Lectura: Capítulo 10 del libro El Ministerio Juvenil Efectivo
Capítulo 10
Las Infaltables Se ales de los L deres
Sobresalientes
“El verdadero liderazgo nunca termina en palabras”
Max DePree
Nada es m s estrat gico que el liderazgo. Muy poco podr a lograrse si alguien no
toma la iniciativa de producir ese algo. Por eso el liderazgo es el origen de todo cambio.
Todas las claves del ministerio juvenil efectivo son potenciadas o paralizadas por el
liderazgo. Somos los l deres los que las ponemos en su lugar o los que las tenemos
desordenadas. El liderazgo determina los qu , los c mo, los cu ndo y los por qu del
ministerio juvenil. Por eso es indispensable que sean los l deres los que ponen en
funcionamiento todo lo que conversamos hasta ahora. Al viajar y conocer tantos ministerios
juveniles con distintos estilos me doy cuenta que los ministerios juveniles efectivos tienen
siempre algo en com n: los ministerios efectivos tienen l deres sobresalientes.
Algunos definen al liderazgo de la siguiente manera: Para John Maxwell el liderazgo es
simplemente:
“Influencia.”27
Para Robert Clinton, el liderazgo es:
“1) un proceso din mico extendido por un periodo de tiempo, 2) durante distintas
situaciones en que un l der utilizando diferentes recursos, 3) y por espec ficos
comportamientos esperados de un l der, 4) influencia los pensamientos y actividades de
seguidores, 5) en pos de un prop sito, 6) que beneficie al l der, los seguidores y el contexto
del cual son parte.”28
Personalmente me gusta decir que el liderazgo efectivo es la posibilidad de influenciar a
otros de manera que se logre la respuesta adecuada para la obtenci n de un objetivo com n.
Se podr an agregar innumerables intentos de definir qu es el liderazgo y casi todos, cortos
como el de Maxwell o complejos como el de Clinton estar an acertados en alguna medida.
En los cap tulos anteriores dec amos que seg n Colosenses 1:28 para el ap stol Pablo el
prop sito de su liderazgo era animar a todo hombre o mujer ense ndoles en toda
sabidur a, a fin de presentarlos maduros en Cristo Jes s. En otras palabras, l insist a con
denuedo en influenciar a la gente a su paso de tal manera que pudieran madurar en Cristo.
Ahora, leyendo el resto de las cartas de Pablo sabemos que l insist a con que la verdadera
vida cristiana solo puede ser vivida en el Esp ritu. Por eso podemos estar seguros de que el
27 (Maxwell 1996:13)
28 (Clinton 1986:14)
liderazgo cristiano no debe limitarse a ser solo influencia o proceso humano. Es la
influencia de Cristo a trav s del Esp ritu la que debe ser ejercida en el liderazgo cristiano.
Es evidente que el liderazgo juvenil efectivo es el complejo resultado de una diversidad
de factores. Lejos del estereotipo de l der juvenil hombre, joven, gracioso, atl tico,
extrovertido, seminarista y que tiene una camioneta, hay algunas caracter sticas que
acompa an a cada l der de j venes que logra hacer un trabajo sobresaliente.
Aqu viene la lista:
1. Est n Llenos del Esp ritu Santo
Claro que esta caracter stica no es exclusiva de los l deres juveniles sobresalientes. Ser
llenos del Esp ritu Santo es condici n inescapable para ser cristianos efectivos. En el caso
del l der o pastor de adolescentes si no somos llenos del Esp ritu de Dios, nuestra consejer a
se limitar a manejar recursos humanos, que por buenos que sean, no podr n satisfacer
plenamente las necesidades de los j venes en conflicto. Tampoco nuestras motivaciones y
nuestro trato no tendr n la efectividad de quien est provisto de la gu a del Esp ritu en la
toma de decisiones. La espiritualidad del l der juvenil es f cilmente discernible para los
adolescentes y j venes de este tiempo. Si hacemos hincapi en la relevancia de relaciones
cercanas, es evidente que ante tal intimidad es m s factible que aflore la verdadera
naturaleza de l o la l der. Si los l deres pretenden acompa ar a los adolescentes a la
madurez en Cristo, eso es imposible de hacer sin ellos no cultivan una relaci n de
dependencia con el Esp ritu de Dios. Me he dado cuenta que muchos de los l deres que
escapan al ministerio relacional es porque tienen miedo de que se descubra cuanto tienen
del Esp ritu en la intimidad.
2. Responden a una Filosof a Correcta
Todos conocemos l deres sinceros que podr an ser calificados de Espirituales pero que
carecen de ideas sistematizadas y sincronizadas acerca de los por qu del ministerio.
Los l deres con una filosof a correcta del ministerio juvenil reconocen los elementos
principales del ministerio juvenil efectivo y saben como dinamizarlos con su liderazgo. Los
l deres que no tienen una filosof a correcta suelen conseguir resultados seg n sean sus
facultades naturales personales pero en ellos se evidencia una carencia de prop sito y en la
elaboraci n de programas tienden a ser repetitivos y se ajustan a los gustos propios. Estos
l deres mantienen relaciones naturales con sus adolescentes sin trabajar activamente por
mejorarlas o abrir su espectro de influencia a los que le cuesta m s llegar. En el pr ximo
cap tulo vamos a conversar de distintos estilos de liderazgo, as que no estoy hablando ni de
elocuencia ni de carisma, estoy hablando de tener claro qu se debe lograr y poder poner en
funcionamiento una estrategia para hacerlo. Sin una filosof a correcta los l deres juveniles
se estancan en la conservaci n y la satisfacci n de expectativas equivocadas.
3. Aman a sus J venes y son Confiables
Seg n los objetivos y las caracter sticas del ministerio juvenil es casi imposible liderar a
largo plazo a quienes no amamos (Hmm, dudo del “casi”). Es muy dif cil entablar
relaciones significativas con quienes no amamos y m s dif cil todav a es disciplinarlos en
santidad si no tenemos cierto instinto protector hacia ellos. Una l der de Guatemala me
cont que por a os ella hab a sido maestra de escuela dominical de adolescentes sin nunca
pensar en que deb a amarlos para poder liderarlos con verdadera autoridad. Ella se limitaba
a preparar sus clases y usar la hora y media que ten a cada domingo para predicarles de
alguna historia o concepto b blico pero eso era todo. En todos esos a os nunca uno de sus
adolescentes se le hab a acercado para contarle nada y ella aunque hac a lo que le hab an
ense ado y pedido sufr a por dentro porque sent a que no hab a una verdadera conexi n con
ellos y no pensaba que ellos estuvieran aprendiendo lo suficiente. Un d a la llamaron de
urgencia de la iglesia porque una de sus adolescentes se hab a querido suicidar y no pod an
encontrar a la madre para avisarle que la adolescente estaba en el hospital. Ella busc en su
agenda a ver si ten a los datos de la madre pero tampoco los ten a. Al decir que no, se le
ocurri preguntar en qu hospital estaba la chica y decidi ir a verla. Llegando a la sala
d nde la adolescente estaba, se encontr con que estaba todav a inconsciente en una cama.
Todav a no hab an encontrado a su familia y hab an llamado a la iglesia porque en sus
bolsillos ten a un bolet n de la congregaci n. La joven estaba cort ndose las venas en un
terreno bald o cuando unos ni os la encontraron. Esta maestra se sent al lado de la cama y
empez a orar. Muy pronto sus ojos se llenaron de l grimas al darse cuenta que ella no
ten a idea de qu era lo que viv a esta adolescente aunque hab a estado por cuatro a os
todos los domingos en sus clases. Le hab a hablado tantas veces del amor pero nunca se le
hab a ocurrido amarla lo suficiente como para saber de sus necesidades. Nunca hab a
tratado de ganarse su confianza para poder mostrarle que los principios b blicos no son solo
teor a
Otro l der me contaba que lo pusieron de l der juvenil sin que l quisiera y que por
mucho tiempo hasta odiaba a sus j venes. Obviamente sus j venes le hac an la vida
imposible y todo en el ministerio parec a estar patas para arriba. Pero un d a el Se or le dio
la idea de que no era que l no soportaba a sus j venes porque le hac an la vida imposible;
sino que sus j venes le hac an la vida imposible porque l no los soportaba (-Cuando
primero me lo dijo yo tambi n le ped que me lo repitiera as que puedes leerlo de nuevo-).
Si amamos a los j venes ellos lo van a sentir. Instant neamente que detectan que en
verdad nos importan van a sentir confianza para mostrase tal cu l son, contarnos sus luchas,
debilidades y miedos y van a tener m s inter s en lo que ense amos cuando hablamos.
Ahora eso s : los l deres que no son confiables no tardar n en ser descartados por los
adolescentes. El secreto de confesi n es de vida o muerte para alguien hiper consciente de
si mismo como son ellos. Y cuidado con el viejo truco evang lico de compartir chismes
disfrazados de pedido de oraci n. Con mi esposa hicimos un pacto de no contarnos ni entre
nosotros cuando escuchamos alg n secreto de los j venes. A veces para saber la opini n
del otro compartimos la situaci n pero con cuidado de no dar indicios de quienes son las
personas. Nuestro j venes saben de este pacto y eso los ayuda a venir con m s confianza.
4. Tienen un Sentido de Llamado
Para muchos es obvio pensar que la decisi n de ir a hacer misiones en lugares alejados
y con culturas diferentes tiene una nica explicaci n en un llamado especial del Se or. Pero
el ministerio juvenil es tan “transcultural” como cualquier ministerio a otra geograf a.
Involucra cambios de lenguaje, diferentes vestimentas, m sica, danzas ex ticas y distintas
presuposiciones morales. Si aquellos que se disponen a participar del ministerio con
adolescentes no sienten un llamado claro y espec fico a trabajar con ellos ocurrir una de
dos cosas o ambas: se sentir n muy pronto miserables o har n sentir miserables a sus
adolescentes. Tener la convicci n de que Dios es qui n nos ha convocado a hacer los que
hacemos es la nica fuente de afirmaci n donde deber amos depositar nuestra confianza.
Los resultados son impredecibles en el ministerio en general, cu nto m s en el ministerio
con la edad m s impredecible. Solo un sentido de llamado claro es lo que hace al l der
seguir adelante.
5. Est n Preparados para la Tarea de Aconsejar
Ante tantos mensajes contradictorios y tantos cambios complejos ocurriendo a esta edad
en este tiempo, es necesario que aquellos que lideramos a esta generaci n tengamos
respuestas sobrias. El rol de modelo que a cada l der de adolescentes le toca debe ser
ejercido con responsabilidad. Aquellos que han sabido aconsejar a sus j venes pronto
comenzar n a recibir m s j venes pidiendo consejos. Los l deres efectivos est n preparados
para la tarea de aconsejar. Para ello se especializan en las cuestiones de la cultura
adolescente, la crisis familiar, la b squeda de la identidad y en los distintos m todos para
hacer una consejer a efectiva.
C. Brister en su libro cl sico del cuidado pastoral en la iglesia dice lo siguiente:
Las dimensiones subconscientes de la personalidad, la din mica de la conversi n
religiosa, el significado del simbolismo en la adoraci n, los componentes de culpa y
hostilidad, el cuidado de las almas de personas desesperadas y atrapadas en las distorsiones
de nuestra cultura, requiere que nuestros ministros de hoy tengan conocimientos
especializados.29
Personalmente puedo decir sin vergüenza que aunque constantemente estoy predicando
en eventos grandes y p lpitos conocidos, he observado frutos m s milagrosos haciendo
consejer a. Qu gran placer recibir una carta o un email de alg n joven cont ndome que lo
que hablamos le sirvi para tomar una mejor decisi n o que a partir de ese momento se
siente mucho m s fuerte. En la mayor a de seminarios hay cursos de consejer a y te
recomiendo tomarlos aunque no pienses hacer todo una carrera. Claro que tambi n es
bueno comprarse buenos recursos. Algunos materiales de consejer a que pueden ayudarte:
- Capacitados para restaurar. Por Jay Adams. Editorial Clie.
- C mo guiar a los adolescentes a la libertad en Cristo. Por Neil T. Anderson y Rich
Miller. Editorial Unilit.
- Manual de Billy Graham para obreros cristianos. Por Billy Graham. Editorial Unilit.
- Manual para consejeros de j venes. Por Josh Mcdowell y Bob Hostetler. Editorial
Mundo Hispano.
6. Trabajan en Equipo
Los l deres juveniles efectivos saben que solos no pueden lograrlo todo. Entienden que
Dios capacit a su cuerpo con distintos roles y dones (1 Corintios 12:4–30) y que es tarea
del l der equipar a otros para la tarea del ministerio (Efesios 4:12). Los l deres efectivos
tambi n entienden que la misi n es m s importante que la posici n. Por eso reconocen las
habilidades de otros y les facilitan la tarea sum ndolos al trabajo. Son tantas y tan
complejas las necesidades de los j venes hoy que es imposible para un solo o una sola l der
estar cerca de todos sus adolescentes a menos que sea un grupo verdaderamente reducido.
Pero si el anhelo de un ministerio juvenil es multiplicarse hace falta mayor mano de obra.
Los l deres sobresalientes reconocen esto y dedican buena parte de su tiempo a reclutar
voluntarios para su ministerio juvenil:
Para aquellos que son verdaderos l deres, edificar un equipo y mantenerlo es sin
discusi n una de las m s realizadoras empresas imaginables. Al l der le permite ejercitar
sus dones a trav s de sacar lo mejor de cada participante, invertir en aquellos individuos y
descubrir el gozo de morir a uno mismo para beneficio de otros. Jes s nos dej su modelo.
Qu m s podemos pedir?.30
Los ministerios para j venes carentes de un equipo de trabajo suelen estar
sobrecargados, tensos y demasiado cansados para una nueva visi n. Cuantos m s l deres de
29 (Brister 1988:29)
30 (Philips 1997:238)
calidad se tenga, m s posibilidades de maduraci n y resoluci n de conflicto tendr n los
j venes.
Los j venes no necesitan solo l deres atl ticos que sepan tocar la guitarra y sean
extrovertidos. Si alg n miembro en el equipo de liderazgo tiene estas caracter sticas
sensacional pero hay j venes que se identificar an mejor con personalidades m s similares
a la suya. Los mejores equipos son los que tienen una buena dosis de diversidad de
intereses, personalidades, estilos y edades. Tener l deres adultos por ejemplo, enriquece al
ministerio con experiencia, contenci n y modelos.
Los l deres juveniles simplifican las tareas y las demandas del ministerio consiguiendo
y estimulando la gente adecuada para cada una de ellas.
7. Incluyen a los Padres
Tratar de interpretar a los adolescentes fuera del esquema familiar ser a un cuadro
incompleto. Por eso los l deres no deber amos ponernos en situaci n de competencia con
los padres sino aprender a trabajar juntos. Otra vez, es f cil decirlo ahora, pero la verdad es
que tard a os en agarrar la onda. Me ayud entender que la adolescencia no solo llega para
los hijos sino que tambi n les llega a los padres aunque en un rol diferente de cuando les
toc el papel del mutante que tienen ahora por hijo. El punto clave para muchos es la
llamada “brecha generacional.” Ser adolescente hoy no es lo mismo que ser adolescente en
los sesenta y setenta y esta realidad tiene diversas consecuencias. Una es que muchas veces
las dos generaciones no se entienden y por eso se a slan: por un lado los padres y sus cosas
y por el otro los hijos. El problema es que no podemos olvidarnos que los adolescentes son
personas “en proceso de formaci n.” Son inmaduros por si mismos y necesitan del di logo
y la gu a inteligente de los padres. Ese aislamiento o brecha muchas veces ocasiona que los
padres les pierdan el rastro a lo que verdaderamente viven sus hijos. Los resultados de la
encuesta publicada por Walt Mueller que aparece ahora nos muestran un ejemplo de lo que
estoy hablando.
LO QUE ADOLESCENTES Y PADRES RESPONDEN DE LOS VICIOS
(Mueller 1994:47)
Preguntas Adolescentes Padres
1. Est s tomando alcohol? 66% dice que si 34% cree que si
2. Has considerado el suicidio? 43% dice que si 15% cree que si
3. Est s fumando? 43% dice que si 14% cree que si
4. Le cuentas a tus padres sobre sexo y novios? 36% dice que si 80% cree que si
5. Has usado drogas? 17% dice que si 5% cree que si
6. Has perdido la virginidad? 70% dice que si 14% cree que si
7. Has pensado en irte de casa? 35% dice que si 19% cree que si
La tabla es un ejemplo de c mo muchos padres desconocen o mal interpretan las
realidades de sus hijos: Ahora: Cu l es el rol del ministro juvenil? Es obvio que los
cambios culturales han acelerado su ritmo y esto ha complicado las relaciones
intergeneracionales y ampliado la tan citada “brecha.” De todas maneras, los l deres
juveniles sobresalientes tienen claro que la presente generaci n est clamando por
desarrollarse positivamente en el marco de estabilidad, comprensi n y amor incondicional
que los padres deben brindarles. Digan lo que digan algunos que escriben que a los
adolescentes ya no les interesan los padres; la relaci n entre padres e hijos adolescentes
seguir siendo una fuente de estima y valoraci n personal y la relaci n base seg n la cual
se desarrollar n todas la otras relaciones sociales. Por eso es vital que los l deres juveniles
redescubran en los padres a los l deres naturales que Dios le dio a los adolescentes de su
grupo juvenil. Hace poquito estaba en un peque o debate y un conocido ministro de
j venes habl con tanto desprecio de los padres que me vi forzado a contrariarlo en p blico.
Es indispensable que los l deres nos pongamos de su lado y no enfrente. Debemos
ayudarlos a saber m s acerca de c mo ayudar a sus hijos y ayudar a los hijos a ser m s
comprensivos con sus padres. Los l deres que no entienden esto denotan que lo nico en
que est pensando es en sus programas y claro, as ven a los padres como obst culos para
todo lo que les gustar a hacer.
Lo admito: Trabajar con ellos no siempre es f cil. Yo tuve a Dr cula y la mujer
vampiro como padres de mis adolescentes. Me acuerdo de esa se ora que constantemente
se estaba quejando de su hija y me hac a sentir que yo ten a la culpa de que a ella le iba mal
en la escuela. Una d a Ana se nos acerc al terminar una actividad y nos dijo que su
hermanita hab a nacido ese d a y ya ten a que estar en su casa. Le dije que por qu no
bamos corriendo a verla y saludar a su mam . Cuando llegamos encontramos que su
padrastro (no el padre de Ana pero si el padre de la beba reci n nacida) estaba tan borracho
que todav a no hab a podido ir a buscar a su esposa, bah! Eso pens . Cuando bamos para
el hospital Ana me cont que solo era el novio de la madre.
No siempre vamos a ser los mejores amigos de todos y en esa ocasi n no me hice el
mejor amigo de ninguno de los dos. Pero los l deres efectivos se esfuerzan en lograrlo.
Siempre habr al menos algunos buenos padres que enriquezcan al ministerio con una
imagen de familia y le de a otros padres mayor credibilidad respecto a lo que est
sucediendo. Cuatro elementos para incluir en tu ministerio juvenil respecto a los padres:
• Informaci n (D jales saber lo que haces o quieres hacer)
• Asistencia (Ofr celes ayuda. Talleres y seminarios de c mo tratar a los adolescentes les
vienen muy bien)
• Est mulo (An malos, es dif cil ser padres de adolescentes)
• Participaci n (Inv talos a participar en distintas actividades)
8. Est n Actualizados en Cuestiones Generales de la Cultura Juvenil
El mencionado v rtigo de los medios exige una constante actualizaci n. Las diferentes
tribus de adolescentes tendr n diferentes caracter sticas en sus gustos musicales, en su
vestimenta y en su lenguaje. Desconocer sus ondas equivaldr a desinter s por saber qu
los atrae. Un grupo de adolescentes requiere una disposici n transcultural similar a la que
requieren las misiones en otras latitudes solo que el cambio es generacional m s que
geogr fico. El l der o la l der efectivos estar n atentos a cu les son las caracter sticas de los
j venes de su barrio y de su iglesia. Una buena manera de lograr esta actualizaci n es
observarlos atentamente en los lugares donde haya mas j venes en nuestra zona (escuelas,
la puerta de las disco, hamburgueser as y dem s). Otra manera recomendable es
preguntarles a ellos mismos. Los j venes se sienten importantes cuando se les pregunta y
por eso funcionan muy bien los cuestionarios y encuestas. Sacar a los j venes cristianos del
templo y llevarlos a lugares p blicos a hacer cuestionarios acerca del gusto y tendencias
culturales no solo sirve a los l deres para estar actualizados sino que es una excelente
actividad que los chicos agradecer n. Revistas, pel culas y programas de moda pueden
servir para informarnos de qu es lo que los j venes est n escuchando fuera de nuestro
medio. M s adelante dedicaremos todo una conversaci n de sobremesa para hablar de lo
importante del contexto cultural.
9. Se Especializan
A n llegando a las actuales instancias de la evoluci n del ministerio juvenil, los
estudiantes de seminarios candidatos al pastorado suelen ver al ministerio juvenil como un
escal n de ascenso al “verdadero ministerio.” Gracias a Dios, la escena ir cambiando en
los pr ximos a os. M s y m s estudiantes de instituciones teol gicas se dar n cuenta que
Dios est llamando a una generaci n de l deres juveniles que se especialicen en la tarea de
evangelizar y discipular j venes. Desde hace poco m s de una d cada en pa ses como
Estados Unidos y Corea m s y m s pastores y estudiantes han entendido la complejidad, el
enorme desaf o y la vitalidad que tiene el ministerio juvenil para la Iglesia. Con esta luz,
m s y m s seminarios fueron agregando materias de ministerio juvenil e incluso hoy se
ofrecen maestr as y ya se empieza a hablar de doctorados en la especializaci n.
Pero m s all de las posibilidades acad micas est la raz n eje del ministerio juvenil:
los adolescentes y j venes necesitan l deres preparados. Los j venes se merecen un
liderazgo que pueda articular una filosof a sensata de por qu hacen lo que hacen, puedan
interpretar las escrituras desde el contexto contempor neo, entiendan las realidades
interiores propias de la edad, puedan evaluar un curr culo, sean creativos, suficientemente
cr ticos y puedan comunicar visi n y organizarse. Uf! El liderazgo juvenil efectivo es cosa
seria. Es cierto que no todos los que ingresen al ministerio juvenil de los pr ximos a os
podr n prepararse desde un mbito acad mico y al leer esto quiz s pienses que esto no es
para ti. Pero la base de lo que estoy diciendo no es que haya que salir corriendo al
seminario sino que si hay que invertir tiempo y dedicaci n a ser cada vez mejores.
Gracias a Dios hoy hay cada vez m s recursos bibliogr ficos y paginas Web de ayuda
para l deres juveniles. Al final de este libro hay una lista de organizaciones publicadoras de
recursos para que sigas perfeccionando tu liderazgo y mejorando tus programas. A n una
cantidad importante de recursos seculares pueden servir a un liderazgo que entiende que sus
j venes se merecen una seria reflexi n y preparaci n.
Al viajar por todo el continente me ha llamado la atenci n ver que los l deres juveniles
de ministerios sanos y creciendo inevitablemente tienen una peque a biblioteca de libros de
ideas y recursos de ministerio juvenil. Libros de lecciones b blicas, juegos, actividades,
devocionales y de todo lo que les pueda servir.
Existiendo especializaci n, estrategias y procedimientos definidos las expectativas
cambian y la congregaci n empieza a entender que el ministerio juvenil no se trata
simplemente de conservar un grupo de j venes en los valores evang licos, sino que esos
valores puestos en pr ctica se traducen en expansi n. La puesta en funcionamiento de los
dones del Esp ritu de j venes que ya est n listos para ser tiles al Reino requiere de
directores t cnicos y entrenadores lo mejor preparados para sacar equipos campeones.
Cap tulo 10 Hoja de Trabajo
para uso personal o equipo de trabajo
1. En cu les de las se ales mencionadas en este cap tulo crees que est s fuerte y en cu les
tienes que hacer un esfuerzo extra?
2. Cu les de estas se ales necesitan ser fortalecidas en otros l deres a tu alrededor y c mo
puedes ayudarles?
3. Por qu es sabio incluir a los padres y cu l es el beneficio de hacerlo? Qu elementos
habr a que a adir en el ministerio considerando a los padres?
4. Qu actividades se pueden realizar para incentivar el trabajo de un equipo de liderazgo?
5. Qu piensas de la especializaci n? Qu puedes hacer al respecto?
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