Lectura: Capítulo 12 y 13 del libro El Ministerio Juvenil Efectivo
Un Planeta de Cambios
“Nuestras defensas culturales pueden impedirnos oír el trueno de la Palabra de Dios y
dejarnos con los ecos reconfortantes de nuestros propios prejuicios culturales”
John Stott
Para distinguir cómo la juventud “de hoy” puede ser atraída a tomar su lugar en la
iglesia que Dios planeó en su corazón, hace falta reflexionar y describir la cultura en que
esta generación y la iglesia coalicionan. La última de las 6 claves que he visto funcionar en
ministerios juveniles sanos nos dice que los ministerios efectivos hacen contacto con la
cultura que pretenden invadir. Estos ministerios tienen líderes con una idea astuta de en qué
andan los adolescentes que quieren conquistar para Cristo. Utilizan los códigos modernos
sin alterar el mensaje eterno porque saben diferenciar qué es central en el mensaje
evangélico y qué es cuestión de formas, tradiciones y cultura, y por eso son relevantes para
una comunidad.
Este también va a ser un capítulo para usar la cabeza. Quizás este capítulo te parezca un
poco más científico, habrá más citas y quizás te cueste un poco más seguirlo como a mi me
costó escribirlo; Pero es importante que profundicemos nuestro entendimiento de los
tiempos. Es imposible traducir los mensajes eternos al tiempo moderno con una mentalidad
y comprensión de tiempos pasados.
Obviamente el marco cultural de un chico del siglo pasado no es el mismo que el de
uno cuya adolescencia transcurre recién empezado el tercer milenio. El profesor Charles
Kraft dice que la cultura “consiste en todas las cosas que aprendemos en el mundo,
después de haber nacido, que nos permiten funcionar de la manera esperada como seres
biológicos con relación a su ambiente.”32 Tiempo y espacio sientan diferencias
determinantes a la hora de definir una generación y de describir ese “ambiente.”
Lo primero para hacer certero contacto con la cultura es entender mejor qué es lo que
está pasando a nuestro alrededor. Los cristianos solemos ponernos a la defensiva de
cualquier cosa nueva que anda por la atmósfera. Si no sabemos de qué se trata: por las
dudas estamos en contra. Pero hay algunas discusiones respecto a la cultura general que al
menos en occidente estamos inmersos, que los líderes sabios deberían tener una idea de que
existen. No digo que lo más importante para nosotros es la discusión filosófica del asunto
pero créeme que las tendencias en la cultura afectan el desarrollo de tus jóvenes y sobre
todo como ellos entienden al mundo y qué creen que es más atractivo.
Posmodernidad, su Historia y con Qué se Come
Muchos estudiosos de los procesos de evolución de la cultura coinciden en que la critica
de la modernidad iniciada por el romanticismo en el siglo diecinueve tuvo su punto álgido
32 (Kraft 1996:6)
con el surgimiento de un filosofo altamente corrosivo.33 Su nombre era Federico Nietzsche.
Nietzsche criticó a la moral definiéndola de anti natural por provenir de la idea mística de
un Dios moral. Por eso su declaración más conocida fue: “Dios ha muerto.”34
El antropocentrismo del renacimiento, el racionalismo de Descartes, el poder del
pueblo, y el nuevo auge de la ciencia intentarían hacer de la afirmación de Nietzsche una
hipótesis confirmada. El siglo diecinueve vio tantos cambios estructurales en la
conformación de los distintos estados nacionales que un evidente positivismo se apoderó de
la escena internacional. Para ese entonces ya se olía un descrédito respecto a la iglesia
oficial e incluso a muchos movimientos de la reforma. La modernidad erigió entonces
nuevos ideales y atrás de los ideales surgirían ideologías de cómo alcanzarlos. Algunas de
las ideas dando vuelta en “ese ambiente” eran: - El avance tecnológico y científico solucionaría los problemas humanos. - La ausencia de monarquías, el orden liberal o el poder del pueblo corregiría los
problemas políticos y sociales
- Ya no haría falta consultar a la religión.
Pero entrado el siglo que acaba de terminar, los supuestos de la modernidad no tardaron
en fracasar. A pesar de posibilidades de comunicación antes impensables, el ser humano
sigue experimentando aislamiento y soledad. Terminadas las grandes guerras se terminaron
los grandes ideales de paz obtenibles por el progreso y con ellos el interés en participar en
proyectos o “utopías” cuya finalidad fuera legitimar, dar unidad y dar acción a movimientos
sociales. Las nuevas generaciones no tardarían en descreer acerca de la posibilidad de un
proyecto de verdadero cambio o revolución social.
Así llegamos a la posmodernidad: un tiempo en que el individualismo consumista, la
satisfacción instantánea y las posibilidades privadas fragmentaron la sociedad en un
montón de intereses personalistas que fluctúan entre la oferta y la demanda.
Algunos señalan la llegada a la luna en el año 1969 como el hito que separa a la
posmodernidad de la modernidad y otros la llaman la edad post-industrial (Lyotard 1995).
Obiols y Segni de Obiols dicen que: “Desde su uso en los medios de comunicación en
primer termino, y en el vocabulario de algunos jóvenes posteriormente, quienes la
abreviaron ‘posmo,’ nos fuimos habituando a una palabra que, en casi todos los casos, se
emplea con un significado extremadamente vago.”35 Lo obvio es simplemente decir que es
la edad de la cultura que sigue a la modernidad. Pero ¿Cuales son sus notas salientes?
Según los pensadores clásicos que primero reflexionaron en la posmodernidad, las
marcas interiores de los individuos posmodernos, en especial los jóvenes que se
amamantaron por los medios masivos de comunicación, son descreer de:
Una razón fundamentadora de absolutos (llámese Dios o moral) que pueda proporcionar
cimientos a una visión universal de lo bueno y lo malo (Nietzsche en sus profecías).
Grandes ideales que den sentido a la historia legitimando proyectos políticos, sociales y
económicos como en la modernidad (por ejemplo el progreso)36
33Mardones, Vattimo, Lyotard y Lypovetsky entre otros.
34 (Nietzsche 1988:42)
35 (Obiols y Segni de Obiols 1996:2)
36 (Lyotard 1995).
Un proyecto de vida significativo en la persecución de ideales personales que no sean
económicos.37
Pero dejemos estos presupuestos clásicos y avancemos.
El Imperio de la Imagen Mediática
Los medios masivos de comunicación han contribuido a que el ritmo de cambio llegue a
ser tan vertiginoso que las consignas sean renovadas constantemente. Las noticias de ayer
hoy ya son parte del pasado. Muchas veces la reacción cultural a la información de los
medios es la producción de dos mitos:
Si algo importante ha ocurrido se escuchará de ello en los medios.
Si no se vio en televisión, no se escuchó en las radios o no se leyó en los diarios, no es
suficientemente importante.
Nada parece ser importante si no es transmitido desde los medios y por consecuencia
los medios se convierten en los dispositivos que manipulan la valoración general de la
realidad. Es increíble pero para muchos jóvenes ver algo en una pantalla hace que ese algo
sea mucho más atractivo que verlo en vivo.
Pero los medios no solo alteran los sucesos sino que a veces logran confundir lo real de
lo imaginario. Cuando CNN38 transmitió en vivo la guerra del golfo sentó un precedente en
la historia. Por primera vez podía verse la sangre de los soldados, los mísiles destruyendo
ciudades o escuchar el clamor de dolor, en vivo desde el sillón de tu casa. Como resultado,
para tus jóvenes se hace cada vez más difícil diferenciar lo que es real de lo sucede en las
películas. Hoy parecerá ridículo pero el día del atentado a las Torres de Nueva York yo
estaba en Buenos Aires y vi lo que estaba ocurriendo desde el televisor de un restaurante.
El hombre que estaba al lado mío me miró y me dijo: “¿Será verdad? Parece una
película.”
¿Qué del Internet? La mega red expone al mundo y permite todo tipo de interacción
desde la aislamiento de una computadora portátil … Aunque existen dispositivos parentales
para controlar esto, el acceso a material pornográfico por parte de adolescentes y niños es
indiscriminado. El problema es que son especialmente los adolescentes y hasta los niños los
que mejor manipulan la computación mientras que los padres no saben ni como prender el
aparato.
Otra de las características de la sociedad condicionada por los medios es la llamada
cultura de la imagen. Seguramente escuchaste la frase: “Una imagen habla mas que mil
palabras.” Una de las notas salientes de este ambiente es el video clip. Desde la aparición
de MTV en 1981, el video clip se ha extendido de tal manera que no hay hoy un programa
televisivo o multimedia que no haga uso de este recurso. Los video clips no tienen palabras,
solo imágenes superpuestas a un ritmo vertiginoso que a su vez forman parte de la estética
posmoderna.
Tenemos en frente una generación que se ha criado y se sigue desarrollando ante la
sombra de lo que los medios masivos de comunicación ofrecen. Los mensajes que los
medios transmiten directa o indirectamente, condicionan la autoestima, la vocación, el
desarrollo volitivo, la moral y la socialización de la siguientes generaciones con un poder
cada vez mas determinante. Pero el imperio de la imagen y la cultura mediatizada no solo
37 (Mardones 1991)
38 CNN tiene hoy una audiencia de más 114 millones de hogares solo en Estados Unidos y es visto
en mas de 210 países a través de quince satélites.
ha afectado a los adolescentes. Los medios han proyectado a la adolescencia como a la edad
de la virtud desprejuiciada. Las modelos que en su mayoría son adolescentes de menos de
18 años son el paradigma de la imagen femenina vendida desde los medios. Revistas
plagadas de mujeres y hombres con cuerpos adolescentes y recomendaciones de dietas para
tener la cintura ideal, que sólo una adolescente puede tener, han provocado un ideal estético
que es acompañado por ropa y actitudes. En el caso de la delgadez, esta ha capturado el
estado de valor supremo para la mayoría de los adolescentes de todo el mundo y
probablemente ya puedes dar una conferencia de los problemas de bulimia y anorexia.
Algunos otros Trueques
Imagina que el Apóstol Pablo se levanta de la tumba y camina por las calles. Todo es
tan distinto. Lee los diarios, mira la televisión, habla con los chicos en la puerta de una
escuela y espía por una ventana la vida de una familia de tu ciudad. Anota en su diario los
siguientes trueques que han ocurrido en los últimos años:
Absoluto por Relativo: Los generadores de opinión en los medios mezclaron los
negros y los blancos morales creando una infinita gama de grises. Conductas que antes eran
inadmisibles hoy son una posibilidad más. En el terreno religioso, la cultura popular
latinoamericana decía que eras católico o estabas perdido. Hoy los jóvenes dicen que hay
muchos caminos y todas las religiones son igual de validas. Los valores no son absolutos
sino relativos a las circunstancias y la conveniencia de cada uno. Abres el Internet y puedes
sacar la más actualizada información o la peor basura pornográfica. Lo mismo ocurre en
todo los niveles. Tienes la opción.
Algunos hablan de “tolerancia” y que así es una sociedad más justa. Otros ponen el
grito en el cielo de hasta a donde no se puede ejercer ningún tipo de juicio de valor sobre la
conducta privada de los demás. Un ejemplo es el tema de la homosexualidad. Años atrás
nadie que no fuera homosexual hubiera afirmado que dicha orientación fuera una opción.
Hoy los medios disparan que solo es una posibilidad que algunos eligen y hay que respetar.
Si te hace sentir bien hazlo, es consejo de todos los días detrás de las paredes de la escuela
de tus jóvenes. La opinión popular dice que todo es relativo a las circunstancias de cada
persona.
Productividad por Placer: En una era donde todo tiene que ser ya y ahora, queda poco
espacio para pensar en producir para el futuro. Los jóvenes de hoy dicen que quieren
disfrutar del momento. Nuestros abuelos tenían una especial fascinación con el trabajo. En
especial para los hombres, su trabajo era todo. Había que avanzar y había que hacer. La
publicidad nos llevó al extremo de quedar culturalmente embobados con cosas que predican
producirnos instantáneamente esos tesoros por los que nuestros abuelos luchaban. Es
increíble lo que las publicidades tratan de hacernos creer. “Si tienes una tarjeta de crédito
el mundo esta en tus manos. Si tienes una Pepsi serás aceptado por los de tu generación. Si
tomas la cerveza correcta unos ojos azules quedarán mirando a los tuyos.” Nunca en la
historia ha habido tantas formas de entretenimiento, tantos gustos, tantos productos ni tanta
ropa. La industria del placer es un gigante. La vida será cada vez más cómoda y este
cambio ira formando nuestra manera de pensar. Ya están lejos esos inmigrantes europeos
que llegaron a América a sudar la gota gorda para trabajar la tierra. Si puedes obtener
placer sin esfuerzo para tus amigos eres genial. Relax era una mala palabra generaciones
atrás, hoy es sinónimo de bienestar.
Rebeldía por Indiferencia: A la juventud de los sesentas y setentas le encantaba la
rebeldía social. Las protestas estudiantiles estuvieron de moda por años. Los primeros
movimientos ecologistas empezaron a hacer sus reclamos naturales. El rock n roll era el
himno que sonaba y la onda era oponerse. No importaba mucho a qué rebelarse pero traía
status. Desde la antigüedad los jóvenes eran considerados la mayor fuerza de cambio social
y entre los 60 y los 70 se encargaron de gritarlo. Pero pese a las manifestaciones, los
colores estridentes, los nuevos ritmos la sociedad se siguió moviendo en dirección a la
corrupción y el materialismo consumista. El resultado fue que las nuevas generaciones
instalaron la frase “que me importa” como una expresión de sus sentimientos. Hablo con
adolescentes y les pregunto que piensan de la sociedad y de la política y a la mayoría no les
interesa. “Son todos unos corruptos” es la respuesta más común. Algunos un poco más
pensados me dicen que no es posible cambiar nada porque es parte de todo un “sistema”
corrupto. La mayoría ni piensa al respecto pero es evidente que las nuevas generaciones
tienen mucho más interés en si mismos y menos interés en la comunidad de lo que sucedía
tiempo atrás. El razonamiento popular ha funcionado más o menos así: “si nada voy a
lograr realmente no me interesa involucrarme.” Por otro lado, si no hay disciplina no hay
con que rebelarse.
Familia por Multifamilia: Un tercio de los niños de Estados Unidos se van a la cama
sin un padre en la otra habitación. En Argentina, la hermana menor de mi esposa era la
única de su clase con una familia con papá y mamá en casa. Ocho de cada diez de los
jóvenes del ministerio entre latinos que pastoreaba en California tenían uno de sus padres
ausentes. Sean cuales sean las causas de cada ruptura familiar, Dios quiere que
compartamos su amor y su poder con esta generación teniendo en cuenta la posición en que
se encuentran. Mucho material para estudio bíblico y muchos sermones no tienen en
consideración cuantos de los jóvenes que están en la iglesia viven esta situación y sin
querer pecan de imprácticos o hasta hacen sentir culpables a los que heredaron este
problema. Los hijos de estas familias tienen hermanos compartidos con otros papás y
mamás y muchas veces son criados por padres no naturales.
Logros por Carácter: Alguien que llegaba a un puesto de reconocimiento era alguien.
Se paraba un líder político, social o religioso y la gente escuchaba. Si una persona era
medico, ingeniero, abogado, pastor o sacerdote, instantáneamente tenía el oído atento de los
jóvenes que los admiraban por lo que habían logrado. Hoy los títulos no quieren decir nada.
Se levantan los políticos, dan discursos con fuertes cargas morales y ninguno de nosotros
cree nada de lo que dicen. Esta generación no está segura que los que llegaron lejos lo
hicieron porque se esforzaron. Quizás hicieron trampa, quizás alguien les dio el dinero,
quizás … Hoy se sospecha de los logros de los demás. Lo que cuenta es lo que somos en la
realidad … Las nuevas generaciones van a estar más y más interesadas en ver gente que es
consistente en todas las áreas de la vida. Fíjate las expectativas puestas en los padres. Ahora
puedes ver tantas publicidades donde el padre es el que tiene al niño en brazos y se lo ve
trayéndole el café a la cama a su esposa. Antes solo importaba que traiga dinero.
Educados por Especialistas: El lema de mi escuela secundaria era “saber es poder”.
No se aclaraba qué era lo que había que saber. Simplemente era saber, y con esa idea
estaban armados los programas de estudio. Educación era adquirir conocimientos generales
de todo tipo y materia. Al progresar los estudios íbamos adquiriendo poco de mucho sin
saber mucho de nada. Hoy el mercado laboral requiere cosas especificas y la educación está
cambiando. En países como Japón y Estados Unidos los niños podrán tener pocos
conocimientos generales pero desde pequeños se hacen especialistas en algo. Esto también
está afectando la educación ministerial. Antes los seminarios enseñaban Biblia. Ahora
tienen que agregar materias de acuerdo a distintas especializaciones: misiones, teología,
iglecrecimiento, predicación, ministerio juvenil. Hay sectores que están más atrasados que
otros pero todo se está moviendo en esta dirección.
Religiosidad por Espiritualidad: Ya lo mencionamos: Prendes el televisor y hasta los
dibujos animados están llenos de mística. Son dioses, demonios, ángeles y espíritus los
héroes o villanos de innumerables programas infantiles y adolescentes. También en los
video games. Muchos cantantes de moda dicen que se consideran “espirituales”, o que
están buscando su verdadero “yo” o “ser” adentro de ellos. A veces me siento en iglesias
católicas en Latinoamérica a observar a la gente y cada vez veo más adolescentes en frente
de las imágenes. Le preguntaba a un grupo de adolescentes seculares acerca de esto y me
respondían que no creían en las iglesias, ni en los pastores ni en los curas, pero decían que
si tenían contacto con Dios y que iban a la iglesia cuando querían pedir algo. Decir que
alguien es espiritual es algo bien visto en la mayoría de los medios, sin embargo decir que
alguien tiene mucha religión no es algo que atraiga muchos amigos en el presente.
Posmodernidad: Ser o no Ser y tu Contexto
En este libro hice muchas confesiones, te hago una más: uso el término posmodernidad
(o posmo) para ubicarme en el promedio de lo que estamos viviendo en Hispanoamérica en
estos años, pero no creo que decir posmodernidad signifique lo mismo en todos lados. Digo
promedio porque hay comunidades como algunas ciudades de Estados Unidos que
definitivamente a mi entender ya están graduándose de la posmodernidad hace rato y otras
en especial en América Latina que apenas están entrando. Es cierto que con la
globalización y sobre todo el efecto de los medios hoy todo occidente se parece bastante. Al
viajar de un país al otro me doy cuenta como en especial la juventud cada vez se parece
más en sus modas y en lo que creen que está de onda. Un misionero me decía hace poco en
Ecuador que hoy los jóvenes de distintos países tienen más en común ente ellos aunque
sean de distintas puntas de América que con su padres.
Ciertos eventos sociales, militares y económicos le dan a cada comunidad su propia
identidad. Antes te decía de algunas ciudades que están saliendo y otras que recién están
entrando. De las ciudades de Estados Unidos que están saliendo por ejemplo te puedo decir
que el fracaso de la amenaza del virus Y2K (el del 31 de diciembre del 99), el cambio del
milenio y el ataque a las torres gemelas fueron golpes que terminaron con varios
presupuestos de la posmodernidad y están generando una nueva generación Norte
Americana más militante, idealista y que vuelve a poner confianza en el progreso
tecnológico.
Cada comunidad tiene su micro cultura y por eso más allá de discutir si estamos
entrando o saliendo de la posmodernidad lo más importante es que cada líder identifique
cómo ser relevante en su tiempo y su lugar. Tu contexto es siempre el más importante.
Como indicamos hay ciertos cambios y tendencias que son bien generales y en mayor o
menor medida se están dando en todos lados. Llamemos a eso “posmo” o cómo quieras
pero miremos las posibilidades y desafíos que nos presenta este tiempo.
La Posmo También tiene Ventajas
En la década de los 80 un nuevo concepto se instaló en la nueva generación. Luke
Skywalker, el personaje principal de la guerra de las galaxias, tenía que atacar una nave
espacial del tamaño de la luna. Todo dependía de él. La nave era lo ultimo en tecnología y
nada podía vencerla. La única posibilidad era llegar a través de un pequeño túnel hasta el
centro y bombardear su punto débil. Pero era imposible llegar hasta allí a menos que algo
especial te guiara. No había ningún sistema que lo pudiera hacer pero Luke tenía “la
fuerza”. Una energía interior que lo dirigía desde su propio ser. Luke llega hasta el centro,
lo bombardea y la magnifica nave explota. Después de mucho tiempo era la primera vez
que la pantalla grande estaba reclamando que había algo superior a la tecnología y podía
estar adentro nuestro. La confianza en el progreso tecnológico y la búsqueda de argumentos
absolutos que expliquen todo terminan por caer y comienza una nueva etapa en la historia
humana. Como siempre, años después de que ya todo está sucediendo, la iglesia empieza a
reaccionar y como en el caso de casi todos los filósofos la primer reacción es en contra. Por
eso es muy probable que este sea el primer libro que leas que no habla tan negativamente
de la posmodernidad. El clásico predicador Spurgeon decía que la iglesia llega siempre
siete años tarde y ahora estamos empezando a ver cualidades positivas de este tiempo.
Es cierto que la posmodernidad ha invitado a millones a vivir de apariencias, de
abandono al momento y de indiferencia a todo lo que requiera una actitud activa que
conlleve el riesgo del dolor. Pero no todo es negativo. La posmodernidad ha dado nuevas
fuerzas a la sospecha de que hace falta algo espiritual. Podemos verlo en los avisos de las
revistas, en la proliferación de astrólogos televisivos, la incursión del pensamiento de la
“Nueva era” en sectores elitistas como en Hollywood y la música. Claro que el tinte
individualista es bien marcado y la búsqueda de satisfacción es la nota en boga de todas la
ofertas, pero no podemos negar que la búsqueda de espiritualidad ha estado resurgiendo. Si te sientas a hablar con adolescentes de la calle no vas a tardar en darte cuenta que lo
que los aleja de las iglesias cristianas no es un descreimiento de Dios (ese fue un problema
de la modernidad) sino una sospecha en la institución llamada iglesia y sobre todo una
desconfianza respecto a los cristianos. Un joven que me crucé en un avión saliendo de
Bogotá me dijo una frase que se me clavó como puñal: “ustedes los cristianos tienen
suficiente religión como para saber lo que es correcto pero muy poca como para jugarse a
hacer alguna diferencia.” La modernidad nos había invitado a argumentar respecto de la
verdad y entonces nos convertimos en un pueblo de doctrina. Tratamos por todos los
medios de contrarrestar los argumentos que considerábamos peligrosos con otros
argumentos. Piensa en el debate ciencia — Biblia por ejemplo. En cambio, la
posmodernidad nos ha invitado a vivenciar la experiencia cristiana y eso nos abre una
mayor puerta a ser un pueblo de testimonio. Con esto no quiero decir que debemos perder
la doctrina. Cualquiera que me conoce sabe el celo que guardo por una sana doctrina bíblica
y cuántos años me pasé estudiando para alcanzar un doctorado en teología. Mi más amado
tesoro que no sean personas son mis libros y no me gusta quedarme en la superficialidad de
ningún argumento doctrinal. Pero esta generación no está tan predispuesta a los argumentos
y la teoría. Ellos quieren ver, palpar y sentir que lo que decimos funciona y no nos
deberíamos sentir amenazados por eso.
Los jóvenes de hoy más y más solo van a creer en discursos que puedan ver en una
vida. Por eso la evangelización de los próximos años dependerá del testimonio vivo más
que de tener una doctrina personal bien armada o de conocerse una formula evangelística a
la perfección. La experiencia con el Espíritu Santo que por años fue solo atribuida al
pentecostalismo, hoy se sigue extendiendo por el resto de la iglesia y no tenemos que tener
temor en decir que es mover de Dios y es también efecto de la posmodernidad. Si estás en
el ministerio juvenil desde hace unos años te recordarás de ciertos predicadores que
contaban (o escribían) acerca de fogosas discusiones que entablaban en ámbitos
universitarios y salían airosos porque habían dado “evidencias” que exigían un veredicto de
que la posición cristiana era la verdadera. Noticia: dejamos de escuchar esos ejemplos
porque la posmodernidad nos ayudó a darnos cuenta que esas discusiones no cooperaban
demasiado. Por un lado, los alumnos de universidades en ciudades dónde la posmo ya
estaba avanzada dejaron de hacerse esas preguntas y perdieron interés en las respuestas.
Pero lo más importante es que seguramente raramente conociste a alguien que
verdaderamente se convirtió porque se dio cuenta que la versión cristiana de la creación es
la verdadera o porque fue corroborado mediante el carbono catorce que cierta ciudad el
antiguo testamento verdaderamente existió. La modernidad nos invitaba a ver todo en
términos de absolutos que debían ser argumentados, en cambio la posmodernidad nos abre
nuevamente la puerta al misterio de que la conversión (no lo de “aceptar” que ni siquiera es
bíblico) es un milagro que ocurre mediante la acción del Espíritu Santo en una persona
individual. Es el milagro que ocurre en el momento en que un individuo queda confrontado
al testimonio de Cristo, el cual muchas veces es dado mediante el testimonio de otra
persona.
El hecho de que los jóvenes que ministro quieran conocerme, ver que vivo lo que
predico, no se conformen con una explicación argumentativa y quieran sentir algo especial
es una ventaja. En realidad es una invitación a volver a vivir el evangelismo de la iglesia
del primer siglo. Una vivencia cristiana de relaciones y de poder. Hechos 2:44–47 nos
cuenta que mientras compartían todo en sus vidas se añadía gente a la iglesia cada día. Los
tiempos que vivimos nos invitan a ser menos pulpito-céntricos y más relacionales. Si bien
esto representa un desafío a aquellos líderes que se conformaron con tener un sólido
conocimiento bíblico pero que nunca rindieron su carácter, sus decisiones y su personalidad
a la acción del Espíritu Santo, creo que esta reacción cultural que estamos viviendo es una
ventaja para la extensión del Reino de Cristo en la tierra.
Si miras con detenimiento los trueques que conversábamos al principio también te darás
cuenta que hay varias características de este tiempo que son simplemente neutras en
términos morales pero representan una oportunidad de mejoras para la iglesia. Piensa por
ejemplo en el trueque de educados a especialistas y las connotaciones prácticas que eso
tiene para el desarrollo de los individuos y la maximización de las posibilidades de tu
congregación. Piensa, por ejemplo, en la tecnología que nos rodea y visualiza cómo puede
ser una avenida para facilitar nuestra tarea.
Entrar en contacto con la cultura que queremos invadir es usar todas esas cosas, códigos
y tendencias que son parte de la vida diaria de nuestros contextos con el objetivo claro de
acompañar a los jóvenes a la madurez integral y responder a sus preguntas y no a las de una
generación anterior.
Capítulo 12 Hoja de Trabajo
para uso personal o equipo de trabajo
1. ¿Por qué hace falta reflexionar y describir la cultura para desarrollar un ministerio juvenil
más efectivo?
2. Define en pocas palabras algunas características centrales de lo que normalmente se
conoce como posmodernidad.
3. ¿Cómo afectan las tendencias culturales de hoy a tu barrio o comunidad?
4. ¿Cuáles de los trueques mencionados te parece más evidente entre los jóvenes que
ministras?
5. ¿Cuáles son las oportunidades y ventajas que presenta este nuevo tiempo?
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Capítulo 13La Revolución que Avanza
“Pequeñas cosas hechas con gran amor cambiarán al mundo”
Anónimo
No se como fue que llegaste al ministerio juvenil. Las razones pueden haber sido
claras o confusas pero no fue un error del cielo. Por algo Dios te colocó en esta posición
estratégica y por algo también está este libro en tus manos. Hay una palabra que no me
canso de repetir en relación al ministerio juvenil y es POTENCIAL.
No importa si eres un veterano o si recién estás empezando. Los líderes juveniles
tenemos la oportunidad de afectar la Iglesia quizás como ningún otro grupo ministerial.
Durante la adolescencia además de sumar nuevos conocimientos los seres humanos
confirman o niegan lo valores aprendidos durante la niñez. Por eso la juventud es el
momento justo en que un o una líder puede alterar el curso de la vida de una persona y por
ende de su futura familia. Mi anhelo cuando estoy con líderes juveniles es asegurarme que
sean conscientes de los talentos que han sido puestos en sus manos por el diseñador de la
vida.
Este libro fue escrito pensando en darte ideas y herramientas para tu propio ministerio.
Pero no podemos dejar de hacer una reflexión para la Iglesia como cuerpo. El ministerio
juvenil debe ser inteligentemente abrazado por la Iglesia entera. No solo porque representa
una oportunidad inigualable de crecimiento, impacto y expansión sino porque es una fiel
respuesta al llamado de Dios a alcanzar a cada generación.
Se hace obvio que Iglesia debe hacer algunos ajustes respecto a cómo se trató la
problemática del ministerio juvenil hasta ahora y cuál es el tipo y volumen de capacitación
que los líderes juveniles reciben. Quizás lo primero que debe ocurrir para que la iglesia se
movilice a un nuevo nivel de efectividad es hacerse conciente de las posibilidades,
oportunidades y exigencias del ministerio juvenil. Debe ocurrir una concientización, un
proceso de acción a través del cual los creyentes despertemos a la realidad de nuestra
situación socio cultural, y avancemos más allá de las limitaciones y alineaciones a las que
estuvimos sujetos hasta ahora. No simplemente una nueva teoría sino un nuevo accionar.
Un ejemplo: Sería muy raro escuchar a pastores que digan que el ministerio juvenil no es
importante. Sin embargo al hacer una investigación cabal es fácil notar que muchas iglesias
que podrían no tienen presupuestos para el ministerio juvenil, no le compran materiales a
los líderes, ni se les ocurre invertir en el entrenamiento de sus líderes pagándoles
convenciones o seminarios de capacitación.
Si trabajar con la juventud es vital para la iglesia, todos deberíamos estar separando de
nuestro dinero, tiempo y recursos varios para invertir en el liderazgo juvenil. En el nivel de
la praxis debemos reconsiderar nuestras prioridades y hacer los ajustes administrativos
apropiados. Es cierto que hoy la mayoría de nuestras ciudades son tierra de urgencias, pero
lo importante no debe perder su lugar y la iglesia debe colocar al ministerio juvenil como
una de sus prioridades si queremos seguir en sano y más activo crecimiento en las próximas
décadas.
Al leer lo anterior quizás pienses: “Bueno yo soy el o la líder juvenil y no se cómo
hacer consciente de esto al resto de mi congregación. Si hago un reclamo pensarán que
solo estoy velando por mis intereses.” Supongamos que tienes la posibilidad de hablar con
todo el cuerpo de ancianos o toda la mesa de gobierno de tu congregación. Estas son
algunas palabras que se podrían usar ante esa oportunidad: -“Queridos, eméritos,
escogidos, ungidos, sacerdotes del Dios más alto” — eem, bueno quizás eso no te hace
falta —“Los adolescentes pueden ser un contenedor de contradicciones, increíblemente
honestos o cabezas duras y a veces asombrosamente inmaduros en su toma de decisiones.
Pero ellos son la generación dirigente de las próximas décadas y el pulmón de las iglesias
florecientes de hoy. Los jóvenes son el legado que una iglesia local le deja a su barrio y
también a su nación, y por su desarrollo algún día le vamos a responder a Dios si fuimos o
no buenos mayordomos de sus crisis y potenciales. Por eso es que debemos invertir
seriamente en tener un ministerio juvenil efectivo.”
Hay una frase muy simple pero poderosa que no debemos olvidar: “necesito ayuda.”
Muchos líderes tienen terror de pedir ayuda porque sienten que si son líderes tienen la
obligación de arreglarse solos, ¡pero eso es un error!
Como hablamos en el capítulo 5, nosotros debemos comunicar y promover la visión al
resto de la iglesia. Tenemos en nuestras manos el increíble potencial de una generación que
marcará el curso de la historia humana. Por ello la congregación debería invertir dinero,
tiempo y recursos diversos para que sus líderes se capaciten. Si, ya se que quizás estás
pensando en tu pastor y sientas como la mayoría de líderes que conozco que hace rato que
no te dan una sincera muestra de apoyo. Muchos pastores no preparados no quieren tener
líderes preparados por sentirse amenazados, pero esto debe cambiar: La iglesia local crece
cuando tiene líderes juveniles con las condiciones dadas para hacer un trabajo de
excelencia.
Muchas iglesias locales ya están en condiciones de pensar en contratar al menos a
medio tiempo a un pastor o pastora de jóvenes y quizás tienes la gracia de ser parte de una
aunque se que hay bastantes más posibilidades de que ese no sea tu caso. Pero casi todas,
por poco que fuera, deberían separar un presupuesto para invertir en el evangelismo y el
discipulado de jóvenes.
Una pregunta que las iglesias locales se deberían estar haciendo al momento de
clarificar su visión o planes para un período es: ¿Hasta qué punto están dispuestas a animar
a sus ministerios juveniles a producir cambios y usar métodos que hagan tambalear la zona
de comodidad de sus congregaciones?.
Mantener No es Construir
Edificar un ministerio juvenil en crecimiento no es lo mismo que mantener un grupo de
amigos jóvenes cristianos. Mantener un grupo y construir un ministerio están en las puntas
opuestas de la recta ministerial. Me acuerdo cuando por primera vez corregí el lenguaje en
nuestra congregación y empecé a pedirle a los líderes del equipo no llamar más a nuestro
grupo: “grupo”. Esa es una palabra cerrada, les expliqué. Piensen en la joven que viene por
primera vez y escucha hablar del grupo de jóvenes de la iglesia. Ella no es parte. Si usamos
la palabra ministerio, aunque de primer impresión no la entienda, sabe que esto es para ella.
Dejar de llamar al grupo “grupo”, nos ayudó a tener una mayor mentalidad de misión y
darnos cuenta que Dios no nos llamaba a tener un grupo sino un ministerio a la juventud.
Pero más allá del lenguaje, la ausencia de las 6 claves es el gran síntoma para
diferenciar iglesias orientadas a mantener un grupo de jóvenes e iglesias orien tadas a
construir un ministerio a la nueva generación. Como dijimos al principio de este libro, no es
que los elementos no estén presentes pero su presencia y conexión es borrosa para la
mayoría de los participantes. La siguiente tabla marca alguna de las diferencias entre
mantener un grupo de jóvenes y edificar un ministerio juvenil efectivo:
Manteniendo un Grupo de Jóvenes Construyendo un Ministerio Juvenil
Motivados por la actividad Motivados por propósitos
Ocupados en solo un área Ministerio integral
Líeres que se autoabastecen Se satisfacen las necesidades esenciales de los
adolescentes
Foco introvertido — contentos con
una elite Foco extrovertido - compasivos con los perdidos
Crecimiento mínimo o cíclico Crecimiento consistente
Canciones y juegos sin propósito Adoración y actividades divertidas y atractivas con
un fin.
Mantener las tradiciones Se pregunta ¿Por qué? y ¿Está trabajando?
Ocupado en la propia agenda Enfocado en el trabajo del Reino
Todos los elementos de este contraste están discutidos en alguna parte de este libro.
Pero a veces es más fácil definir lo que debemos ser por lo que no debemos ser. En este
caso, al construir un ministerio juvenil las iglesias locales dejan de ser: • Un freezer: no debemos pensar que nuestra tarea es meramente “mantener” a los jóvenes
para que no se echen a perder. Nuestra tarea es equipar a una generación para ser sal y luz
de la tierra (Mateo 5:13–14). • Un circo: no estamos para entretenerlos sanamente. La diversión es un excelente medio
pero al hablar de la actualización de los métodos y la programación atractiva no quiero
decir que debemos trabajar para que los chicos estén contentos y crean que sus líderes son
muy populares. La iglesia debe equipar a líderes efectivos que trabajan en la transformación
de esta generación a la imagen de Cristo. • Un convento: dónde construyamos una realidad tan alternativa que nuestros chicos no
sepan dialogar misericordiosamente con sus pares no cristianos y no sepan dar respuestas
entendibles acerca de su fe. Las iglesias locales deben ser estaciones de servicio dónde los
líderes nutren a sus jóvenes con los valores del evangelio para ir a dialogar con su cultura y
mostrarle el camino de Dios. • Una escuela: no estamos para simplemente llenarlos de información bíblica. Nuestra tarea
no es tanto informativa como formativa. Recuerda los jóvenes no son vasos que se llenan
sino fuegos que se encienden.
La Actualización de los Métodos
La posmodernidad descalificó muchos métodos que en la modernidad eran efectivos.
Hace unos años Malco Petterson decía: “Es hora de dejar los métodos de los cincuenta en
el museo y movilizar a nuestros adolescentes para servir en los noventa.”39 Ahora ya
estamos del otro lado del año dos mil. El cambio de milenio acrecienta la necesidad de
preguntarnos: ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Funciona? Si estamos de acuerdo en
que las tendencias sociales progresan y varían y que la problemática adolescente de nuestro
tiempo y espacio es particular tendremos que estar de acuerdo en afirmar que nuestros
métodos deben ser revisados, al punto de adquirir verdadero contacto con la realidad de
nuestro contexto. La planeación de las actividades debe prever la utilización de recursos
propios de nuestro tiempo. Si admitimos que la sociedad esta mediatizada y reconocemos
que el noventa por ciento del tiempo los adolescentes están en contacto con la música de las
“FM” no podemos tardar en darnos cuenta que nuestro programa debería considerar qué
tiene la radio que podemos traer a nuestras actividades. La discusión de películas de video,
la distribución de video clips con mensajes cristianos, la concurrencia u organización de
conciertos, el uso de tecnología, paginas Web y demás actividades deben planearse
activamente como parte de la estrategia “espiritual” de la Iglesia. Los ejemplos de
componentes audiovisuales son muchos pero lo cierto es que para los adolescentes que no
fueron criados en la iglesia el sistema “reunión de predicación” es una píldora muy difícil
de tragar.
Pluralismo, globalización, posmodernidad, nuevo milenio, revolución, variedad, son
todos conceptos y realidades que nos reclaman un esfuerzo mayor a la hora de establecer
nuestros métodos y por eso los líderes que trabajan con esta cultura emergente tienen que
estar bien empapados de reflexión en este sentido.
La siguiente es una lista de preguntas que se hacen los líderes que no quieren dejar que
las nubes de estancamiento nublen su visión y sus estrategias: • ¿Hasta qué punto mi metodología de trabajo es el resultado de mi contexto socioeconómico
y mi tradición religiosa?
• ¿Hasta qué punto estoy dispuesto a leer, aprender y cambiar para llevar a cabo un
ministerio juvenil cada vez más efectivo?
• ¿Qué puedo hacer para entender mejor a mis adolescentes?
• ¿Cómo puedo ajustar mejor mi ministerio a los propósitos básicos del ministerio juvenil?
• ¿Está mi diagrama de variables ordenado últimamente?
• ¿Hay algún grupo o alguna edad que está siendo descuidada o necesita un liderazgo
distinto?
• ¿Qué características del liderazgo efectivo están más flojas en mi vida y cómo puedo seguir
creciendo en ellas?
• ¿En qué andan mis jóvenes y los que quiero alcanzar ahora?
Si como ministros juveniles nos mantenemos respondiendo a estas preguntas con
humildad y poniendo a la práctica los cambios necesarios que fluyan de sus respuestas con
audacia, será más fácil seguir avanzando.
La Belleza de un Cristianismo Relevante
Hace unos años le escuché decir a John Stott: “cada cristiano necesita dos
conversiones: una desde el mundo a Cristo y otra de nuevo al mundo pero con Cristo.” Me
quedé pensando …
Meses atrás hablaba con un grupo de líderes juveniles de una ciudad capital que cuando
les dije que mi pretensión era reflexionar acerca de cómo establecer un ministerio juvenil
posmoderno se les cayó la mandíbula. Me miraron con sopor y me hicieron recordar una
39 (Patterson 1994:23)
historia de mi niñez. Cuando era chico mi mamá me leía muchos cuentos. Una noche me
leyó una historia que incluía la palabra “terrícola” la cuál me llamó mucho la atención y
enseguida me la aprendí. Al día siguiente estaba jugando con uno de mis amiguitos cuando
me acordé de la palabra y le dije — tu eres un terrícola- Mi amigo me miró y me dijo que
yo era un estúpido. Yo me reí dándome cuenta que él no sabía lo que significaba la palabra
y le repetí: tu eres un terrícola, puedes preguntarle a tu mamá- Él me miro todavía más
enojado y me dijo una mala palabra que es muy común en mi país. Ahí me enojé yo y fui a
buscar a su mamá para que le diga que él si era un terrícola. Le dije: señora, ¿Cierto que
Fernando es un terrícola? Sin saber lo que ocurría la madre se rió y mirándolo dijo - si
claro. Mi amiguito se puso a llorar. Lo mismo estaban haciendo estos líderes. Nos guste o
no nos guste la palabra, este es el tiempo que nos toca vivir. Por diseño de Dios vivimos en
esta etapa de la historia humana y es a estas generaciones que nuestros ministerios juveniles
están enfocados. Los efectos malos de nuestras cultura debemos resistirlos con perspicacia
espiritual, los efectos buenos debemos aprovecharlos y los códigos de esta generación es lo
que debemos usar para dialogar con ellos. El conocido filósofo Voltaire solía decir: “Si
quieren comunicarse conmigo tienen que entender mi idioma.”40
La historia del pesebre y la cruz es la historia más apasionante de la raza humana. Es la
historia de Dios haciéndose hombre para hacerse relevante a una humanidad que lo
necesita. Con solo mirar las parábolas nos damos cuenta que Jesús usó toda especie de
códigos para resaltar su verdad. Pablo hasta usó el altar a un dios de un pueblo pagano para
atraer la atención de una comunidad a Cristo (Hechos 17:22–24). Tu misión y la mía es la
de levantar una generación de seguidores de Jesús que deje atrás la mentalidad de “pueblo
muy feliz escapando del cochino mundo” y entiendan que todo lo que son y hagan debe ser
sacrificado para traer la luz del Reino de Dios a la tierra. Una luz que no puede seguir abajo
del almud.
Suma de Proyectos
El mundo entero se sigue moviendo hacia una sociedad pluralista a la vez que
integrada. La llamada globalización o “la gran aldea” tiende a disminuir las defensas
ideológicas y acerca a las partes. Cómo ya vimos, así está ocurriendo con la iglesia. La
arista eclesiástica de esta realidad dentro de los evangélicos se inició con la aparición de
movimientos, pastores itinerantes, evangelistas masivos, para-eclesiásticas sin
representatividad denominacional y medios de comunicación cristianos. Los jóvenes
criados en este clima histórico no tienen ningún interés en las diferencias
denominacionales. Son ellos los depositarios de la esperanza tan añorada de una Iglesia
unida. La integración de proyectos comparte recursos humanos, económicos, edilicios y
estratégicos. Si una iglesia tiene a diez adolescentes y otra a dos cuadras tiene otros diez,
ambos grupos deben entrar en contacto. Claro que cada iglesia no tiene por qué perder su
perfil. Pero si quiere decir que para que los adolescentes de cada barrio sean alcanzados
más efectivamente con el mensaje transformador de Cristo es necesario que muchos grupos
juveniles decidan trabajar de manera conjunta. Más y más se va a escuchar de redes de
trabajo juvenil que están avanzando por todo el continente. Líderes juveniles que se
dediquen de una vez por toda acercarse al resto de los líderes juveniles de las iglesias de su
zona o ciudad para planear actividades conjuntas y hacer un mejor uso de sus recursos. Es
increíble el entusiasmo que generan estos ministerios juveniles que deciden pensar fuera de
la caja y empiezan a entrelazar energías para avanzar sobre una comunidad.
40 Citado por Leonard Sweet en Aquachurch. Pagina 167.
También hace falta que se sumen otro componentes de la Iglesia como seminarios y
organizaciones que tienen algún nivel de profesionalidad en ciertos asuntos. Me gusta
llamarlos movimientos pro-eclesiásticos conformados por iglesia locales, seminarios,
oficinas denominacionales y para-eclesiásticas que aprenden a sinergizar fuerzas para
levantar una ola que sacuda la sociedad en la dirección de Dios.41
Sobre Toda Cosa Guardada
Una poderosa revolución en cómo se entiende y cómo se llevan a cabo los ministerios
juveniles está empezando en todo Hispanoamérica. Pero como en el caso de todos los
avivamientos, será la suma de decisiones personales lo que produzca el resultado final del
impacto. Por eso es indispensable mantener fresco tu corazón. Cuidar tu conexión íntima
con Dios de una manera constante es más importante que cualquier idea, programa, libro o
seminario de ministerio juvenil al que puedas ir. En Juan 15 Jesús nos dijo: “Permanezcan
en mi y llevarán mucho fruto; separados de mi nada pueden hacer.” Sería para mi un
fracaso que al terminar esta conversación te quedes con una filosofía ministerial bien
armada y un interesante par de ideas pero tu ministerio siga dependiendo de un par de
nuevos trucos y una explicación sustanciosa de por qué haces lo que haces, pero sin ser un
canal de contagio de verdadera espiritualidad. Es imposible dar lo que no tenemos y
contagiar una enfermedad que no portamos. Si queremos que verdaderamente la juventud
que tenemos a la mano entienda el plan de Dios y madure integralmente incluyendo un
apasionante crecimiento espiritual, nosotros debemos movernos en la misma dirección que
queremos que ellos vayan.
Nuestro compromiso de mantenernos frescos espiritualmente será la suma de constantes
decisiones en la dirección correcta. Ese compromiso es indispensable para alcanzar la meta
de la maratón del ministerio juvenil.
Personalmente me encantan las preguntas. Sirven para evaluar, para abrir y para
iluminar. Por eso ahora van algunas de orden más privado. Te propongo una lista de ciertas
preguntas que aprendí a hacerme cada tanto: • Cuando mis jóvenes me miran, ¿Están aprendiendo a amar a Dios con todo su corazón,
alma, mente y cuerpos?
• ¿Me ven confiando en Dios para guía y sabiduría en cómo manejo mis responsabilidades,
administro mis posesiones y demás?
• ¿Notan que me vuelvo a Dios cuando tengo ansiedad, problemas, o enfermedad?
• ¿Notan mi compromiso con Cristo pasando tiempo en lectura y estudio de la Biblia?
• ¿Saben que la oración es parte importante de mi vida?
• ¿Están aprendiendo lo que significa cargar con la cruz y vivir una vida cristiana como
discípulos?
• ¿Ven que Dios es central en mis pensamientos y acciones constantemente o solamente los
domingos por la mañana?
• ¿Notan que me intereso por la familia, los amigos y los “leprosos y extranjeros” de este
mundo?
• ¿Están aprendiendo a ser compasivos y centrados en Cristo en lugar de insensibles y
egocéntricos?
41 Ejemplos de esto ultimo han sido la campaña “El Verdadero Amor Espera” que se ha realizado
exitosamente en diversos países o “No más Violencia” que se hace en las canchas de fútbol de la
Argentina.
• ¿Están aprendiendo a no hablar por detrás de la gente?
• ¿Qué tipo de madurez estoy modelando últimamente?
Tu puedes agregar las tuyas
¿Qué hago ahora? ¿Por dónde empiezo? ¿Cuál es el siguiente paso?
Tal vez hayas sentido que te pesaban los hombros al leer este manual. Por mi parte traté
de mantener este tono conversacional para que el contenido te sea lo más ameno posible.
Pero hay tantos elementos, tanto por hacer y tanto por mejorar que no podemos quedarnos
en la superficialidad. El ministerio juvenil es un desafío grande y muchos bajan los brazos
demasiado rápido. Algunos lo hacen porque tienen expectativas equivocadas. Creen que ser
ministro a la juventud se trata de ser popular, quedar bien con el pastor o escalar
ministerialmente y cuando se encuentran con adolescentes que responden con monosílabos
y se meten en problemas reales, o no encuentran demasiado apoyo de otros adultos, se
desesperan.
Tu futuro es sólido si descansa en el carácter de Dios. Si llegaste hasta acá es por que ya
tienes una buena idea de los elementos variables y la claves a poner en práctica para un
ministerio efectivo. Ahora déjame decirte algo de nuevo: “siempre hace falta un proceso” y
para poder llevar ese proceso a buen término hace falta paciencia y templanza.
Michael Jordán le dijo cierta vez a las cámaras:
He tirado afuera más de 9000 tiros. He perdido más de 300 partidos y en 26
oportunidades el equipo me dio la pelota para hacer la última anotación y la perdí. Pero a
pesar de todo eso he seguido intentando y es por eso que soy exitoso.
Nada importante se hace de repente y peor que muchos fracasos son pocos intentos.
Inevitablemente vas a pasar por dificultades y conflictos pero la misión se merece el
sacrificio. Elige bien tus batallas. No pelees por cosas intrascendentes aunque si confronta
los desafíos con entereza. Un pastor muy sabio me dijo una vez: “Lucas, si quieres ser
verdaderamente efectivo tienes que elegir con quien vas a fracasar. Si siempre tratas de
agradar a todo el mundo, nunca vas a hacer nada excelente.” Siempre es mejor fracasar
ante los hombres que no cumplir con la misión para la que nos contrató Dios.
Evalúa con detenimiento el diagrama que estuvimos analizando y empieza a poner los
elementos en su lugar.
Pon a los jóvenes en el núcleo sabiendo que eso tiene el precio de que lo que hagas
tiene que ser certeramente para ellos y no para agradar ni quedar bien con otras personas ni
tradiciones.
Clarifica los propósitos. Si no tienen una declaración de misión o slogan de propósito
empieza a trabajar uno. Suma a otros a la aventura: recuerda que los líderes efectivos
trabajan en equipo. El ministerio juvenil es un trabajo del cuerpo y no el de una celebridad.
Deja brincar a tu imaginación y espera los tiempos para hacer los cambios necesarios al
programa.
Pasa más tiempo junto a tus jóvenes. Enséñales a relacionarse. Ordena activamente
cómo integrar a nuevos miembros o a esos que ya están ahí pero todavía no se sienten parte.
Acércate a los que quieres conquistar y dales testimonio de cómo es para ti caminar con
Jesús.
No te compares con nadie que no seas tu. Hay diversos estilos de liderazgo y tu desafío
es perfeccionar el tuyo a la vez que aprendes a usar otros según las circunstancias. Revisa
las características de los líderes sobresalientes y traza un plan de acción para seguir
añadiendo esas características a tu vida.
No pierdas de vista la localización estratégica donde te puso Dios. Conecta todo lo que
vayas a decir y hacer a los que es relevante en este tiempo en tu contexto.
En los cielos hay gran expectativa respecto a lo que vas a hacer con tu ministerio. Los
ángeles casi se caen de las nubes por ver que va a hacer la Iglesia del nuevo milenio. Jesús
de Nazaret, gobernante absoluto del universo, está en el trono atento a cómo la Iglesia va a
afectar a las nuevas generaciones. Otros pensaran que lo verdaderamente importante ocurre
lejos de donde tu estás. Pero el cielo sabe que tu decisión de tener un ministerio juvenil
efectivo es vital.
Que el Dios de gracia, gozo y sabiduría te inunde con creatividad, confianza y valentía.
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir …
¡A él sea la gloria en la Iglesia … por todas las generaciones!
Efesios 3:20–21
Capítulo 13 Hoja de Trabajo
para uso personal o equipo de trabajo
1. ¿A dónde te gustaría que lleguen tus jóvenes?
2. ¿Cuál es la inversión real de tu congregación respecto al ministerio juvenil en términos
materiales, físicos y espirituales?
3. ¿Cómo se puede ayudar a una congregación a ganar conciencia con respecto al potencial
del ministerio juvenil?
4. ¿Cuánto afecta la vida espiritual de los líderes el genuino crecimiento del ministerio?
5. ¿Cuál es la diferencia entre mantener y construir? ¿En qué modo se encuentra tu
ministerio?
6. ¿Cómo accionar un proceso inteligente de cambio? Elabora una lista de pasos a tomar.
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Apéndice I
Teología y Ministerio Juvenil
Los capitanes de los barcos de la antigüedad se ataban la brújula a su cuerpo cuando
estaban en medio de una tormenta. De igual manera los líderes juveniles deben atarse la
Biblia a sus vidas para poder encontrar el camino de la voluntad de Dios y guiar a esta
generación a puerto seguro. El conocido pensador y escritor peruano Samuel Escobar
escribió hace años:
“Las iglesias evangélicas son en primer lugar una realidad teológica. Se conciben a si
mismas como expresiones del pueblo de Dios en la tierra y se definen de acuerdo a
términos bíblicos como cuerpo de Cristo, familia de Dios, real sacerdocio, pueblo
adquirido.”42
Hay ciertas verdades y doctrinas que deben ser internalizadas por cada miembro de la
Iglesia y no hay mejor ocasión para que ocurra este proceso que la juventud. Por eso es que
42 (Escobar 1977:44)
más allá de los programas de neón, las relaciones de amistad y las tácticas de liderazgo, no
se pueden descuidar las doctrinas básicas de nuestra fe. A veces me asusta ver jóvenes que
conocen todos los discos de alabanza y adoración habidos y por haber, ponen la mejor cara
te telenovela cuando cantan pero no pueden explicar coherentemente su fe. En los capítulos
anteriores conversábamos de las tendencias de la posmodernidad y los inconvenientes de la
metodología argumentativa (apologética). Pero obviamente no podemos irnos al extremo de
ser solamente experimentales y no bíblicos. Definir las maneras de alcanzar a los
adolescentes y entrenar líderes para un ministerio efectivo requiere hacer un abordaje
teológico también.
“El ministerio juvenil se convierte en experimentalmente más significante,
espiritualmente más vibrante, y relacionalmente efectivo cuando los líderes se
comprometen con la construcción de una disciplinada estructura teológica para hacer
ministerio juvenil.”43
¿Quién es Dios? y ¿Cuáles son sus intenciones? Son preguntas que dan origen a la
teología judeocristiana y también a los fundamentos teológicos del ministerio juvenil. Entre
las muchas cosas que la Biblia resalta acerca de la personalidad de Dios quizás la más
concisa es la más clara: “Dios es amor” (1 Juan 4:8) y ese amor, en lo que a nosotros nos
concierne, alcanzó su clímax en el sacrificio de Cristo en la cruz (Juan. 3:16). ¿Por qué
murió Cristo? Porque quiere salvar de la paga del pegado (Romanos 6:23–2 Pedro 3:9).
Parece innecesario mencionar estos principios cómo apéndice de este libro pero lo cierto es
que en un tiempo donde el entretenimiento es la industria más rentable del planeta y los
lideres juveniles empiezan a sentir cada vez más fuerte la presión de la multiplicación
numérica, hace falta insistir en lo central del evangelio.
Cada ministerio de adolescentes debería transmitir claramente las respuestas a las
primeras dos preguntas pero no podemos conformarnos con eso.
Una Estructura Teológica Básica
Siguiendo lo escrito por Richard R. Dunn en “Reaching a Generation for Christ”
(Alcanzando una generación para Cristo) aquí viene una lista de los elementos principales
de nuestra doctrina que deben ser comunicados claramente a cada generación:
1. Dios
Empezamos bien simple. Lo primero que Dios revela en su escritura es a Él mismo.
Pronombres personales, antropomorfismos y su carácter revelado en su trato con los seres
humanos nos exponen a Dios mismo expresado en las tres personas de su trinidad. Es vital
escuchar lo que Dios tiene que decir de sí mismo, por eso los atributos de cada persona de
la trinidad deben de constituir fundamentos teológicos fundamentales de nuestros
ministerios. Una idea interesante para seguir como programa de enseñanza son los nombres
de Dios y sus significados.
2. Escritura
La Biblia es una invitación a conocer a Dios y su voluntad. Ella misma dice “Así que la
fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:8). Hay algo milagroso al
comunicar las escrituras bajo la unción del Espíritu Santo. La importancia de la Biblia debe
ser reconocida y enseñada a cada generación. Una de las mejores formas de hacerlo con una
generación que prefiere las relaciones y prefiere lo experimental es enfocarse en el uso de
las historias. Es muy probable que cuando Jesús escogió comunicarse con parábolas lo hizo
para darle mayor atemporalidad a sus verdades y hacerlas relevantes a distintas culturas en
43 (Dunn 1997:65)
distintas épocas. nuestra misión como líderes juveniles es lograr mostrar que las escrituras
atractivas y relevantes para la vida cotidiana.
3. Humanidad
Una sana antropología bíblica debería ser otro de los bloques donde apoyáramos
nuestros ministerios. Muchas veces los cristianos estamos tan enfocados en lo que la gente
debería hacer que prestamos muy poca atención a qué es lo que la gente está haciendo y por
qué dicen que lo hacen. “Los buenos antropólogos tratan de descubrir qué ya está ahí antes
de teorizar acerca de lo que la gente debería hacer” No digo que debiéramos convertirnos
en “antropólogos” en todo el sentido de la palabra pero si podemos aprender a definir según
la Biblia y lo que vemos en nuestras comunidades cuál es la condición del ser humano y
cuales sus necesidades. No solo una buena antropología es un buen fundamento sino que la
investigación necesaria puede volverse muy emocionante para cualquier grupo de
adolescentes si se establecen métodos creativos de recaudar información y se les deja
reflexionar libremente al respecto. ¿Qué ya dijo Dios acerca de la condición del hombre y
la mujer? Es una pregunta muy importante en medio de una sociedad (y varios
predicadores) que solo buscan dorar la píldora de los clientes.
4. Pecado
De cada punto se va desprendiendo el siguiente y en este caso el pecado es parte de la
respuesta a la última pregunta. Con el auge del pensamiento de la “Nueva era” o el ya
mencionado individualismo y relativismo reinantes en la posmodernidad, las definiciones
del pecado no pueden estar ausentes. A veces a los adolescentes se les habla mucho de los
pecados pero poco del pecado como realidad esencial. También, al hacer claros cuales son
los pecados a los que está expuesta la juventud hay que tener cuidado de ser bíblicos y de
no tildar de pecado cosas que simplemente no son atractivas a nuestra cultura. Otro de los
condimentos es no caer en condenar sin ofrecer salida. Siempre debemos ser sensibles a la
condición actual en que se encuentran y enfocarnos en la restauración.
5. Redención
¿Cómo librarse del dominio del pecado? La nueva identidad en Cristo debe ser
substanciosamente explicada. ¿Cuales son los alcances de la salvación? ¿Cuales sus
consecuencias inmediatas y mediatas? Es mi experiencia charlar con chicos y chicas
nacidos en el seno de la iglesia que llegan a la adolescencia sin una idea clara acerca de la
salvación. Me gusta la descripción del nuevo evangelismo que hace el profesor Charles Van
Engen en su libro “Misión on the Way” (La Misión en Camino). En él dice que “la
evangelización debe ser fe-particularista, culturalmente-pluralista y eclesiológicamenteinclusivista.” La declaración: “Jesucristo es el Señor” no tiene competencia y por eso
nuestro evangelismo no se parece al mensaje de ninguna otra religión, somos particulares.
A la vez hay muchas maneras y formas de disfrutar de las consecuencias de la redención y
de expresar esa fe, por eso debemos ser culturalmente pluralistas. Por ultimo, es un interés
en el crecimiento del reino de Dios en la tierra lo que debe determinar nuestra práctica
evangélica y por eso debemos siempre recordar que las iglesias locales existen para segur
incluyendo gente a la Iglesia de Cristo.
6. Comunidad de Fe
¿Qué es la iglesia? ¿Cuál es su misión? Stott también decía: “La Biblia entera es rica en
evidencia del propósito misionero de Dios” y ya fueron discutidos los propósitos del
ministerio juvenil en el área espiritual (ver capítulos 4 y 5). Sin conocer la verdadera
naturaleza de la Iglesia es imposible vivirla según su diseño divino. El ministerio juvenil
que no tenga un basamento eclesiológico sólido carecerá de objetivos trascendentes y
cultivará una generación desorientada que terminará produciendo una Iglesia desorientada.
7. Espíritu Santo
¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Cuál es su función? ¿Cómo vivir en el Espíritu? Es
imposible vivir la vida cristiana sin el poder del Espíritu Santo. El fruto del Espíritu
(Gálatas 5:22–25) es la señal del verdadero cristianismo y sin su guía y ayuda es Imposible
cumplir con los propósitos para la Iglesia. Sin una doctrina sólida respecto del Espíritu
Santo, la Iglesia se tambalea entre el extremo de entender al Espíritu como una energía
mística que poseen solo algunos con dones espectaculares, y el extremo de verlo como un
sello sin ninguna connotación práctica.
Pero estas siete cuestiones no pueden quedarse en conocimientos quietos o imprácticos.
Dos tipos de aplicación deben de acompañarlas:
A. Aplicaciones Personales: ¿Qué significa cada uno de los puntos anteriores para la
vida de los líderes (qué significa para ti) y para la vida de los jóvenes?
B. Aplicaciones Ministeriales: ¿Cómo se encarna cada uno de los puntos en la vida del
ministerio que formamos parte?
La teología personal de los líderes o pastores de jóvenes y adolescentes tendrá un fuerte
efecto. En todo lo que enseñamos y todo lo que hacemos estamos comunicando nuestra
teología. Por eso ideas claras en estos siete puntos evitarán sumar más confusión a una
generación que ya recibe demasiados mensajes contradictorios. Un liderazgo
verdaderamente efectivo tiene y transmite sabiamente una teología sana y armónica.
Apéndice II
Cómo Comunicar Verdades con Eficacia
Si bien las relaciones son la misma naturaleza del ministerio juvenil, la comunicación
oral del evangelio siempre tiene un lugar principal. Estoy hablando ni más ni menos que de
la predicación aunque prefiero no conformarme con esa palabra. ¿Por qué? Porque la
palabra “predicación” quedó de alguna manera atrapada en nuestra psiquis como algo que
se hace desde un púlpito con un lenguaje religioso y para la mayoría del los jóvenes, en
especial los de afuera, es algo aburrido y hasta amenazante.
Hace unos años estaba tratando de convencer a mi amigo Andrés de que hablara en
un campamento pero él me insistía que él no podía predicar, qué no sabía como hacerlo y
que era demasiado para él. Mientras el me hablaba me acordé que se acababa de comprar
un nuevo Chevrolet usado año ’78 y todavía no me lo había mostrado. Le pedí que
fuéramos a verlo. Su cara se llenó de emoción y casi fuimos corriendo. Cuando llegamos al
garage, Andrés abrió las puertas, prendió el motor y me empezó a contar con elocuencia
cada detalle de la maquina. Que el motor era original y el modelo de ese año era el mejor
porque … que el tapizado lo habían mantenido en perfectas condiciones porque … que las
marcas en las pinturas la iba arreglar con su amigo que tenia un taller, y no se cuantos
detalles más. Mientras él me hablaba con tanto entusiasmo me di cuenta que Andrés me
estaba “predicando” con eficacia. Tenía un tema que lo apasionaba, era un perfecto
conocedor teórico y testimonial de lo que estaba diciendo y tenía el objetivo claro de
convertirme a la familia Chevrolet. Inmediatamente se lo hice notar. Se quedó pensando.
Hablar de algo que lo entusiasmaba era algo que si podía hacer pero “predicar” no. ¿Por
qué? Porque la palabra y la idea equivocada que tenia de ella lo asustaba.
Sea que predicar sea tu especialidad o te de terror, tenemos que entender que la
prioridad es comunicar las verdades del evangelio. No importa tanto nuestra elocuencia ni
nuestra gracia sino que nuestra audiencia capte el mensaje de manera que puedan ver la
conexión practica de lo que estamos diciendo con su vida. Personalmente he visto
predicadores que cautivan a una audiencia con su gracia, su ritmo y movimientos pero si
bien la gente queda “encantada” del predicador, después no saben ni de qué habló. Claro
que no estoy diciendo que la gracia o la elocuencia sean malas. Son virtudes para valorar y
mejorar, pero definitivamente nuestra consigna es superior a lograr que a la audiencia le
guste como hablamos. Algunos autores citan a Juan Calvino diciendo:
“La palabra de Dios no es para parlotear, ser elocuentes o agudos … su objetivo es
transformar nuestras vidas de manera que aumente nuestro deseo de servir a Dios, darnos
enteramente a Él y solo nos conformemos a su voluntad.”
En el capítulo cinco del libro hablábamos de que hay distintas modalidades de
aprendizaje y por ende hay diversos métodos de enseñanza que funcionan mejor con
diversas personas. La generación del vitró es bastante más visual que las generaciones
anteriores y definitivamente tiene una increíble atracción a las experiencias interactivas. Por
eso es que la predicación oral sin movimientos, ni cambios te tonos, sin historias y sin
testimonios personales no van a ser de las preferidas del público moderno. El modelo de los
tres puntos teóricos importado por los misioneros y enseñado en muchos institutos bíblicos
tienen sus días contados a menos que a los últimos se le agreguen ciertos efectos especiales.
Algunos Recursos Atractivos para la Juventud
Ilustraciones: No hay nada como una buena historia para comunicar una verdad. Jesús
lo dejó claro al hacer uso de las parábolas. Él tomaba personajes y situaciones de la vida
cotidiana para hacer evidente un principio o una verdad. Las historias son más fáciles de
recordar y también sirven para que los oyentes se identifiquen más fácilmente con los
principios que queremos ilustrar. Estas ilustraciones pueden venir de tus experiencias
personales (casi siempre son las más poderosas), de la historias de personajes conocidos, cuantos para niños o historias inventadas. Respecto a esto último, no hay anda de malo en
inventar una historia, lo malo sería contarla como que fue verdad. Eso se arregla
simplemente diciendo: no se si conocen la historia de.…” o algo por el estilo. Libros de
autores como Tony Campolo y Max Lucado o clásicos como C.S. Lewis suelen ser una
excelente fuente. También ahora hay algunos libros de ilustraciones que pueden ser una
valiosa ayuda.
Objetos: Esta es una herramienta que saben usar los maestros de niños pero que nos
olvidamos cuan efectiva es también para los adultos y en especial para la juventud
posmoderna. Hace poco hablaba con una joven que me contó como había impactado su
vida aquella vez que en un campamento yo había hablado con una vasija de barro arriba del
púlpito y la rompí de un golpe al final del mensaje. Nunca me voy a olvidar del jarro de
agua que nunca se vaciaba que trajo aquel misionero o de la vez que mi líder se puso un
guante para hablar del Espíritu en nuestras vidas. El uso de objetos puede ser una
herramienta muy poderosa para graficar una verdad. Un filtro solar pude servir para hablar
de la santidad, un espejo deformante para hablar de la autoestima, un jabón para hablar de
la confesión, ropa interior para hablar de quienes somos en lo oculto y tu puedes pensar en
otros ejemplos. Especialidades Juveniles muy pronto tendrá un libro acerca de Lecciones
con Objetos listas para usar.
Tecnología: En medio de esta sociedad tan tecnologizada cualquier aparato que
podamos usar a nuestro favor traerá su beneficio. Cada vez será más común ver
presentaciones en powerpoint en eventos grandes y aunque nos parezca muy futurista, en
algún momento eso va a llegar a las iglesias. Hoy existen programas como el Media Shout
que es un software especialmente preparado para presentaciones y la adoración en las
iglesias. Pero se pueden empezar por algo menos moderno y costoso. Una voz en off,
alguien con una cámara haciendo una entrevista callejera o notas en un retroproyector
pueden ayudar a darle más producción al mensaje.
Referencias a los medios: ¿De qué se está hablando últimamente? Recortes de diario,
entrevistas de televisión y escenas de películas pueden ilustrar magníficamente el punto del
mensaje a la vez que concentrarse con el mundo de los oyentes. ¿Qué tal traer a Al Pacino,
Britney Spears, Madonna y Maradona a tus reuniones? Con simplemente traer un recorte de
algo que dijeron ya los puedes usar para tu mensaje.
Entrevistas: Esta es la versión actualizada de los viejos testimonios. En vez de dejar
pasar a alguien que no sabe bien que va a contar o que en vez de dar testimonio se pone a
predicar y no sabemos cómo cortar, es una excelente herramienta hacer entrevistas. En
general los testimonios se dan como parte previa de un sermón pero pueden perfectamente
ser parte de la ilustración de una de las verdades fundamentales del mensaje y ocurrir en
medio del mismo. Recomiendo el uso de entrevistas por distintas razones: Por un lado
puede ser mucho más interesante ver a dos personas interactuando que a una sola hablando.
Otra razón es que con buenas preguntas puedes lograr que la persona dando el testimonio
no se pierda y diga lo central de lo que quieres comunicar además de que puedes terminarla
más fácilmente diciendo: última pregunta … muchas gracias.
Teatro: Este es otro recurso que mayormente se usa como algo aparte del mensaje pero
perfectamente puede ser incluido como un componente del mismo. En nuestros ministerios
juveniles ha sido muy común que algún equipo tuviera que hacer algún sketch para ilustrar
algún punto de mis mensajes. De esta manera el mensaje se convierte en interactivo,
aumenta la participación y es más fácil que los oyentes puedan ver ciertos puntos de lo que
quieres comunicar.
Hojas de actividades: Con el uso de hojas o bosquejos que los oyentes van siguiendo
acrecientas la participación, queda claro que las estás ofreciendo algo y los oyentes pueden
revisar lo que dijiste. Es muy común usar este sistema en conferencias y congresos pero no
es muy usual que se use en iglesias hispanas y menos en grupos juveniles. Quizá te parezca
que este es un gasto grande de fotocopias y la verdad es que si puede serlo, pero también
puedes ahorrar papel haciendo notas que sean bien pequeñas y puedas fotocopiar varias en
una solo hoja y luego recortarlas. También hay materiales que ya vienen con hojas
fotocopiables como las “Lecciones Bíblicas Creativas en Romanos” que pueden ayudarte a
desarrollar una dinámica antes, durante después de tu mensaje.
Pistas para Predicadores
Preparación: Primero que todo sintonízate con Dios. Si lo que quieres decir no viene
de su corazón no vale la pena decirlo. Usualmente mis mensaje son frutos de tiempo de
meditación y oración. En terminos generales hoy dos tipos de mensajes. Uno son los
expositivos y otros los temáticos. Los expositivos son aquellos que exponen un pasaje de la
escritura y comunican lo que el pasaje le comunicó a sus lectores originales y lo que pude
decir hoy. Los temáticos rondan al rededor de un tema y usan diversas fuentes bíblicas para
la exposición. Es muy obvio que más y más la predicación en Hispanoamérica es de índole
temática y no expositiva lo cual puede ser un peligro ya que la segunda opción se presta
más a que le hagamos decir a la Biblia lo que nosotros queremos que diga y no lo que dice.
Pero ambos estilos pueden realmente comunicar algo que Dios quiere comunicar. Sea cual
sea el caso, es indispensable investigar, leer libros relacionados con tu tema, buscar
recortes, frases e ilustraciones que te ayuden a crear una imagen clara que lo vas a
comunicar.
Foco: ¿A dónde quieres llegar? Tienes que poder definir el propósito de tu mensaje. En
toda buena escuela de homilética (el arte de predicar y preparar sermones) te van a enseñar
que si no puedes resumir lo que quieres comunicar a una sola frase, entonces no puedes dar
ese sermón. No tienes foco. Sin un foco claro la predicación es cubrir un bache de silencio
y cumplir con una tradición. No es suficiente con tener un tema, un par de puntos y
versículos y alguna ilustración. Tienes que definir cual es el objetivo central tu mensaje.
Aplicación: ¿Qué quieres que tus oyentes hagan como resultado de tu mensaje? La
respuesta a esta pregunta debe ser bien evidente en tus palabras. No supongas que tus
oyentes va a hacer una conexión automática de lo que dices con su realidad. Dales ejemplos
concretos de cómo aplicar lo que estás comunicando. Si tu mensaje no tiene aplicación es
simplemente una declaración intelectual argumentativa. Esta es una buena posibilidad
cuando estás solamente enseñando pero en el caso de un publico adolescente ellos necesitan
más que eso. Sin conducir a los oyentes a una aplicación producimos oidores y no
hacedores.
Primer frase: Los primeros dos minutos de tu mensaje son vitales. Si comienzas
disculpándote o contando algo grandioso de tu ministerio sin ir al punto de lo que traes
pensarán que o tienes nada importante para decir o que vienes a quedar bien. La primera
frase es importantísima. Debe ser simple, lo más corta posible, dar evidencias del propósito
que tienes en mente y apropiada para tu público. En la práctica aprendí que si empiezo un
mensaje en falso luego me cuesta mucho más recuperar la atención del público y encauzar
la lógica del mensaje que tengo. Algunos ejemplos de buenas primeras frases son: una
declaración original, una pregunta, una experiencia fresca, una oración (siempre que no
hayan acabado de orar recién), el titulo de tu mensaje, contar cuando Dios te dio ese
mensaje y una predicación. Si estás predicando en otra iglesia o auditorio es bueno saludar
y agradecer pero mantenlo lo más corto posible. No uses frases “evangeloides” para
empezar. Comunican que no tienes nada fresco para decir y te hacen predecible e un
instante. Ve al grano lo más pronto que puedas.
Público: ¿Quiénes son tus oyentes? Este libro se interesa primordialmete por los líderes
juveniles de iglesias locales pero en este apéndice estamos haciendo consideraciones
generales. Si tu público es siempre el mismo no tienes excusa para no conocerlos y
adaptarte a tu ámbito. Sus problemas, cuestiones y temas deben estar en tu agenda. Si tu
publico cambia debes intentar saber los más posible de ellos. La metodología del mensaje
debe adaptarse a cada público. No es lo mismo hablarle a una multitud que a un grupo
reducido. Tu tono y tus gestos no pueden ser manejados igual. Mientras que la voz fuerte y
el mucho movimiento pueden ayudar en un auditorio grande, las mismas cosas pueden
distraer en un ambiente chico y quitarte autoridad por perder naturalidad. El lenguaje
también debe adaptarse a ese publico. Muchos excelentes oradores de eventos cristianos no
pueden comunicarse con un público inconverso porque no saben adaptar su lenguaje.
Cuando en nuestra anterior congregación decidimos enfocar nuestro esfuerzo en alcanzar a
jóvenes no cristianos tuvimos que drásticamente alterar nuestro lenguaje. No fue tanto que
lo hice por que sabia que debía hacerlo sino porque me di cuenta que no me entendían. No
entendían mis referencias bíblicas ni muchas de mis palabras y por eso empecé a trabajar
duro para hablar distinto. No te puedo contar cuanto eso me ayudó a que hoy puedo hablar
también en ámbitos seculares.
Lectura de la Biblia: La biblia es un libro sagrado por su contenido y mensaje pero no
es un amuleto. Todo lo que comuniques tiene que tener su fuente en la revelación escrita
pero no tienes que tener una Biblia en la mano cada vez que subes a un escenario aunque
sea dar un anuncio o un saludo ni tienes que parar a leerla todas las veces que prediques.
Hace poco fui a predicar a una escuela secundaria en compañía de varios líderes cristianos.
En mi mensaje use una historia bíblica como marco, dos versículos para cada uno de los
dos puntos principales y otro versículo para el llamado. Cuando terminó todo, uno de los
líderes me preguntó por qué no había usado la Biblia. Le pregunté a qué se refería. Me dijo
que no había parado a leer el libro al comenzar mi predicación. Le volví a preguntar si
estaba seguro que no la había usado. Me dijo — bueno, repetiste varios versículos de
memoria, pero no paraste a leerla- Usar la Biblia no se trata ni de tenerla en la mano ni de
parar a leerla. Tu me puedes contar las veces que algún pastor paró para leerla y después
dijo cosas que nada tienen que ver con lo que decía el pasaje. No estoy recomendando
hacer lo que hice en esa escuela cada vez que prediques. Muchas veces sigo parando a leer
un texto al comenzar a predicar. El punto es que por repetir cierta costumbre evangélica no
seamos todo lo efectivos para dar un mensaje de Dios a cierto publico. En algunas
ocasiones parar a leer te va a entorpecer el ritmo y va a hacer que el público pierda el punto
o se distraiga. Por eso es que recomiendo que pensemos inteligentemente cómo es que
vamos usar la Biblia en cada determinada predicación.
Otra opción a usar versículos de memoria (lo cual pude hacerse cuando todos se saben
el versículo o estás en un ambiente con pocas biblias o tienes poco tiempo) es la de las
iglesias históricas como las presbiterianas o luteranas hacen la lectura de la biblia antes de
la predicación. En estas iglesias la lectura la hace otro y no quien predica aunque si es esta
persona la que elige cuál es la lectura. En nuestro ministerio de jóvenes usamos esta
modalidad también para dar más participación a jóvenes que les gustaba leer en público.
También la tecnología puede ayudar a usar la lectura de una manera más atractiva.
Gestos: Deja que tu cuerpo acompañe lo que dices. El contacto visual es lo primero que
debes procurar. Si te la pasas mirando tu bosquejo o mirando la nada, el público va a perder
el interés. Contacta todas las miradas que puedas sin concentrarte en ninguna. Es muy
común que los predicadores se queden mirando a quienes los miran. Haz la prueba de mirar
a los ojos a un predicador y verás que es muy probable que te siga mirando el resto de su
mensaje. Trata de buscar ojos y hacer ese contacto con cuantos más puedas. Tus gestos
deben estar sintonizados con tus palabras. Por ejemplo, no puedes contar algo triste con una
sonrisa. Usa tus manos para enfatizar ciertas verdades. Es increíble cuanto comunican y
como pueden ayudarte a comunicar lo que estás diciendo. Acomoda el movimiento al
contexto dónde te encuentras. Con los más jóvenes es más conveniente moverse pero no así
con las adultos. Cuando te muevas también ten cuidado que sea en manera coordinada con
lo que dices. Moverse porque si, también puede distraer. Algunos dicen que ir de un lado a
otro del escenario habla de nerviosismo y también cansa al público igual que quedarse
totalmente quieto.
Humor: El humor es una herramienta sensacional para usar en la predicación. El
público está siempre bien predispuesto a escuchar algo que lo haga reír y lo gracioso puede
abrir el público como pocas otras cosas a escucharte atentamente. No tienes que ser un
comediante para usar el humor. Hay distintas formas de usar el humor. Puedes imitar, usar
ironías, leer o contar un chiste, contar o leer un cuento gracioso. Aún los comediantes
practican constantemente sus monólogos y a muchos se los conoce por no ser nada
graciosos cuando están fuera del escenario. El problema con el humor es cuando se usa
fuera de lugar y sin conexión con las verdades que se intenta comunicar. En esa
circunstancias solo distrae o atrae toda la atención al comunicador y no al mensaje.
Tiempo: Seguramente conoces el dicho: lo breve y bueno es doblemente bueno. Con un
público con un corto margen de atención como son los adolescentes no es lo más acertado
pretender su atención inamovible por espacio de una hora, y no creas que esto solo es real
con los adolescentes. Alguien dijo que cuando un predicador habla quince minutos habla
menos de lo que sabe, cuando habla media hora habla de lo que sabe, cuando habla
cuarenta y cinco habla más de lo que sabe y cundo habla más de una hora no sabe de lo que
habla. Si puedes comunicar las verdades que tienes que comunicar en menos tiempo
siempre ve por la avenida más corta.
Golpe final: Considera con cuidado como vas a terminar. Al igual que con la primera
frase tienes que tener bien claro el final. Hay ciertas ocasiones en que no sabes cómo va a
reaccionar el público y también quieres ser sensible a la guía del Espíritu. Te aconsejo
considerar distintas posibilidades y tener dos o tres opciones para terminar. Cómo
conversamos antes en el libro recuerda que el Espíritu puede darte dirección cuando te estas
preparando y no necesariamente cuando ya estás predicando. Siempre es mejor estar bien
preparados. En mi experiencia prefiero terminar con alguna historia que grafique el
contenido central de lo que estoy ofreciendo, pero tu puedes encontrar tu propio estilo.
Escapa a la tentación de te tener que buscar un resultado meramente emocional. Muchos
predicadores se equivocan en que creen que siempre tienen que hacer llorar a su público y
hacerlos venir al altar y por eso no terminan sus mensajes hasta que lo logran. Dios habla
de diversas maneras y hay distintas reacciones que podemos buscar a un mensaje.
Cinco Trampas para Evitar
No contamines la verdad bíblica: Pablo le escribía a Timoteo: “Esfuérzate por
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que
interpreta rectamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). La Biblia determina la
sustancia de lo que tenemos para comunicar. Es cierto que tenemos un desafío
interpretativo que tiene que ver con traer el texto Bíblico a la realidad presente y lograr que
se conecte con la vida de nuestros oyentes. Pero no podemos hacerle decir al texto cosas
que no dice. Una de las salidas para evitar la trampa de manipular la Biblia a nuestro favor
es ser sinceros en diferenciar qué es lo que está allí y qué nos “parece” a nosotros que
puede significar el texto hoy. Las interpretaciones alegóricas de muchos predicadores pecan
de irreales cuando estos usan frases como “Dios me dijo” o allí la “Biblia está hablando de
…”. La solución no es complicada. Con solo decir “a mi me parece” o “yo me imagino que
esto puede significar” ya estamos asumiendo nuestra libertad con responsabilidad. En lineas
generales los estudiosos aseguran que la principal pregunta para interpretar un texto es estar
seguros de qué es lo que quiso decir para sus lectores originales, por ejemplo los corintios,
efesios o hebreos de antes de Cristo. Por esos es muy importante no sacar los versículos de
su contexto. Recuerda el dicho: “El texto fuera del contexto es un pretexto.”
No copies a nadie: Cuando alguien trata de ser otra persona lo más que puede lograr es
ser número dos. Es muy feo ver clones de otros ministros. Si bien es lógico que ciertas
personas nos despierten admiración y aprendamos de cómo ellos hacen las cosas, cada uno
debe encontrar su propio lugar y maximizar las habilidades y experiencias que Dios nos dio
de manera particular. El juego de las comparaciones no es bueno para nadie y lo peor es
que quién imita es siempre visto como alguien más débil que depende de otro para
comunicar lo que desea. Con este consejo también va el de no sentirse menos por no tener
las habilidades de otros comunicadores. Cada quien tiene una especial fragancia para darle
al mundo y concentrarse en lo que otros están haciendo suele limitar nuestro propio aporte.
Festeja las habilidades de otros, enriquecerte con lo que ellos hacen bien pero busca
identificar tu propio estilo y constantemente perfeccionarlo.
No uses vocabulario que no te es natural: Algunos predicadores se transforman
cuando suben al escenario. Una cosa es que uses una mayor energía e intensifiques tus
gestos y otra muy distinta es que seas otra persona que habla totalmente distinto que cuando
estás abajo. Todos sospechamos de personas que se comportan distinto cuando están arriba
del escenario que cuando están abajo. Para ser comunicadores efectivos no hace falta usar
palabras pomposas si no hay necesidad. Hay veces que deberás explicar algún termino
técnico o puedes usar alguna palabra del hebreo o griego original pero no quieras
impresionar a nadie lanzando palabras que no tienen otro objetivo que ese. Quizás a la
gente le parecerá que sabes mucho y tienes una gran educación pero correrás el riesgo de
que no hayan entendido lo que querías decir. Uno de los problemas de usar un lenguaje
distinto que el normal es que comunica una teología equivocada. Sin querer se puedes estar
diciendo que hay una forma de hablar en el templo y otra afuera.
Por ultimo un comentario respecto a algo que he visto dando vueltas por distintos
países: no es más espiritual hablar en hebreo que en español ni tenemos por qué judaizar
nuestros cultos. El pueblo de Dios es uno solo y hoy se llama “la Iglesia.” Pablo se pasó
todo su ministerio luchando con los que querian judaizar el cristianismo. Y no digo esto
porque no me guste apelar a los lenguajes originales los cuales estudié por varios años, pero
si bien los uso para estudio personal, raramente los menciono en una predicación.
No abuses de tus talentos: Es obvio que algunas personas tienen condiciones naturales
para ser buenos comunicadores. Desde pequeños que son sueltos para hablar y no tienen
ningún problema en tener un público mirándolos. Es más, cuanto más son mejor y más fácil
es hablar. Pero la verdadera comunicación poderosa del evangelio no tiene nada que ver
con los fuegos artificiales humanos. Es un milagro del Espíritu que ocurre cuando un
mensajero se sintoniza con Cristo, el sublime mensaje, y se deja usar como canal para que
ese mensaje sea trasmitido.
Abusar de la capacidad manejar a un público es un peligro para el ego y es nido de
herejías. Aquellos que abusan de sus talentos suelen saltear la dedicada consideración
bíblica o descuidan su relación vital con el Espíritu y por eso muy pronto están diciendo
cosas que le suenan bien al público pero no se ajustan a la verdad de la revelación escrita.
Tengas o no tengas el talento natural de hablar en público recuerda que esa habilidad es
siempre perfeccionable y sobre todo en la misión cristiana deber estar sujeta al Espíritu.
No prediques cosas que no vives o crees: No hay trampa más peligrosa que predicar
algo que no vives ni intentas seriamente vivir. Hay ciertas ocasiones en que podemos
predicar acerca de un ideal y confesar que nosotros seguimos hacia esa meta aunque no la
hayamos ya alcanzado como le decía Pablo a los Filipenses. Pero si queremos plena
seguridad tenemos que dejar que nuestra vida sea primero testimonio de algo para que
nuestro ejemplo le brinde autoridad a nuestras palabras. Predicar algo que no vives puede
ser una trampa de la que nunca te puedas librar respecto a algunas personas y la hipocresía
de muchos creyentes ha sido una de las causas principales del enfriamiento de miles que se
han alejado de la iglesia o que no han querido tener nada que ver con ella. Cuando creo que
de un tema no tengo plena autoridad o plena certeza de mi opinión, prefiero evitarlo.
Prefiero que alguien se desilusione por no encontrar en mi la respuesta que esperaba a ser
hipócrita. La historia reciente de la iglesia nos ha dado tristes ejemplo de muchos que
cayeron en el pecado que más denunciaban y fue una vergüenza para toda la iglesia.
Recuerda que nuestra principal misión es dar las buenas noticias y nunca dar la impresión
de que estamos para condenar.
Cinco Preguntas para Hacerte
Las siguiente cinco preguntas siempre me ayudan a encauzar lo que entiendo que el
Señor quiere que comunique. Me pregunto:
1. ¿Cuál es la manera más grafica de decirlo?
2. ¿Cuál es la manera más positiva de decirlo?
3. ¿Cuál es la manera más simple de decirlo?
4. ¿Cuál es la manera más personal de decirlo?
5. ¿Cómo los ayudo a aplicar esta verdad?
La comunicación es un arte y como todo arte puede perfeccionarse. Hoy la iglesia
respira una nueva libertad en cuanto a como predicar el evangelio y eso es bueno y sano.
Hay muchas maneras de comunicar las verdades de Dios y podemos hacer uso de distintos
recursos para lograrlo. Este es solo el apéndice de un libro con otro tema central y hay
mucho más para agregar que te recomiendo seguir investigando.
Por ultimo, recuerda que no vivimos la vida cristiana, escuchamos mensajes o
estudiamos la Biblia para predicar. Predicamos porque viviendo con Cristo, escuchando su
dirección y estudiando la escritura no nos queda otra cosa.