombre de Jesús. Los siguientes son algunas tácticas para la promoción de lo que deseamos lograr. Personalizar La gran meta de alcanzar la madurez tiene que ser evidente en todo lo que hacemos en el ministerio juvenil. Esta meta es tan simple y expeditiva que quizás no requiere tantas adaptaciones o como estamos hablando “personalizaciones”. Pero definitivamente es demasiado general y por eso hemos estado conversando de qué se trata la madurez en cada uno de los carriles de los que hablamos. En el caso de la madurez espiritual estábamos diciendo que Dios nos encomendó cuatro propósitos que deben dar dinamismo a nuestros ministerios y ahora quisiera conversar de cómo hacemos para compartir y dejar claros esos propósitos dándole un tono más personalizado. En su libro del Ministerio de Jóvenes con Propósito, Doug Fields hace mucho énfasis en recomendar que los propósitos se escriban en una declaración de misión y se comuniquen regularmente a todo el ministerio para que todos puedan reconocer la dirección en la que se está marchando. Muchas iglesias han aprendido de muchas empresas y viceversa acerca del provecho que hay en tener una declaración de misión. Me ha sido curioso ver como en los últimos años en Estados Unidos es casi imposible entrar a una empresa grande y no ver cerca de la puerta un cuadro o placa que explica para qué existe esa empresa. Te doy una noticia: La Biblia habla de eso muchos antes de que los gerentes de estas empresas usaran pañales. Proverbios 29:18 dice “dónde no hay visión el pueblo se extravía.” Ahora piensa de qué provecho es que esta aseveración esté escrita y nosotros podamos enterarnos de la enorme sabiduría contenida en la afirmación. Los ministerios juveniles también pueden escribir lo que se proponen hacer y tenerlo en un cuadro, póster, calcomanías o señaladores para que todos reconozcan el para qué existe el ministerio. La declaración de misión no tiene por qué incluir palabras rebuscadas o versículos bíblicos. La declaración debe de manera muy corta resumir lo que se entiende como los propósitos de Dios para esa iglesia u organización particular. Digo “de manera muy corta” pensando en tan solo un frase porque te vas a dar cuenta que si no podemos resumir en una frase lo que queremos lograr es porque en realidad no hemos descubierto claramente qué es lo que queremos lograr (y esto es muy válido para el arte de predicar también). Los cuatro componentes de la adoración, servicio, evangelismo y discipulado del gran mandamiento y la gran comisión deben estar presentes pero no necesariamente en las mismas palabras. Es más, en muchos casos te vas a dar cuenta que usar estas palabras excelentes pero tradicionales tiene el problema de que no siempre la idea que tiene la gente y en especial los jóvenes, de ellas es exactamente lo que la Biblia y tu entiendes que deben comunicar. 17 Estos materiales son de Lifeway y la Casa Bautista y te recomiendo usarlos para tu vida personal y ministerial. Personalizar tiene el gran beneficio de la identificación. La declaración debe hacerse propia para tu ministerio. Debe lograr tener un significado personal en la vida de los miembros del grupo de personas que se lanzan en la misión y por eso es mejor hacerla en palabras propias. Algunos ejemplos de declaración de Misión: • Nuestro propósito es honrar a Dios guiando jóvenes a convertirse en completos seguidores de Cristo. Ministerio de jóvenes de la lglesia Flamingo Road en Ft. Lauderdale, Florida • Nuestro ministerio para los jóvenes existe para alcanzar a los jóvenes no creyentes, Relacionarlos con otros cristianos, ayudarlos a crecer en su fe, desafiar a los que crecen a descubrir su ministerio y honrar a Dios con su vida. Ministerio de Jóvenes de la Iglesia Saddelback, California • En LAGRAM trabajamos para acompañar a los adolescentes a la madurez en Cristo. Liderazgo y Adolescencia Grupo de Amigos, Argentina. • Nuestro propósito en “El camino” es: compartir para vivir, vivir para servir y servir para exaltar a Dios. Iglesia Bíblica El Camino, México Un ejemplo de una organización que trabaja con lideres juveniles: • Existimos para identificar, enseñar y equipar líderes para impactar personas y familias para que sean discípulos de Jesucristo. Red del Mundo Juvenil, Ecuador. Otra idea que a algunos les ayuda más es hacer dibujos o acrósticos. Un ejemplo de estos últimos: • En la iglesia del Arca de Nahum perseguimos AMOR: Alcanzar a los que no conocen a Cristo. Mostrar compasión y misericordia a quienes nos necesitan. Orientar nuestras acciones hacia la voluntad de Dios Reconocer quién es Dios y dedicarle todo nuestro ser a él. Evita frases grandilocuentes y exageradas que al fin no comunican nada y son irreales como: - nuestro propósito es impactar al mundo -¿A qué te refieres? ¿el planeta? ¿la gente que no conoce a Dios? ¿cómo vas a hacer eso? Mejor empezar con tu localidad, tu barrio y quizás tu ciudad. Hace poco recibí un comunicado de prensa de un joven pastor de un país latinoamericano que decía en su misma biografía que él era alguien que estaba impactando a su país. Me interesé por saber más de él pero descubrí que ni siquiera los pastores de su ciudad lo conocían, que su ministerio estaba recién empezando y que su diario (la base de su ministerio) tenía una salida de 2000 ejemplares en un país de más de 100 millones. Siempre es buena idea ser más humildes y enfocarse en el lugar dónde Dios nos puso. Un último consejo importante: no hagas la declaración de misión a solas. Involucra a la mayor cantidad de gente posible, pero eso si, enseña la gran meta y los cuatro propósitos con cuidado antes de invitar a otros a participar en la elaboración de tu declaración. Comunicar La declaración de misión funciona como una brújula y es bueno que todos los involucrados en el ministerio juvenil ya sean adolescentes, líderes voluntarios y aún los padres guarden siempre en mente lo que se supone que se debe lograr. La declaración da dirección a los programas y sentido a las relaciones. Al comunicarla sabiamente se esta permitiendo que el propósito perfume la atmósfera del ministerio con un sentido de dirección y crecimiento verificable. Mientras más personas entiendan y se concentren en el propósito, más saludable llegará a ser tu ministerio. Hace poco recibí un e-mail de un líder juvenil que me escribía: Estimado Lucas: Soy el líder juvenil de mi iglesia hace dos años. Hasta que yo empecé siempre se elegía un presidente juvenil anualmente por votación de los jóvenes. Como sucedía que al terminar el año esos líderes ya estaban decepcionados (muchos de ellos no se congregaban más al mismo año siguiente), el pastor decidió que había que cambiar el sistema y al nombrarme líder fijo me mandó a que tomara un seminario de liderazgo juvenil. Fuimos con mi esposa y te escuchamos hablar de los propósitos y de la importancia de comunicarlos así que decidimos preparar una declaración de misión con nuestros jóvenes y hacer carteles con ellos que pegamos por toda la iglesia. También hicimos unas cartas donde le contamos a todos los adultos lo que queríamos lograr e hicimos cuatro reuniones especiales dónde invitamos a buenos oradores a hablarnos de cada uno de los propósitos. Te cuento que ahora nuestro ministerio tomó dirección y parece que toda la iglesia nos quiere ayudar. Hay una atmósfera de equipo como si estuviéremos luchando juntos por ganar algún campeonato. Estamos en un campeonato juntos y todo los miembros necesitan saber dónde se marcan los goles. En nuestro ministerio juvenil dedicamos un mes al año a hablar específicamente de los 4 propósitos y de qué esperábamos que ocurra en la vida de los jóvenes. Usamos cada viernes de ese mes para enfocarnos en uno de los propósitos al hablar con las distintas clases de jóvenes y hacemos una velada especial para padres para hablar de lo que nos proponemos también. Es increíble ver el impacto que tiene el hecho de que nuestros adolescentes sepan cuáles son nuestras expectativas respecto a ellos. Muy comúnmente los jóvenes creen que sus líderes solo pretenden que se porten bien, no molesten en la reunión y los hagan quedar bien con el resto de los adultos (- Bueno, je, tristemente esto es verdad en el caso de líderes que no tienen claro qué es lo que en realidad deben perseguir-). Los jóvenes deben saber cuáles son nuestras expectativas y sobre todo las de Dios para la vida de nuestro ministerio. También es muy importante que los padres sepan los propósitos. Más adelante vamos a intercambiar ideas acerca de la relación que los líderes pueden tener con los padres, pero ahora es importante notar que es más probable que ellos tengan expectativas correctas de tu ministerio si entienden mejor la naturaleza del mismo. Es mi experiencia que cuando los padres ven hacia dónde te diriges tienen mayor ganas de ayudarte a llegar. Muchos problemas organizacionales ocurren por problemas de comunicación y definitivamente no quieres que eso te pase. Tu declaración de misión, la gran meta y los propósitos deben ser publicitados y vendidos a la mayor cantidad posible de clientes para que aumente el grado de dirección, iniciativa y de potenciales colaboradores del ministerio al que te contrató Dios. Un consejito más: dedica tiempo especial para conversar de los propósitos y la meta con personas claves como el pastor, el cuidador del edificio, el tesorero, el ministro de alabanza y quién atiende el teléfono de la congregación. Definitivamente necesitas a estas personas en el mismo barco. Repetir de Diversas Maneras Aunque a primera vista parezca una exageración: perder de vista el propósito es lo más usual. Todos conocemos iglesias e instituciones que empezaron con un propósito en mente y al ir pasando los años se olvidaron de para qué existían. Seguramente conoces denominaciones que nacieron para despertar al resto de la iglesia y ahora parecen de las más dormidas. ¿Todo por qué? Porque es muy fácil olvidarse el propósito. Conozco una gran cantidad de ministerios juveniles que a principio de año señalan los objetivos anuales y propósitos pero a los pocos meses se olvidan de lo que esperaban lograr y pierden de vista la meta y los propósitos. Conoces la historia de las agendas y las dietas que nos ponemos los últimos días del año pensando en el año siguiente ¿qué pasa después? ¿Uh? Muy pronto las abandonamos. Al menos a mi me ha pasado los dos últimos años respecto a una buena dieta. Ya conversamos de personalizar y de comunicar, ahora el consejo es insistir. Es necesario repetir la declaración de misión de distintas maneras durante el año. ¿Por qué de distintas maneras? Decíamos al principio de este capítulo que la gente suele tener distintas tendencias en cómo son movilizados. Los humanos tenemos distintas formas de aprendizaje. A pesar de hacer de todo para comunicar los propósitos y la gran meta que perseguimos en nuestro ministerio, todos los años nos dábamos cuenta de jóvenes y padres que aunque ya estaban participando desde hace rato del ministerio, por primera vez capturaban la idea de qué es lo que queríamos lograr cuando lo comunicábamos de otra manera. Descubrimos que las distintas personalidades suelen engancharse con distintas maneras de decir lo mismo. Por eso es importante repetir la declaración de misión personalizada de diversas formas y teniendo en cuenta esta realidad. Imágenes van a ayudar mejor a los visuales, predicaciones y qué tal canciones, van a ayudar a los auditivos y conversaciones personales a los afectivos. Hay mucha gente que si no se lo comunica alguien en quien confían de una manera más intima nunca van a lanzarse realmente con todo en esa misión. Esto es especialmente cierto en el caso de ciertos adolescentes. A continuación va una lista de ideas para resaltar constantemente y de diversas maneras la gran meta y los propósitos espirituales de nuestros ministerios: • Carteles • Videos caseros • Canción lema • Poner la declaración en papel y sobres membretados • Dedicar un mes al año a refrescar el tema • Leerla antes de algunas reuniones de líderes • Repetirla al dar la bienvenida a la reunión • Publicarla en los cancioneros o boletines de la iglesia • Hacer una entrevista • Pintarla en una pared • Bandera • Ponerla como firma de tus e-mails • Señaladores • Evaluar (ahora vamos a seguir con eso) • Que los jóvenes den testimonio de los resultados • Voz en off que la declare • Debate • Camisetas • Brazaletes • Una placa Y seguramente te vienen otras ideas de cómo hacerlo. Evaluar Cuando terminé el secundario tenía terror de ir al dentista. Mi mamá me insistía con que vaya pero yo siempre me la rebuscaba para no ir. Mi mejor excusa era que la ultima vez que había ido la dentista no me había encontrado nada y mi boca estaba perfectamente sana. Las normas lógicas de prevención dicen que al dentista hay que ir por lo menos una vez al año para una evaluación que mantenga las caries controladas, pero yo muy desobediente no fui por casi tres años hasta que sentí un dolor. Cuando la dentista me revisó después de tanto tiempo ¿que crees que tenía? Una increíble colección de caries. Mi dentadura que hasta ese momento siempre me había parecido en perfectas condiciones nunca volvió a ser la misma y hasta hoy estoy pagando las consecuencias de esos tres años que me descuidé. Ya sabes a donde voy. Evaluarse es bien importante. No debe hacer falta que los dolores salgan a la vista y esto tiene todo que ver con un ministerio juvenil efectivo. Si hay algo que a los evangélicos latinos nos cuesta es la autocrítica. Comúnmente veo muy pocos líderes que acostumbran a sentarse a pensar en lo que hicieron y dejar a otros que les den ideas y los corrijan. No vayas a creer que a mi no me cuesta. Pero lo que aprendí y me ha ayudado es que no tengo que esperar a tener todas las muelas cariadas. Si hago de la evaluación un hábito constante puedo prevenir operaciones más difíciles. La declaración de misión está para darnos dirección pero también es una marca que nos permite ver qué estamos logrando y qué no. Los ministerios juveniles efectivos siempre están evaluando lo que hacen a la luz de los propósitos. Las siguientes son algunas preguntas importantes para hacerse: ¿Qué propósito vamos a estar alcanzando con este programa? ¿Hay algún propósito que está siendo descuidado en nuestra programación? ¿Quiénes son las personas que están cubriendo mejor cada uno de los 4 propósitos? ¿A quienes estamos afectando y cómo? ¿Hay síntomas de que estamos ayudando a los jóvenes a llegara la gran meta? Un sistema tradicional utilizado constantemente por gente de negocios es FODA: Personalmente lo uso en forma de cuadro de la siguiente manera: FORTALEZAS OPORTUNIDADES DEBILIDADES AMENAZAS En cada una de las cuatro esquinas los que participan de la evaluación responden a las siguientes preguntas: Fortalezas: ¿Qué es lo que mejor hacemos? ¿Qué cosas o quienes funcionaron mejor? Oportunidades: ¿A quienes estamos afectando? ¿A quienes podemos afectar? ¿Qué podemos mejorar? Debilidades: ¿Qué es lo que hicimos mal? ¿Qué cosas o quienes no funcionaron? Amenazas: ¿Qué problemas ajenos a nosotros tenemos que enfrentar? ¿Qué desafíos hay que superar? Cuando instalamos la evaluación de talleres en la Convención internacional de Liderazgo Juvenil muchos pensaron que se nos estaba yendo la mano. Que la gente pudiera poner nota al conferencista, al tema y al contenido de los talleres para ayudarnos a todos (incluyendo los talleristas) a mejorar no era algo muy común de ver en eventos cristianos latinos. Pero lo hicimos para ayudar al liderazgo juvenil a hacerse consciente de la importancia de evaluar sinceramente. Cuando no hay lugar para critica sincera solo queda lugar para crítica destructiva. El alcance de la gran meta y de los cuatro propósitos debe ser evaluado así como también los programas, el liderazgo y las distintas actividades. Por último, una vez más te aconsejo que involucres a cuantos más puedas en la evaluación (lo cuál no quiere decir que le vas a tener que hacer caso a todos), y sobre todo que siempre te asegures cuál es la percepción de los jóvenes. A continuación un ejemplo de evaluación integral que cada tanto me gusta usar: ¿Cómo lo estamos haciendo? Por favor ayúdanos a saber cómo mejorar tu ministerio juvenil 1. Tengo 12 a 15 16 a 18 19 para arriba 2. ¿Cada cuánto vienes a las actividades de jóvenes? Nunca Dos o tres veces al año Cada tanto Casi siempre Soy de otra iglesia 3. Si no participas seguido, ¿Por qué no? Marca según corresponda. Mis padres no me traen o dejan venir No me gustan los líderes Trabajo-estudios No tengo amigos en el grupo No tengo tiempo No hay suficientes juegos Siempre lo mismo Las predicaciones no me gustan No me interesa otro: 4. ¿Qué sabes de los propósitos de nuestro ministerio juvenil? ¿Para qué existe este ministerio? 5. ¿Cuáles son las actividades que más te atraen? Calificar del 1 al 5 (1 es lo más te gusta) Campamento anual Reuniones en las casas Fiestas (Noche de disfraces, Competencias, Cumpleaños …) Juegos Deportes Alabanza Salidas Hacer amigos 6. ¿Qué podemos hacer para ayudarte a madurar y hacerte la vida más atractiva? Establecer Valores En los últimos años también descubrí el enorme aporte que significa poner en claro ciertos valores que sirvan de columna de lo que hacemos. Si bien la gran meta y los 4 propósitos del área espiritual son el destino principal de los ministerios juveniles sanos, esos ministerios ponen en claro ciertos principios que ayudan a todos sus miembros a definir qué ruta tomarán al destino. Seamos conscientes o no, hay ciertos valores que forman parte de nuestra toma de decisiones en todos los aspectos de nuestro ministerio. Por eso es aconsejable hacernos totalmente consciente de ellos y conversarlos con el resto del equipo de trabajo. Sea el pastor u otros voluntarios que estén a tu lado en el ministerio juvenil es bueno hacer una lista de innegociables o de columnas que siempre van a proteger la integridad del ministerio. Por no ponerse de acuerdo en cuáles son estos principios muchos líderes se ven impedidos de trabajar en equipo o no muestran un criterio maduro de por qué hacen lo que hacen. Te doy de ejemplo algunos valores que definen a Especialidades Juveniles: • Las personas son más importantes que los programas. • No hay una sola manera de lograr un ministerio efectivo. • La fidelidad es más importante que los resultados. • Quienes somos en lo secreto siempre repercute en quienes somos en lo público. • Experimentar a Dios es más importante que enseñar acerca de Dios. • Sin la gracia de Dios la vida cristiana es imposible. • Las preguntas son tan importantes como las respuestas. • Un sentido del humor sano es esencial. • No hay realización ni seguridad en el ministerio, solo en Jesús. • Los jóvenes no son vasos que se llenan sino fuegos que se encienden. • El crecimiento espiritual no es matemático. • Los jóvenes y adolescentes ya están listos para el servicio. • Los materiales que producimos deben ser honestos. Los tuyos no tienen por qué ser iguales. Estos son de una organización que genera recursos y entrenamiento para que usen los líderes juveniles. Tu iglesia o ministerio deberá definir los suyos. Lo importante es que los valores pueden evolucionar según vayan siendo reconocidos principios o elementos superiores o específicos para nuevas cuestiones. Sirven para enfocarse en lo más trascendente y te ayudan a pesar en la balanza de las decisiones. Vamos a la clave de los programas. Capítulo 5 Hoja de Trabajo para uso personal o equipo de trabajo 1. Revisa las preguntas del sistema FODA de evaluación (Pág. 47) y completa el siguiente plano respecto a tu ministerio. FORTALEZAS OPORTUNIDADES DEBILIDADES AMENAZAS 2. ¿Cuál sería la manera más apropiada para comunicar los propósitos a tus jóvenes, sus padres y el resto de la congregación? 3. Si tuvieras que proponer una declaración de misión ¿Cuál sería la tuya? www.especialidadesjuveniles.com 5 5Leys, L. (2009). El Ministerio Juvenil Efectivo: El arte de alcanzar y discipular a las nuevas generaciones (67). Miami, FL: Editorial Vida.